Viernes 29 Marzo 2024
Intervención 27 de junio Our Voice
 
Por Jean Georges Almendras-30 de junio de 2021

Si esos enormes portones de hierro del acceso central de la Universidad de la República, sobre nuestra principal avenida -18 de julio- en Montevideo, hablaran. Si esas paredes del edificio de la Facultad de Derecho, también hablaran. Y si esas escalinatas, de uno de los más emblemáticos recintos universitarios del Uruguay, del barrio Cordón, hablaran, seguramente estaríamos más que superados en Memoria Viva, porque todo ese escenario marco-estudiantil de los tiempos previos al 27 de junio de 1973, de ese mismo día y de los días posteriores, fue desafortunadamente, además de punto preferido para las resistencias, punto inevitable para las represiones y las asonadas de los aparatos represivos de aquellas épocas; hay fotos de la época que lo ratifican, crudamente.

Hoy, en democracia (donde las represiones tienen otra forma, y otra carta de presentación, en apariencia menos letal) ese edificio, su descanso y sus escalones principales, siguen siendo pertenencia de las resistencias, pero de los jóvenes.

De los jóvenes (y los no tan jóvenes), que, por ejemplo, se concentraron en horas del mediodía del pasado domingo 27, a 48 años, del golpe cívico militar. Los jóvenes de diferentes colectivos, que dieron rienda suelta a sus intervenciones, cada uno con su impronta, cada uno con su sello, con su distintivo, pero con un común denominador: resistir, denunciar y luchar, por la libertad, por la verdad sobre los enterramientos de los desaparecidos (y el castigo de los represores, que siguen por allí gozando de libertades y derechos) y por las ideas de los miles de jóvenes que se lanzaron a las calles, en los años 70, ocupando ese edificio, sin amilanarse frente el momento cruel y sangriento en que eran violentamente retirados por las fuerzas policiales y militares que allí irrumpían, destrozándolo todo, y reventándolo todo, y a todos.

Dejando atrás esas brutalidades, hoy en democracia, la presencia de más de un centenar de jóvenes sobre la avenida, fue para decir al mundo entero, que en este país, hace 48 años, se instaló la casta militar con inconfundible autoritarismo, dejando a su paso, muerte y terrorismo de Estado, como la carta de presentación de un modelo económico de procedencia estadounidense, que a esa altura de los acontecimientos, no despertaba -si acaso en los sectores populares, estudiantiles y gremiales- más que resistencias, en un tiempo en el que ya la nómina de mártires, era aterradora e indignante. Un modelo económico, que hoy perdura. Un modelo económico que, en este 2021, sigue siendo musa inspiradora para quienes hacen arte revolucionario y militante. El arte libre. Libre de condicionamientos y de sometimientos. El arte de la denuncia. El arte sin estructuras. El arte, del Movimiento Our Voice (Nuestra Voz).

Mi colega Victoria Camboni, en su oportuna crónica ya publicada: “48 años de golpes y el Estado sin respuestas claras” nos significó un sólido y acertado avance sobre la intervención artística de nuestros jóvenes, allí en la emblemática explanada de la Universidad de la República. Hoy, solo quiero hacer foco en su arte teatral, porque debo decir, que fue memorable, y cuando es memorable, no veo que haya motivo alguno para no reconocerlo y para no decirlo.

Pocos actores en escena, exorcizaron ese descanso de acceso al edificio, donde no pocas veces hubo golpes, violencias, balas y miedos, aguerridos combates para no caer bajo las fauces de los represores. Pocos actores, apelaron a un libreto breve; a un contundente mensaje, quizás bajo una forma metafórica, pero sin apartarse del mensaje final: “representar al poder económico antes de la dictadura y después de la dictadura” (en palabras textuales de uno de los experimentados actores del Movimiento, Ramiro Cardoso, en cuyo inicio de la actuación, marca rotundamente la esencia del mensaje). Un mensaje que nos hace bien a todos, para provocarnos la resistencia y de una vez por todas, la rebelión; pero fundamentalmente, para confrontarnos con el valor absoluto del dinero, que gústenos o no, es el motor único e intransferible de los terribles males (las guerras entre ellos) que hoy por hoy, atenazan a las sociedades modernas, ergo a la humanidad entera. Y muchos, no lo quieren reconocer.

“Yo vengo a representar al poder económico. Es un personaje abstracto. En el momento, el poder económico se enriquece, sale más poderoso, más opulento al final. Una idea bastante sencilla. Juan Manuel (Ferreira) y Alina (Leal) representan las fuerzas represivas, y las chicas vienen a representar la resistencia. Por eso le golpean a la caja, porque era un poco la consigna de la marcha del 27, que se quería mostrar la resistencia del pueblo. Entonces ellas representan no solo a los desaparecidos sino a la resistencia que hubo de parte del pueblo”, agrega Cardoso.

“Yo pienso, hablo por mí… a mí lo que me pasa, es que, utilizando un contexto histórico, y hablándole a un público, que uno piensa que conoce la historia, ya que se le está hablando a un público local de Montevideo, y que lo ven, porque esta intervención no fue pensada para hacerla en China, en Nueva York… no fue pensada para hacerla en cualquier lado, fue pensada para acá. Para tocar la sensibilidad del público local que puede llegar a entender la historia, que puede llegar a entender de lo que uno está hablando. Eso es agarrar todos esos elementos, intentar movilizar sentimientos, empatía, para poder romper un poco con la indiferencia que hay y entender que no es una cuestión del pasado, sino que se sigue viviendo. Ese poder económico sigue fortalecido, cada vez más fuerte. Hacer reaccionar un poco a la gente. Eso sería lo que se quiso transmitir a la gente”.

El director y actor teatral de Our Voice, Diego Grachot (de extensa y muy sólida trayectoria actoral, dentro del Movimiento, protagonista del excelente corto: “El Búnker”) fue más detallista: “Con la intervención quisimos representar lo que paso desde la época de la dictadura hasta lo que pasa en la actualidad, y como, esos dos mundos que en su apariencia son muy diferentes, al final se conectan más de lo que pensamos. Este concepto se transmite y se entiende cuando uno mira al personaje de Ramiro Cardoso, el personaje principal, que representando a la economía conecta esas dos épocas. El arte, para nosotros es revolución, es una puerta que se abre y nos permite sentir la justicia sin que pase por la razón, y nos da una oportunidad de hacer una elección, y eso a veces es incómodo. Pero o estamos con la vida, o estamos con la muerte. La intervención, fue una creación colectiva, que hicimos desde el vestuario, la escenografía, la música, la idea, la puesta en escena... todo. Yo ayudé mirando desde afuera y aportando desde mi experiencia como director teatral, como aportaron todas y todos los que participaron de ella. La intervención, no tiene nombre, la identidad se la da la fecha. Nosotros la llamamos 'intervención sobre el 27 de junio' y no es poca cosa, es una fecha muy fuerte. Sentimos que, si le ponemos un nombre a algunas cosas, es como si nos encerráramos bajo algunas estructuras. Invitamos a los lectores a ver la intervención y sacar sus propias conclusiones”.

Las conclusiones a las que arribaremos nos llevan de la mano al reconocimiento, de que los jóvenes del Movimiento Cultural Our Voice están en condiciones de llevar adelante, intervenciones de ese nivel de realización teatral, en el que, en pocos minutos, condensan un mensaje mordaz y aleccionador (y de pura denuncia) en un ámbito callejero, dirigido a la comunidad, que no cae en saco roto.

El espectador quedó impactado, atrapado y seguramente, superado en información, respecto a la realidad en la que vive, en la que vivimos todos… bregando, desde nuestras rutinas y nuestros puestos de resistencia que nos tocan, sin bajar los brazos, para revertir la situación. Para revertir la demoledora y criminal acción de los poderosos de las economías mundiales, fagocitando a los seres humanos, segundo a segundo, minuto a minuto, día a día.

En pocos minutos, apelando al recurso teatral, muy bien coordinado, en puesta en escena y en realización actoral, grupal y expresión corporal, un frío mediodía de este mes de junio, los actores de Our Voice hicieron su aporte para preservar no solo la memoria, sino para despertar la conciencia ciudadana, para salir del letargo y para comenzar una revolución cultural, sin más trámite.

Y ya, y de la mano de los jóvenes.

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*Foto de portada: Our Voice

*Video: Our Voice