Jueves 28 Marzo 2024
Por Alejandro Díaz-11 de junio de 2021

Fue dura la respuesta de Alejandro Ariel Vilca, dirigente nacional del Partido de los Trabajadores, ante los dichos del presidente Alberto Fernández durante una conferencia de prensa con motivo de la recepción a su par español Pedro Sánchez.

El dirigente argentino, se expresó a través de su cuenta de Twitter: “Sr. presidente, mi apellido Vilca, como el de millones, no vino de Europa, soy orgullosamente coya. Sus palabras son una ofensa a los pueblos originarios”.

“Escribió alguna vez Octavio Paz que los mexicanos salieron de los indios, los brasileros salieron de la selva, pero los argentinos llegaron de los barcos. Y eran barcos que llegaron de allí”, declaró Fernández mientras elogiaba a su Madre Patria, borrando con el codo los cientos de años de ocupación y terrorismo que el imperio español impuso sobre estas tierras; negando la preexistencia de toda nación, concepción cosmológica, filosofal y social que tuvieran los pobladores originarios de la europeizada “América”.

El artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional de la República Argentina de 1994, establece: “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural”.

Aparentemente, el ahora presidente y exprofesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, olvidó por completo la ley que rige sobre el territorio nacional, que acuña un sinnúmero de etnias, incluso las europeas. Por más que intente desdecirse, alegando una confusión entre el nobel mexicano y el músico argentino Lito Nebbia, el uso del saber popular le suele jugar malas pasadas a aquellos que no lo sienten.

Seríamos injustos si consideráramos el “exabrupto” presidencial como una cuestión personal, ya que otros mandatarios argentinos de distinto tono político lo han tenido. Como el caso de Mauricio Macri quien, durante un acto por la independencia argentina, le presentó sus condolencias al rey español Juan Carlos I, cuando le manifestó: “Nuestros próceres debían tener angustia de tomar la decisión, querido rey, de separarse de España”.

Pero estos juegos de palabras, poco tienen de ideológicos y mucho tienen de prácticos, cuando de negocios se trata, cuando los intereses empresariales de las potencias europeas se sostienen por sobre la armonía de los pueblos, incluso la de sus propios descendientes.

Durante la jornada del 9 de junio, se reunieron los mandatarios de España y Argentina, para discutir entre otros temas el apoyo empresarial entre ambos países, donde Sánchez declaró: “Siempre estaremos al lado de Argentina en sus conversaciones con el FMI y el Club de París, El apoyo es absoluto y total”. También agregó: “Si algo certifica este encuentro empresarial es la apuesta de las empresas españolas por la Argentina, por el empleo y por el desarrollo de este país del que nos sentimos hermanos”.

“El foro empresarial Argentina-España se vincula con una iniciativa geopolítica de Sánchez. Se llama Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-22′, y apunta a recuperar espacios de negocios perdidos por la pandemia y a enfrentar desde el libre comercio la pulseada global que enfrenta a Washington con Beijing”, se lee en el portal infobae.com sobre las reuniones aledañas entre las comitivas de ambos mandatarios.

Más allá del notable gesto de racismo, absolutamente condenable, es poco frente a la constante marginación que se hace de los pueblos del continente, cualquiera sea su origen, empujando a miles a padecer el ajuste de la timba financiera y la contaminación de los proyectos de megaminería, fracking y soja for export, al que somos sometidos por los persistentes caudillos del imperio.

Habrán de pedir disculpas por el abuso de sus palabras, pero eso al pueblo no le alcanza.

--------------------

*Foto de portada: www.semana.com