Domingo 19 Mayo 2024
Se llevó a cabo la elección de quienes redactarán la Constitución que reemplazará a la pinochetista
 
Por Claudio Rojas desde Chile-17 de mayo de 2021

“Hoy la voz de la ciudadanía se escuchó (…). La ciudadanía nos ha enviado un fuerte mensaje, al Gobierno y a las fuerzas políticas tradicionales; no estamos sintonizando adecuadamente con las demandas y lo anhelos de la ciudadanía (…). Es nuestro deber como Gobierno escuchar con humildad y hacer todo lo que sea necesario para responder mejor a las necesidades, los anhelos y las esperanzas de la gente”. Con esas palabras iniciaba su discurso el Presidente de Chile Sebastián Piñera, discurso emitido en el marco del cierre del recuento de las votaciones de los Constituyentes. Con voz débil y nerviosa, salió el tirano de traje y corbata a entregar un discurso de derrota.

Lo cierto es que sus palabras son certeras. Se escuchó a viva voz el mensaje que desde el 18 de octubre del 2019 se difundió con más fuerza en Chile y el mundo entero, porque este mensaje lleva recorriendo el país de extremo a extremo, por más de 30 años e incluso antes. Este 16 de mayo la derecha política recibió el mensaje que no esperaban, el pueblo enviaba a las fuerzas políticas, a la élite económica y a los líderes de Estado de vuelta a su oscuro y antiguo cajón fúnebre. Pese a lo esperado por la clase política, el pueblo con lápiz en mano nuevamente les demostró que en Chile seguimos despiertos.

Este acontecimiento histórico vivido, este proceso político que aún no concluye, comienza a demostrar la potencia de la unidad, la historia de un país. Los vuelcos que pueden producirse en la historia de un país dependen del movimiento del pueblo. Los resultados importantes, los pasos importantes comienzan en la calle, pero terminan asistiendo a los locales de votación.

Luego de los resultados de estas elecciones convencionales constituyentes de Chile, queda evidenciado que el voto es un elemento que el pueblo aprendió a utilizar. El 2020 lo dejó claro tras el referéndum histórico donde la opción "Apruebo" tuvo un triunfo abismal por sobre la opción “Rechazo”.

El 15 y 16 de mayo del presente 2021 fueron los días elegidos para brindar un contragolpe absoluto al legado de Augusto Pinochet. Estas fechas fueron para disolver certezas, fragmentar un modelo y hacer temblar a la clase política dominante.

La ciudadanía, el pueblo chileno, nuevamente -tal como ocurrió el 25 de octubre del pasado 2020-, dijo "¡No!" a una repetición en la historia oscura y sucia del país.

Mediante el proceso de elección de integrantes de la Convención, la perpetuidad de la Constitución Política de la República, creada entre cuatro paredes y la cual aseguraba un modelo que hasta el día de hoy amenaza la vida y libertades, quedaría disuelto.

El camino por delante es complejo. Vienen procesos, negociaciones y acuerdos que definirán la dirección del país. Ahora, quedará en manos de unos pocos el futuro de los muchos.

No es momento de cantar victoria, pero sí de celebrar el triunfo momentáneo y trascendental en la historia del país, y no solo del país. Chile, con este proceso político, se posiciona como el primer país del mundo que llega con paridad de género (68 mujeres y 70 hombres).

Las lecciones y miradas en retrospectiva nos pueden dejar mucho, incluso, el proceso mismo nos demuestra la potencia de un voto. Uno solo puede, y es el que marca la diferencia, ese 1 + 1 que se continúa, que ese expande y que termina por demostrar algo.

A pesar de que el universo electoral fue de un 41% del total potencial, por diferentes razones, entre ellas divisiones, desconfianza en el sistema y sus autoridades, y dificultades para desplazarse, pues el Gobierno no dió facilidades de desplazamiento, se logró un resultado. Si el pueblo se hubiera unido contra el enemigo común, el resultado habría sido aplastador; ojalá que no tengamos que esperar el hambre para que sean capaces de unirse.

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*Foto de portada: www.pautacl.com