Jueves 25 Abril 2024
El pedido es concreto: un plan de gobernanza global y reducción de deuda

Por Emilia Cardozo-10 de abril de 2021

El Papa Francisco a través de una carta pidió al Banco Mundial y al FMI un “plan de gobernanza global” y la reducción de la deuda a los países pobres. Lo hizo en el marco de las reuniones de los organismos financieros internacionales que tendrá lugar en estos días. La envió el pasado 4 de abril, a través de Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio de la Santa Sede para la Promoción del Desarrollo Humano Integral.

La carta es verdaderamente una denuncia de la situación que atraviesan los países llamados del “Sur Global” y el estado deplorable en que se encuentra la naturaleza, con la cual el Pontífice asegura, tenemos una deuda, la deuda ecológica.

Sobre los países al margen del mundo financiero expresó que la pandemia de Covid-19 ocasionó “graves e interrelacionadas crisis socioeconómicas, ecológicas y políticas” por esto mismo apeló a un modelo de recuperación, pero advirtió: “La noción de recuperación no puede contentarse con una vuelta a un modelo de vida económica y social desigual e insostenible, en el que una exigua minoría de la población mundial posee la mitad de la riqueza".

A propósito de esto, el Pontífice exhortó a los organismos a tener: “Un espíritu de solidaridad mundial (que) exige también, como mínimo, una reducción significativa de la carga de la deuda de las naciones más pobres, que se ha visto agravada por la pandemia”. Y aclaró: “Esto significa necesariamente dar a las naciones más pobres y menos desarrolladas una participación efectiva en la toma de decisiones y facilitar el acceso al mercado internacional”.

Contra la fragmentación capitalista que enseña a resolver la vida de forma individual, el Papa pide acción en conjunto: “Aunque muchos países están consolidando ahora sus planes individuales de recuperación, sigue siendo urgente un plan global”.

Una vez más la tensión capital-vida vuelve al centro de escena de estos tiempos. El Papa recordó a los funcionarios que el “fin esencial de toda vida económica (es) el bien común universal” frente a la especulación financiera o las “leyes del mercado” que sabemos todo lo asesina. “Es hora de reconocer que los mercados -en particular los financieros- no se gobiernan a sí mismos (…) no podemos permitir que la ley del mercado prevalezca sobre la ley del amor y la salud de todos”.

Fue así que renovó lo pedido en el mensaje de Navidad “URBI ET ORBI”: “En este sentido, reitero mi llamamiento a los gobernantes, a las empresas y a las organizaciones internacionales para que colaboren en el suministro de vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados”.

Se dirigió a los países desarrollados, que se conoce son los principales causantes de la crisis ecológica, para que paguen esta deuda, pero “no sólo limitando significativamente su consumo de energía no renovable o ayudando a los países más pobres a promulgar políticas y programas de desarrollo sostenible, sino también cubriendo los costes de la innovación necesaria para ello”.

La carta concluye con un deseo de un “futuro más inclusivo y sostenible. Un futuro en el que las finanzas estén al servicio del bien común, en el que los vulnerables y los marginados se sitúen en el centro, y en el que la tierra, nuestra casa común, esté bien cuidada”.

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*Link de la carta original: https://www.vatican.va/content/francesco/es/letters/2021/documents/papa-francesco_20210404_lettera-banca-mondiale.html

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*Foto de portada: www.mdzonline.com