Jueves 28 Marzo 2024

Juan Grabois: “Hay que enojarse con los de arriba, no con los de abajo”

Por Daiana Carracedo desde Argentina-9 de agosto de 2022

Enfrentar pobres contra pobres, es una práctica habitué entre los miembros de una sociedad. En el norte argentino, con escasez de agua y alimentos, la situación se agrava aún más.

“Hacer pelear pobres contra pobres es lo que pasa cuando falta agua y a los niños no se los cuida”, dijo Juan Grabois en declaraciones a Salta/12. El referente de Patria Grande y dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) se encontraba presente en Salta durante un corte de ruta donde los pueblos originarios reclamaban por la muerte a causa de desnutrición de los niños de la comunidad. La protesta iba dirigida al Ministerio de Salud Pública de Salta, que sigue sin nombrar facilitadores interculturales que colaboren para mejorar la atención sanitaria a personas de los pueblos indígenas. En el marco del corte, una mujer que según los manifestantes sería funcionaria municipal y sería además pequeña productora de la zona, acuso a las comunidades de asesinar a su propia gente. La funcionaria comunal fue a agredir, diciendo que las comunidades no le daban de comer a los chicos.

En los últimos meses ya son seis los niños que murieron por desnutrición en las comunidades Wichí. El sistema de salud en el norte argentino es muy precario. Si a esto le sumamos la falta de facilitadores interculturales para la zona, la brecha entre los pueblos originarios y el acceso a la salud se hace más grande.

“Existen crímenes de Estado por omisión. Estos crímenes por omisión ocurren porque aquí no se hace lo que se tiene que hacer. Hay que enojarse con los de arriba, no con los de abajo”, indicó Grabois.

En cuanto a los controles de salud, los hospitales de la zona toman la talla y peso de los niños con frecuencia, pero sin que se dé un refuerzo alimentario específico a los niños que presentan desnutrición.

Los jóvenes que logran superar los problemas de salud, se dedican a hacer y vender carbón. Pero la policía, en complicidad con Ministerio Público Fiscal de Salta, se los sacan. Mientras tanto, se ven camiones desmontando todo el bosque nativo, circulando con total impunidad. Por esa razón, la responsabilidad de la muerte de niños Wichi y de los problemas de salud recae sobre el Estado y los terratenientes que destruyeron el hábitat de las comunidades.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos decretó la entrega del territorio a las comunidades originarias de Santa Victoria Este (en el departamento Rivadavia). Pero aún se siguen negando los títulos de esas tierras.

“Existe una situación de abandono criminal y la muerte de cada uno de esos niños es responsabilidad del Estado, de los grandes empresarios y también un poco nuestra por no luchar lo suficiente para resolver ese drama. Que en nuestro país se estén muriendo chicos literalmente de hambre, desnutridos y deshidratados, es responsabilidad de cada uno de los argentinos para que no suceda: los que tienen que gobernar, tienen responsabilidad por gobernar mal y los que no estamos gobernando, la responsabilidad por no luchar lo suficiente por ellos”, concluyó Grabois.

Bien sabido es que los pueblos originarios utilizan sus propias medicinas ancestrales para mantener la salud de las comunidades. Mientras en el sur argentino la cordillera es frontera para que los machis mapuches puedan hacer circular sus medicinas ancestrales entre las comunidades de Chile y Argentina, en el norte ya no tienen sus bosques nativos para nutrirse de la sabiduría ancestral.

Y en el medio nosotros, una sociedad puramente occidental que compra los remedios en farmacias, accediendo a cobertura de salud que se esconden tras una industria farmacéutica cuyo producto muchas veces es extraído del mismo lugar: los bosques nativos pertenecientes ancestralmente a los pueblos originarios.

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*Foto de portada: saltanews.com.ar