La versión oficial postula a la familia como reticente a la atención sanitaria

Por Daiana Carracedo, desde Argentina-14 de julio de 2022

Dejar desamparada a una comunidad tiene sus consecuencias. Un Estado ausente, una sociedad indiferente y un equipo de salud con recursos deficientes son la triste realidad del pueblo originario Wichí, en Salta.

Ninguno de los actores antes mencionados habla el idioma Wichí, haciendo la comunicación con el pueblo casi imposible. Además, recientemente, el gobierno provincial suspendió la entrega de leche gratuita para los niños y decidió incorporar una partida de dinero para que se compense el costo del insumo. Pero el valor de la leche es hasta 3 veces mayor que el dinero proporcionado. Hasta la fecha, ya se contabilizaron 12 muertes de niños, aunque no se determinó si fue por desnutrición o por otras causas.

La situación más grave que vive la comunidad Wichí es la falta de recursos para tratar a los más pequeños, incluso cuando se los llevan para realizar la autopsia, no se dan explicaciones.

El 29 de junio pasado una nena de dos años falleció en la comunidad La Quebradita, ubicada sobre la ruta nacional 34, a unos 700 metros del pueblo de General Mosconi, municipio del departamento San Martín (Salta). El certificado de defunción dice que el deceso se produjo a raíz de una falla multiorgánica generada por una infección generalizada que tuvo a su vez como base una desnutrición severa.

“Me dijeron que iba a estar un día al mediodía, y recién la trajeron al otro día a las 6 de la mañana”, contó el padre. “Me la entregaron con el cuerpo incompleto”, denuncia al referirse al cuerpo de su hija luego de la autopsia realizada en la ciudad de Orán.

Días antes, el 7 de junio, la madre de la niña se fue del hospital llevando a su hija. Ella manifiesta que recibió maltrato por parte de una enfermera, quien no hablaba el idioma Wichí. En el hospital no había traductor. Volvió a su casa, en la comunidad, pero al ver la llegada de la policía se asustó y huyo hacia General Ballivián, otro municipio del departamento San Martín, en donde la niña finalmente falleció el 29 de junio.

Hace pocos días los agentes sanitarios visitaron la vivienda familiar acompañados de la policía. Querían llevar al hospital de Oran para un control al otro hijo de la pareja, quien también está esperando la llegada de su tercer hijo.

“Ya nos han hecho acobardar con lo que pasó con mi hija. Y ahora la enfermera viene con policía. ¿Qué es eso? ¿Qué, vienen a examinar a un criminal en la casa? ¿Acaso no vienen a buscar un enfermo? Eso queda mal y hacen quedar mal a la gente”, afirmó el padre.

La versión oficial

En el informe del ministerio de salud dice que “al tratarse de una niña (bajo peso) que frecuentemente presentaba infecciones respiratorias, diarrea y, en ocasiones, vómitos, se planificó la atención en el Centro de Recuperación Nutricional (CRN) del hospital Juan Domingo Perón (de Tartagal, ciudad cabecera del departamento San Martín)”.

Además, aclara que la niña recibió atención mensual de los agentes sanitarios, pero que la familia era reticente a la atención sanitaria.

“El equipo de salud salió a la búsqueda de la niña por distintas misiones, no logrando encontrarla”, agrega la información oficial. Finalmente, el 29 de junio, una pariente de la niña alertó al equipo sanitario de que estaba ya sin signos vitales en Misión El Corralito.

Es natural que una madre que ve llegar a su casa la policía, intente proteger a su hija. Las comunidades originarias vienen sufriendo hace años situaciones de violencia por parte de las autoridades y la policía. Por esa razón no saben diferenciar si se les va a prestar ayuda o si se quiere atentar contra la familia. Sumado a la falta de comunicación por no conocer el idioma, las comunidades originarias viven cada vez más marginadas de la sociedad y el sistema de salud.

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*Foto de portada: perfil.com