Por José Guzmán, desde Argentina-11 de junio de 2022

Dirigentes políticos y víctimas aseguraron en un congreso llevado a cabo en la provincia de Neuquén (Argentina) que hay agrupaciones en Argentina y en Chile que son financiadas y asesoradas por el narcoterrorismo.

En esta conferencia internacional que se realizó con altos tintes xenófobos y volviendo a plantear la teoría del enemigo interno que no hace más que recordar a los nefastos años de la dictadura , señalaron que “existen conexiones permanentes y verticalistas” entre grupos violentos y revolucionarios mapuches instalados a uno y otro lado de la Cordillera de los Andes, denunciando además que “muchos de los que levantan la bandera de esa comunidad, principalmente en Chile, son financiados y entrenados por narcocriminales”.

Así, una vez más, estos hechos aleatorios dejan por detrás la verdadera razón de la resistencia mapuche, a uno y otro lado de la cordillera, ya que en ningún momento se intentó siquiera esgrimir palabra alguna sobre su cosmovisión o intentar dar un panorama para esclarecer realmente la profundidad del porqué de estas recuperaciones territoriales.

El encuentro se realizó en un hotel de la capital neuquina y contó, entre otros, con la presencia del ex Senador y Auditor General de la Nación Argentina, Miguel Ángel Pichetto, los diputados Victoria Villarruel (referente del espacio de Javier Milei) y Francisco Sánchez (Juntos por el Cambio), y el legislador chileno Diego Schalper.

“La amenaza Wallmapu” como así denominaron el encuentro, para visibilizar los episodios violentos, amenazas y usurpaciones de grupos “autodenominados mapuches” no fue más que un puntapié inicial para una caza de brujas en este 2022 post pandémico.

“Nos convoca una preocupación común entre ambos países y es el avance discriminado de grupos violentos, que tienen la intención de despojarnos de nuestras tierras a partir del ejercicio de la violencia, los atentados y el vandalismo”, señalaron los organizadores en el preámbulo del cónclave.

Durante las exposiciones vincularon a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), en Chile, con la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), liderada por el prófugo Lonko Facundo Jones Huala, organizaciones que se presentan como supuestos “brazos armados” de la causa mapuche.

Sin aclarar que el informe RAM realizado durante el gobierno de Mauricio Macri e impulsado por Patricia Bullrich en Argentina tiene similitudes a los de la operación Huracán realizada en Chile, la cual luego, en instancias judiciales, fue reconocida como un montaje funesto de agentes del Estado contra las comunidades Mapuche.

La CAM, en chile, hizo días atrás un llamado a “organizar la resistencia armada” en Chile con el fin de “prepararse para la defensa”, una vez que el presidente Gabriel Boric decidió militarizar el sur del país para frenar los episodios violentos que fueron adjudicados a agrupaciones mapuches. Boric además declaro: “Es una unidad político-militar que lucha por alcanzar su proyecto político de la reivindicación, recuperación y la independencia de territorios del pueblo mapuche sobre la jurisdicción del Estado de Chile”.

Y días más tarde la Cámara de Diputados de Chile, aprobó el proyecto de resolución que declara a las organizaciones Coordinadora Arauco-Malleco, Resistencia Mapuche-Malleco, Resistencia Mapuche-Lafkenche y Weichan Auka Mapu como asociaciones ilícitas de carácter terrorista, requiriendo a la Presidencia de la República su persecución conforme a la ley.

El diputado Sánchez alertó que “hay riesgo de actividad armada en argentina en el marco de este conflicto” y recordó que “en el año 2011 asesinaron a un policía y fueron dos anarquistas chilenos, hay usurpaciones violentas y ataques a funcionarios públicos, en el afán de incorporar territorio chileno al sur de Bio Bio y buena parte de Argentina”.

Los expositores fueron críticos con el Gobierno no sólo por su “inacción” ante el avance de los “grupos mapuches” sino también “por darles respaldo” afirmaron.

Pichetto, durante su exposición, dijo que el accionar de grupos autodenominados mapuches rozan “comportamientos terroristas” e insistió con el apoyo que tienen esas comunidades de dirigentes de Montoneros.

“Grupos como la RAM constituyen el primer movimiento separatista de Argentina, que no reconocen al Estado como tal”, señaló el referente de Juntos por el Cambio. “Estamos analizando hechos de naturaleza violenta, ocupaciones ilegales, sabotajes e incendios que configuran delitos casi cercanos al terrorismo” afirmó.

Odio, xenofobia y violencia segregan este tipo de acciones que no son más que actividades retrogradas de un mundo distópico en el cual estamos inmersos sin saberlo.

La decadencia se ve reflejada en cada segundo de este mundo bizarro sobre el que nos toca resistir. Acaso el dolor de los oprimidos no puede entenderse o en esta sociedad donde reina la superficialidad, lo que es realmente importante ha dejado de serlo, para dar lugar a efímeros intentos de humanidad que son disipados con el yugo del asqueroso poder.

George Orwel decía en su magnífico libro 1984 que “la libertad es la esclavitud” y en nuestro efímero universo nacemos para ser esclavos, en este mundo supuestamente moderno, caracterizado por tener que trabajar siempre más horas para subsistir, subyugado por el consumo descontrolado, en aras de nada. En una sociedad basada por y para el consumo la libertad no es más que una mera apariencia.

Pocos son los que pueden ser libres, pero libres en serio asumiendo las consecuencias que imponen aquellos que al estar inmersos en la decadencia total no pueden o quieren verse a sí mismos. Y entre esos pocos se encuentran las comunidades mapuches que no realizan las recuperaciones territoriales con un mero afán egoísta, sino que existe una cosmovisión muy profunda, que pretenden recuperar del fango irracional. Tierras de un pueblo que la sociedad Winka los despojó hace ya más de 500 años.

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Foto de portada: originarios.ar