Por Daiana Carracedo, desde Argentina-18 de octubre de 2021

El 11 de octubre, para el calendario gregoriano, simboliza el último día de libertad de los pueblos originarios, que fueron invadidos por la Corona española desde el primer día que tocaron tierra en el continente, el 12 de octubre de 1492. En el marco de esa fecha, desde el Movimiento Cultural Internacional Our Voice dialogamos con Pachakuti Aqarapi Wanka (Freddy Acarapi Huanca), politólogo y fundador de la Escuela de Pensamiento Pacha, que habló sobre la Wiphala, un concepto que representa no solo una bandera sino toda una simbología.

En el mundo moderno, el concepto de guerra se afianza cada vez más. En la carrera por el poder, los diferentes países compiten por el primer lugar. En contraposición, Pachakuti nos contó que en aymara no existe lingüísticamente una palabra que se asemeje a guerra, dominación, poder. Sin embargo, la Wiphala ha empezado a tomar un papel protagónico. Hasta antes de 1492 la Wiphala portaba un espíritu pacifico. Pero a partir de la llegada de Colón, comenzó a transformarse. Es importante destacar que el colonialismo no solo trajo armas, sino también símbolos. Y frente a estos símbolos la Wiphala se convierte en guerrera.

El 16 de noviembre de 1532 Pizarro capturó a Atahualpa, el último soberano del Imperio incaico. Allí se inició un nuevo tiempo, Auca Pacha: tiempo de guerra. A su vez, este se desplegaría en dos conductas. El primero es el León Macha, es decir el colonialismo/invasionismo. Y frente a esta conducta está el Katar Pacha: el tiempo reconstituyente.

Pero la Wiphala no es una bandera. Una bandera simboliza un pensamiento, una historia occidental. La Wiphala no se puede llamar de ninguna manera ‘bandera’, ya que es un símbolo que representa la estructura social, económica y política del pueblo originario. Tiene el rol de recomponer la conciencia y debilitar el colonialismo. Viene a impulsar a que la vida política, social y cultural de este continente se la mire de otra manera.

Agenda Atahualpa 2032

Es una agenda que se viene pensando desde 2010, en vista del quinto centenario de la invasión al Inca (1532) y muerte de Atahualpa (1533). Está orientada a restituir el autogobierno indígena. Busca instalar la idea de acabar definitivamente con el sistema político y de partidos que no incluye a los indígenas. En esta modernidad solo hablamos de colonialismo como método de dominación. Pero esto es algo que sucedió en 1492. En el presente estamos siendo invadidos todos los días por ideologías y culturas. Frente a esto Pacha nos dijo que “lo que hay que hacer es des-invasionar, quiere decir, recobrar la autonomía y soberanía política, cultural y espiritual”.

Con la Escuela del Pensamiento Pacha se inculca que el pensamiento colonial tiene que desaparecer. La escuela está conformada por un conjunto de jóvenes, entre varones y mujeres, provenientes de distintos pueblos, naciones o ciudades, que impulsan proyectos con sus propios recursos, sus propios esfuerzos, sus propias contribuciones.

La producción de coca y el narcotráfico

Consultado sobre la relación de la hoja de coca y el narcotráfico, y la visión que tiene dentro de esta nueva estructura, que busca instalar la agenda Atahualpa 2032, Pacha expresó: “La coca es un elemento espiritual del mundo Aymara. Pero de 50 años para acá, la producción de la hoja ha sido desarticulada y manipulada. Entonces ahí está el narcotráfico de por medio. En nombre de la producción artesanal plantan miles de hectáreas y el excedente termina en el narcotráfico. Eso debe erradicarse. En la agenda Atahualpa 2032 se debe recomponer el sentido del cultivo de coca”.

Los pueblos originarios no están colonizados. Si así fuera, todos estarían felices con las banderas y el capitalismo, entre otros. Están colonizados los que reproducen a la elite dominante, la gente que hoy enfrenta a la Wiphala. El Estado colonial sigue vigente.

“A mí me gustaría que todos los países tengan Wiphala. No bandera, que emana colonialismo”. Con este pensamiento se despidió Pachakuti Aqarapi Wanka.

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*Foto de portada: Facebook.com