Jueves 28 Marzo 2024
Por Claudio Rojas, desde Chile-12 de julio de 2021

Durante la tarde del pasado viernes 9 de julio recién, el joven mapuche y exestudiante de antropología en la Universidad de Concepción-Chile, Pablo Marchant, miembro de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), murió al interior del fundo Santa Ana Tres Palos de la forestal Mininco (De propiedad del Grupo Matte), producto de un disparo de Carabineros que impactó directamente en su cabeza.

Carabineros indicó a la Fiscalía que los policías de Control de Orden Público (Fuerzas Especiales), quienes cumplen labores de seguridad en dicho lugar a raíz de una medida cautelar que así lo ordena, habrían disparado para repeler un ataque incendiario que Marchant junto con otras personas buscaban ejecutar contra una propiedad de la forestal Mininco, en dicho lugar.

"Lo que pasa es que los cuerpos eran parecidos con el fallecido que es Pablo Marchant, un weichafe de la CAM y como le llegaron balazos en el rostro, se le había deformado un poco".

Interferencia pudo conversar en la madrugada con el vocero de la CAM, Héctor Llaitul, quien estaba notablemente afectado por la muerte de Marchant y explicó lo ocurrido durante esa noche.

“Pablo vivía en mi casa, es un militante nuestro, murió combatiendo, por lo que lo vamos a reivindicar. Un Órgano de Resistencia Territorial (ORT) de la CAM, que se llama Lafkenche-Leftraru, en una acción de sabotaje a la forestal Mininco -custodiada por Carabineros- desarrolló una intervención, y en ese contexto Carabineros se enfrenta a los weichafe y resultan heridos dos weichafe, uno abatido en el lugar y otro que está arrancando por los cerros herido; esa es la situación. Se hizo suponer que era mi hijo, pedimos todas las gestiones posibles poder visitar el cuerpo para identificarlo. Fuimos y tenía deformado el rostro por los tiros o tal vez le dispararon después, no lo sabemos. Estamos consternados por la caída de un weichafe destacado la CAM, Pablo Marchant”, finalizó.

En entrevista exclusiva en Radio Universidad de Chile, el líder de la CAM, Héctor Llaitul, se refirió a lo sucedido.

“Pablo Marchant tiene un impacto en su cabeza por atrás y al parecer tiene otro en la parte de la sien en la cabeza, por lo tanto, todo da cuenta de que esos tiros fueron a corta distancia y podemos suponer que fue ejecutado. Hay un registro que rápidamente fue bajado, de un trabajador que dice que atraparon a uno de los weichafes y ese registro ya no está en las redes, pero al parecer uno de los trabajadores registró esa situación. Nosotros no sabemos aún qué pasó ahí y tendrá que ser dilucidado de alguna manera”, complementó sobre lo sucedido el pasado viernes en un fundo de Forestal Mininco.

“Yo no entiendo, no logro entender, cómo Carabineros, la inteligencia de los pacos, la Fiscalía, se prestó para una maniobra tan del horror de informar que era un hijo mío. Esa situación no la logro entender, qué pretendían hacer con eso, si enviar una señal desde la Inteligencia, si fue una maniobra distractora para algo, no lo logro entender, o tal vez un tipo de incapacidad que puede entenderse como negligencia o estupidez”, manifestó Héctor Llaitul.

En tanto, sobre la acción en la que participaba Pablo Marchant al momento de su asesinato, Héctor Llaitul expresó que se trataba de una acción de resistencia en contra del sistema de propiedad usurpado, contexto que no puede dejarse fuera, al abordar este tipo de hechos.

“Estamos hablando de una zona donde hay una recuperación territorial por comunidades, estamos hablando de un predio que ha sido reivindicado por comunidades, de una realidad concreta donde ese predio está siendo objeto de explotación forestal por la industria forestal, por los grupos económicos con maquinaria, toda su industria y custodiado por carabineros y por guardias privados forestales, contratadas por las forestales (…). Eso es en un contexto en que esos predios están siendo reclamados por comunidades en circunstancias que ya todos saben que esos predios fueron usurpados, pertenecieron a nuestra comunidad antaño, son reivindicaciones territoriales muy justas, legítimas, con base histórica, con base de memoria y eso explica la justicia de nuestra lucha en la demanda territorial”, explicó.

“Aquí, más allá de la confrontación a los niveles que se está desarrollando, hay que hacer una reflexión del contexto sociopolítico en que está enfrentándose la causa mapuche. Cada vez la zona está más militarizada, cada vez hay más represión y criminalización a la causa mapuche. Nosotros no estamos viviendo la realidad de la (Convención) Constituyente, de la gente que está allá y que se cuadran. Nosotros vivimos acá una verdadera dictadura, aquí están los blindados, la policía militarizada, los militares, los drones, las tanquetas, acá están custodiando predios que son demandados por décadas por las comunidades que anhelan y no van a transar en la recuperación de sus tierras. Aquí hay un conflicto real”.

Al respecto, Llaitul también destacó que esta usurpación de las forestales no solo afecta a los mapuches, sino también a toda la ciudadanía, pues la industria está depredando la naturaleza, secando hectáreas de tierra.

“Dos forestales controlan 3,6 millones de hectáreas que están siendo reivindicadas por nuestro pueblo, que son 3 o 4 veces más tierras, que todo lo que posee nuestro pueblo nación mapuche y esas 3,6millones de hectáreas forestales, son parte de políticas extractivistas que están arrasando, depredando los territorios ancestrales en el Wallmapu, convirtiéndolo en un lugar desértico, dejando sin agua a nuestra gente, no solo a los mapuches”.

En este contexto, el líder de la CAM, Héctor Llaitul, en entrevista con Radio Universidad de Chile, sostuvo que preliminarmente sostienen que Marchant fue ejecutado, debido a disparos en la cabeza a corta distancia, según la misma declaración de Carabineros, que consigna Ciper Chile.

Ante esta lucha Héctor Llaitul destacó “que quienes están más comprometidos con la causa mapuche son conscientes de que se han ganado el odio de la burguesía y los agentes del Estado, pero que saben que aquello es parte de este proceso de reivindicación”.

Hechos llamativos que nos hacen pensar en un montaje, que es característico de Carabineros, especialmente en el Wallmapu:

1° ¿Por qué si la versión oficial habla de enfrentamiento, el abatido tiene su rostro destruído?

2° ¿Por qué los Carabineros envueltos en la operación no llevaban sus cámaras Go pro que de acuerdo a los protocolos de la Institución es obligatorio portar y usar? Esto es similar a lo que vimos en el caso Catrillanca.

3° Existe un video (adjunto link*) del enfrentamiento, que, aunque no se escucha ni se ve mucho, si se escucha un audio con un grito que dice “atrapamos a uno”, esto no se condice con lo que es un enfrentamiento; además si lo atraparon, ¿cómo se explica que tuviera su rostro desfigurado por las balas?

Muchas preguntas sin respuestas, pero se vislumbran irregularidades que no guardan relación con la versión oficial de los hechos.

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*Foto de portada: noticiasporelmundo.com

*Foto 2: kaosenlared.com