Jueves 28 Marzo 2024
La explotación de la crisis y del shock se había usado muy a conciencia por los libres especuladores financieros radicales… Milton Freedman escribió en 1982, ‘solamente una crisis real o percibida produce un cambio real’ y admitía que sus ideas y su visión de un mundo radical y privatizado no podrían ser impuestas en ausencia de una crisis… pero pienso que en la mayor parte de los casos no importa lo que se quiere realizar, sino la aptitud psicológica que prepara al desastre para que cuando la crisis golpee estén listos para aceptar lo que harán.” (3)
En otras palabras el sistema actual no podría despedir a ultranza, dar mucho dinero a los bancos, o imponer una militarización férrea, si no hubiera una “crisis”. Las crisis servirían también para permitir a las autoridades de hacer aceptar cosas, que de otra manera serían inaceptables. De hecho, no es ciertamente una solución militarizar, dar dinero a los más ricos o quitar el trabajo. La solución es quitar el poder a quien lo ha usurpado. Algún autor con datos en la mano, ha hablado de una grave crisis de los derechos humanos. Como surge de los datos de Amnesty International, en muchos países, con la excusa de la “crisis”, no se respetan los derechos humanos.
Explica el portavoz de Amnesty Italia, Riccardo Noury: “Los derechos humanos ya sacrificados en nombre de la ‘guerra al terror’, han sido puestos nuevamente en segundo plano, por esta nueva emergencia. La recesión además de empeorar las condiciones de vida ha alimentado la inestabilidad política y la violencia de masa y ha sido usada para justificar una dura represión del disenso: desde Irán a Zimbawe, desde Guatemala a Siria, desde Turquía a China. El clima de inseguridad ha vuelto aún más vulnerables a países que ya vivían graves dificultades, desde Afganistán, donde el clima de inestabilidad ha perjudicado el acceso a la comida, a la asistencia médica y a la instrucción, a Pakistán, precipitado en una espiral de violencia. Tenemos que ser conscientes de que la pobreza no es un accidente inevitable, sino el fruto de decisiones y políticas reversibles. La crisis que estamos viviendo no es solo financiera, es una crisis de derechos humanos y es justamente a los derechos humanos a los que debemos regresar, en los derechos humanos tenemos que buscar la solución.
Por estas razones hemos lanzado la nueva campaña ‘Yo pretendo dignidad’, para devolver la dignidad a los prisioneros de la pobreza al fin de que puedan cambiar su vida y convertirse ellos mismos en autores de este cambio”. (4)
Algunos se preguntan cuándo explotarán las rebeliones. Algún otro habla de “revoluciones productivas”, tomando como ejemplo la que se hizo en muchas fábricas argentinas. Los obreros sin ninguna violencia o protesta, entraron en las fábricas y reactivaron la producción. Ahora, bajo el control de los obreros, muchas fábricas producen utilidades que se dividen igualmente entre todos los trabajadores.
En efecto el grupo de poder tiembla cuando los pueblos comienzan a creer en sí mismos y toman las riendas de la situación. No hay necesidad de ideologías, de partidos, o de gurús, estas cosas las han creado las mismas personas que nos oprimen. Sólo es necesario creer en sí mismos y no sostener más al viejo régimen.
Algunos sostienen que el grupo hegemónico y sus siervos tienen miedo y no saben que más hacer. Algunos autores hacen notar que están sucediendo muchas cosas y que las luchas de los pueblos no siempre se hacen con el viejo estilo.
El periodista y escritor Paul Hawken, luego de haber hecho muchas conferencias en distintas partes del mundo, se dio cuenta de la existencia de un movimiento compuesto por millones y millones de personas que han intentado cambiar el sistema actual.
No se trata de un movimiento del tipo tradicional, éste tiene dimensiones que ningún otro movimiento ha tenido nunca antes y es minimizado por las autoridades para tratar de que no se comprenda que el mundo de hoy es verdaderamente distinto al de otras épocas.
Hawken explica en su libro titulado “Moltitudine inarrestabile” (Multitud imparable), como ha nacido el más grande movimiento del mundo y porque ninguno se ha enterado”.
“Lo que salta a los ojos es indiscutible: fusiones coherentes, orgánicas, auto gestionadas, que reúnen decenas de millones de personas que trabajan por un cambio… Las personas no siempre saben leer y escribir o son instruidas. Muchos individuos en el mundo son pobres y sufren de enfermedades crónicas.
No siempre los pobres logran procurarse la comida necesaria para una alimentación correcta y tienen que luchar para nutrir y educar a sus hijos. Si personas con cargas tales, logran ir más allá de sus dificultades cotidianas y actuar con el objetivo claro de luchar contra la explotación y trabajar para la reconstrucción, entonces se está preparando algo verdaderamente poderoso… Curar las heridas del mundo y las de sus habitantes no demanda santidad o un partido político, sino solo un buen sentido y la perseverancia. No se trata de una actividad liberal o conservadora, se trata de un acto sagrado. Es una empresa enorme que ciudadanos comunes y no gobiernos autoproclamados u oligarcas, están llevando adelante en todo el mundo. Según algunos historiadores y analistas, los movimientos existen solo cuando poseen un núcleo de creencias ideológicas o religiosas. Además no existen en el vacío total: un líder fuerte, protagoniza cualquier movimiento y a menudo constituye el eje intelectual, incluso después de que ha muerto. El movimiento que describo en este libro, como ya he dicho, no se identifica con ningún líder y en consecuencia representa un fenómeno social totalmente distinto… El movimiento nace y se difunde en todas las ciudades y países, comprendiendo prácticamente cada tribu, cultura, lengua y religión, desde los Mongoles a los Uzbekos, a los Tamiles. Está compuesto por familias hindúes, estudiantes australianos, agricultores franceses, personas sin tierras del Brasil, bananeros de Honduras, los ‘pobres’ de Durbán, habitantes de las aldeas en Irian Jaya, tribus indígenas bolivianas y amas de casa japonesas. Sus líderes son agricultores, zoólogos, zapateros y poetas. Ofrece un sostén y un sentido a miles de millones de personas en el mundo.
Este movimiento no puede ser dividido, porque está extremadamente fraccionado, es una colección de pequeños grupos con enlaces muy abiertos… Imaginaos la existencia colectiva de todos los seres humanos como un organismo, de los que se apoderan actividades inteligentes, respuestas inmunitarias de la humanidad para resistir o curar los efectos de la corrupción política, economías enfermas y degradación ecológica, independientemente del hecho de que sean causados por el libre mercado, por la religión o por ideologías políticas. En un mundo que se ha vuelto demasiado complejo a causa de ideologías restrictivas, incluso la misma palabra ‘movimiento’ puede resultar limitante para describir tal proceso. La escritora activista Naomi Klein, lo llama ‘el movimiento de los movimientos’… Por primera vez en la historia, a un gran movimiento social no se lo mantiene junto por un ‘istmo’. Lo que lo une son las ideas, no las ideologías. Hay una gran diferencia entre ambas: las ideas hacen preguntas y liberan; las ideologías justifican y mandan… Si existe un sueño común a todo el movimiento, a pesar de su diversidad, es el de un proceso: en una palabra, la democracia, pero no aquella practicada y corrupta de las multinacionales y de los estados modernos”. (5)
El libro de Hawken hace comprender cómo los modelos económicos son desastrosos. Estas ideologías han sido creadas por las mismas personas que han creado y protegen el sistema.
Para cambiar sería necesario simplemente “evolucionar”, o bien comprometerse en lo que puede producir un crecimiento individual y colectivo.
No olvidemos algo que ha sucedido el 30 de septiembre de 1999, en Seattle, en ocasión de la Conferencia de Ministros del WTO (Organización Mundial de Comercio). Un evento que ha hecho asustar mucho a los “stegócratas” (del greco “stegos” que esconde) (6) que en el G8 de Génova, previsto para el 2001, planearon una dura represión. En Seattle se presentaron centenares de pequeñas organizaciones de ciudadanos, provenientes de muchas partes del mundo, para pedir cuentas sobre el comportamiento del WTO.
No se trataba de “fanáticos” o extremistas violentos, como lo han descrito los medios, sino de personas comunes, educadores, agricultores, obreros, monjas, estudiantes, etc. que se estaban preocupando por el futuro del planeta y de la humanidad. No tenían ninguna ideología estrambótica y ciertamente no se oponían al comercio, pero pedían que hubiera reglas que no sometiesen los débiles a los más fuertes.
Institutos como el WTO, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) actúan sin tomar en consideración de ningún modo los intereses de los pueblos. Para ellos fenómenos como el paro, la desocupación, la miseria y la muerte por hambre, no existen, o bien hay que minimizarlos.
No existe nunca ninguna responsabilidad para las aberraciones económicas producidas por el modelo que ellos imponen. Economistas al servicio del poder consideran un mundo al revés: en el que no son las personas las protagonistas, sino las cosas materiales, que deben ser administradas por colosos societarios, dominados por una ciega e inhumana avidez.
Los que manifestaron en Seattle sabían que algunos mecanismos puestos en escena por la globalización del comercio, habrían causado la pérdida de “la resistencia económica, o bien la capacidad de las economías regionales, de resistir a los ciclos de rápido crecimiento y de recesión. Es más, incluso la seguridad económica ha desaparecido. Cuando las comunidades dependen casi por completo de fuentes de producción lejanas a miles de kilómetros, hasta continentes enteros, estas se convierten en ciudades fantasmas delimitadas por “fastfood” y gigantescos “hard discount”. (7) 
Nuestros medios de comunicación quieren convencernos de que no está sucediendo verdaderamente nada importante y nuestras autoridades nos inducen a creer que sólo ellas pueden afrontar y resolver los problemas y mientras tanto los empeoran.
Algo es cierto: no será el mismo sistema que ha creado los problemas el que nos sacará de ellos. Hay que hacer algo a la fuerza.
¿Qué se puede hacer en concreto para tomar las distancias del sistema? Muchas cosas, por ejemplo:
-Entender cómo manipula el sistema, o bien cómo crea el consenso e induce a las personas a actuar en contra de sus mismos intereses. Estudiar textos que puedan hacernos comprender estos mecanismos. Entender cómo nosotros mismos podemos ser condicionados. NADIE ES INMUNE.
-Entender qué estrategias financieras, económicas o mediáticas está utilizando el grupo dominante, para tener bien claros los casos de crímenes contra las personas y los pueblos. Por ejemplo: entender que en Afganistán los están llamando “terroristas” a todos, incluso a la legítima resistencia.
-Entender los intentos del sistema para impedir una mayor consciencia, utilizando el miedo u otras técnicas. Por ejemplo: entender que la reciente emergencia de pandemia ha sido utilizada además para crear miedo y distraer la atención.
-Entender la singularidad histórica del período en el que estamos viviendo. A este fin hay que preocuparse de estudiar libros independientes, que ayuden a comprender nuestra verdadera Historia, aquello que no nos ha sido enseñado en las escuelas.
-No desarrollar ninguna actitud facciosa, o “síndrome del enemigo”. No hay ningún verdadero enemigo. Simplemente se trata de tomar conciencia de una situación precisa: los pueblos se han des responsabilizado, encomendándose a autoridades externas, que se han aprovechado de esta situación para crear una realidad funcional a su poder: han hecho creer a los pueblos que son impotentes y han suscitado miedo y sumisión, incluso a través de las tantas ideologías orquestadas a este fin. Ahora se trata de hacer el proceso inverso: responsabilizarnos y retomar la soberanía que nos pertenece. Un proceso que ya ha comenzado. El simple hecho de darse cuenta de la situación, implica comenzar a cambiar.
-Practicar la desobediencia civil en muchas formas. Por ejemplo: no comprando productos de corporaciones criminales, o bien no dando apoyo alguno, a los políticos corruptos.
-No preocuparse del juicio de otros. Siempre habrá alguien que trata de acusar de excesivo idealismo a quien habla de transformación. Siempre ha sucedido así: quien quiere realizar algo nuevo, es ridiculizado al inicio. Cada cosa nueva, al inicio parece extraña o difícil de realizar, pero si todos renunciasen no se daría ninguna transformación. Hay que tener también en cuenta que desde hace siglos recibimos condicionamientos que nos inducen a pensar que las cosas nunca cambiarán y que si lo hacen es porque las autoridades así lo han querido.
-Compartir con los demás los conocimientos y la conciencia que hemos adquirido. Obviamente sin la intención de imponer nada a nadie, sin guardar rencor hacia quien piensa de forma distinta.
-No pretender que todos estén de acuerdo en todo, se puede colaborar incluso sin compartir todo. El punto principal es comprender que es necesario hacer algo, para cambiar y que existe un grupo que trata de llevar adelante un sistema secular que debe ser derribado porque produce miseria, guerras y crímenes.
-Evitar alimentar la mente con “basura mediática”, como programas televisivos de baja calidad o revistas de chimentos. Al contrario, practicar actividades sanas, culturales, sociales o artísticas.
-Profundizar en el tema de los movimientos llevados a cabo por los nativos americanos, personas del Tercer Mundo, o ciudadanos de otros países. Entender lo que está sucediendo verdaderamente en el mundo.
Entender eso que la televisión no nos dirá nunca.
Habituarse a pensar en la posibilidad de un mundo distinto. Por ejemplo, como dice Hawken, preguntarse: “¿Cuáles son las características necesarias para el leadership (liderazgo), cuando el poder se origina desde lo bajo, en vez de bajar desde lo alto? ¿Qué aspecto tiene una democracia en la cual el poder no está en manos de una minoría? ¿Qué busca un mundo en el cual las soluciones a nuestros problemas, llegan desde lo bajo? ¿Qué sucederá si entramos en una etapa de transición del desarrollo humano, en el cual lo que funciona resulta invisible, porque muchas miradas están puestas en el pasado? ¿Qué sucederá si algunos valores fundamentales son difundidos nuevamente en todo el mundo y animan complejas y significativas redes sociales que representan los gobiernos futuros?”
Muchos activistas por los derechos humanos están cansados de ser etiquetados, o de pasar por locos solo porque se han percatado de que el sistema se basa sobre los crímenes y no lo aceptan. No está loco quien denuncia los crímenes, pero sí quien trata de no verlos, o acepta un sistema tan inicuo.
Cambiar es el dictado del futuro de la humanidad y continuar negando la evidencia de los hechos significa convertirse en cómplices de los criminales.
Tengamos en cuenta que los cambios no pueden suceder de golpe: es necesario que antes sucedan dentro nuestro. Ciertamente no se puede cambiar la realidad sin antes cambiarse a sí mismo.
Recordemos que la base del viejo poder era precísamente la manipulación mental y por lo tanto solo saliendo de ésta manipulación podremos concebir una realidad distinta, ya no dominada por personajes corruptos y dispuestos a todo para proteger privilegios o poderes.
Es necesario en primer momento concebir los cambios, o bien creer posible una realidad en la cual son las personas comunes las que tienen la soberanía política y monetaria y no la pierden a favor de partidos o instituciones estafadoras.
Creer en el cambio es importante, es más, es fundamental. Es cierto que no puede cambiar una persona que no se siente capaz de hacerlo y no puede mejorar la realidad quien se cree impotente.
Citando Hawken “En el bien y en el mal”, hoy ocupamos un planeta humano y guiamos muchas de sus fuerzas evolutivas… Las acciones humanas influirán en el destino de todos los seres vivientes, porque no existe un lugar en el planeta sobre el cual nuestra actividad esté ausente…”La evolución es optimismo en acción”.Copyright © 2009 - all rights reserved
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1) Discurso hecho por Gordon Brown el 13 octubre 2008 en la Ciudad de Londres
2)http://novoordo.blogspot.com/2009/07/la-crisi-finanziaria-mette-la-strizza.html
3)http://www.youtube.com/watch?v=GIhcfVePAoE&eurl=http%3A%2F%2Fwww%2Ementereale%2Ecom%2F&feature=player_embedded
4)http://it.peacereporter.net/articolo/16002/%27Questa+%26egrave%3B+una+crisi+dei+diritti+umani%21%27
5) http://www.moltitudineinarrestabile.it/
6) Para comprender el concepto de "stegócrata"
7) http://www.moltitudineinarrestabile.it/