Se intenta intervenir siempre en el interior del sistema, es decir reforzando las viejas estructuras, que han causado la crisis. Ayudar a los bancos y a las grandes industrias no resuelve los verdaderos problemas, es más, los empeora. Se aumenta todavía más la deuda pública, proponiendo nuevamente las mismas dinámicas de saqueo precedentes.
Las puestas en escena de los varios G8 y G20 esconden las únicas respuestas posibles de quien trabaja para el sistema mismo: dinero a usuales conocidos y represión de los pueblos que no lo aceptan.
El Pentágono prevé para el año próximo un 4% más de gasto y también China y Rusia habrían decidido aumentar el presupuesto militar.
Los países que sienten menos la crisis son los que han tomado las distancias del poder estadounidense y están actuando de manera relativamente autónoma, como Venezuela y Bolivia.
Hoy muchos países de Sudamérica tienen el PBI igual a 0, o bien negativo. La desocupación crece también porque afecta, y no poco, al sector turístico por lo que el consumo baja. Con la pobreza aumentan la criminalidad y las protestas y crece la militarización. De todo esto las corporaciones estadounidenses que producen armas sacan buenos provechos, se cree que al menos el 90% de las armas utilizadas por los carteles de droga mexicanos, son producidas por Estados Unidos.
En Honduras, las autoridades estadounidenses han financiado el enésimo golpe de Estado contra un presidente regularmente electo.
Pero ya no estamos en los años setenta del siglo pasado. Hoy todos saben quien organiza el golpe. Los hondureños no aceptan la dictadura y están haciendo de todo para restituir en el gobierno a Manuel Zelaya.
Hoy después del golpe, los pueblos hacen sentir su voz y los medios locales denuncian lo que está sucediendo. Ya no hay más peligro de que se piense que los Estados Unidos no tienen nada que ver, dado que todos saben que son precisamente ellos los productores de esas armas y los que adiestran a los golpistas.
Además algunos países no dudan en ponerse del lado del legítimo presidente. De hecho el Presidente Boliviano Evo Morales así como el de Venezuela Hugo Chávez han condenado el golpe de Estado en Honduras y auspiciado el retorno de la democracia.
La Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) es cada vez más fuerte y acoge cada vez a más países. El 24 de junio pasado se desarrolló un encuentro extraordinario para incluir a Ecuador, Antigua & Barbuda y St. Vincent. Durante el encuentro se ha leído la declaración de sostén al Presidente Zelaya.
Honduras es prácticamente un país ocupado por Estados Unidos, ya sea económicamente, como militarmente, con la base militar Soto Cano, que hospeda a centenares de soldados y muchos aviones y helicópteros de combate.
Con el golpe se quiere alejar a Honduras de los países del ALBA.
Hoy (agosto de 2009) la lucha de los hondureños en contra de la dictadura continúa, apoyada por otros pueblos.
Es decir que existen muchas personas que quieren crear un orden diferente de tipo bolivariano o islámico. Por éste motivo las tropas imperialistas tienen mucho por hacer, interviniendo en las zonas más “calientes”, en Sudamérica, Medio Oriente y algunas zonas de África y Asia.
En particular en el frente Anti-islámico, los somalíes, los paquistaníes, los afganos y los palestinos están padeciendo la escalada militar que para muchos implica la muerte.
También en Sudamérica son muchos los países perseguidos por el imperio, en el intento de impedir la emancipación política y económica. Recordamos en particular a México y Colombia, cuya población padece un nivel de militarización increíble. En éstas militarizaciones o guerras no solo mueren “terroristas” o “narcotraficantes”, como dice la Televisión. Mueren personas comunes, que la única culpa que tienen es la de no querer un sistema tirano y opresor (ver http://www.disinformazione.it/significato_terrorismo.htm).
En los últimos años las tropas estadounidenses han adiestrado personal militar y estipulado acuerdos con las autoridades locales para poder tener bajo control a los grupos que no aceptan un gobierno inicuo. Por ejemplo, Washington y Colombo han firmado el "Access and Cross Servicing Agreement", que permite a las unidades de Marina y Aviación estadounidenses utilizar las infraestructuras de Sri Lanka. Esto ha librado el camino a interminables bombardeos indiscriminados, que han matado a muchas personas. Para agravar la situación, el ejército ha impedido incluso que la ONU y la Cruz Roja ayuden a la población civil.
¿Contra quiénes son las guerras? ¿Contra los “talibanes” o “terroristas” como nos dicen? ¿Tenemos que creer que existen amedrentados grupos de árabes fundamentalistas que irracionalmente se ponen en contra de quien tiene una fuerza militar sin igual? ¿Y cómo es que estos locos tengan toda esta necesidad de morir lo antes posible?
La verdad es que no se trata de estos amedrentados grupos de “terroristas” sino de personas, muchas personas, en algunos casos (como en Irak y Afganistán) de pueblos enteros oprimidos, que tratan de salir de la opresión. No son locos desafiando el poder imperial, porque la lucha puede coincidir con la misma posibilidad de sobrevivencia. O bien en los países del tercer mundo sobrevivir significa casi liberarse de ese grupo de poder que obliga al hambre y la miseria. En muchos casos más que una lucha por la libertad es una lucha por la supervivencia.
Para justificar guerras y represiones tratan de entrometer a Al Qaeda por todos lados. En Afganistán, incluso nuestros soldados matan personas y niños, pero no se dice, como si esas vidas no tuvieran valor. Los afganos saben perfectamente de que parte están los italianos y no los quieren, aunque nuestras publicidades quieren hacernos creer lo contrario. ¿Querríais vosotros a quien se instala en vuestra casa y pretende que aceptéis sus reglas, si no os mata? ¿Y a sus cómplices los querríais?
Para algunas grandes sociedades la “crisis” ha sido como un regalo del cielo. Por ejemplo, la industria Finmeccanica ha tenido en el 2008 un crecimiento del 32% con respecto al año anterior. Los más pedidos serían los helicópteros (+28%), en particular los mortales helicópteros de guerra Agusta Westland, los A129 "Mangusta" o los"Combat".
Este año nuestro país ha firmado con la Dirección General de Armamentos Aeronáuticos (Armaereo) del grupo Finmeccanica Agusta Westland un contrato por el suministro al ejército italiano de 16 helicópteros CH47F "Chinook" de un costo de 900 millones de euros.
Habéis comprendido bien, nuestras autoridades lloran miseria y están obligando a los italianos a vivir en condiciones cada vez peores para pagar armas, aviones de guerra y“misiones” militares en el exterior, además de abultar los bolsillos de los usuales conocidos a través de la estafa de la deuda.
He aquí cual es la verdadera respuesta a la crisis, más allá del saqueo llamado “ayuda a los bancos” está también la respuesta militar con relativos gastos.
Se habla de “potencias económicas emergentes de Asia”, China en particular, sin tomar en consideración que el desarrollo de este país está insertado dentro de la dinámica económica globalizada. Es decir, China sirve para vender maquinarias y para producir a bajísimos costos. China es también útil para contraponer otra potencia al viejo imperialismo de molde estadounidense y para tener a alguien a quien acusar de antidemocracia, elogiando a la democracia occidental.
Pocos tienen en cuenta el hecho de que el milagro asiático está basado sobre la explotación de millones de trabajadores y sobre las durísimas represiones contra quien sea que proteste. Obviamente con la crisis han caído las exportaciones, produciendo algunas quiebras y el aumento de la desocupación.
El Presidente Chino Hu Jintao ha dicho que ya sea China como Estados Unidos estan cercanos y “comparten el peso de importantes responsabilidades en todos los campos para hacer frente a la crisis internacional”.
Pero está claro que China, teniendo un crédito astronómico hacia los Estados Unidos, debe reasegurar a los inversores, pero ciertamente no ignora que en un futuro podrían cambiar las cosas entre ambos países, no estando China dispuesta a invertir en cosas que ya no convienen. El jefe de gobierno chino Wen Jibao, ha declarado a “Telegraph”: “querría hacer…una apelación a los Estados Unidos, para que honren su palabra y continúen siendo una nación creíble y garanticen la seguridad de las inversiones chinas”.
Los Estados Unidos ya no tienen esa credibilidad y ese prestigio que tenían hace algunas décadas y hoy se encuentra en vilo, como si estuvieran a punto de desmoronarse de un momento a otro. El desmoronamiento será definitivo, cuando los pueblos ya no reconozcan ningún valor al dólar. Este desmoronamiento parecería ser inevitable tarde o temprano y cambiará notablemente la situación global a favor de quien hoy trata de liberarse de la opresión imperial.
¿Y en Europa qué está sucediendo?
En Grecia las autoridades han intentado crear un fuerte racismo contra los inmigrantes, para hacer desahogar la rabia acumulada de los ciudadanos a causa del grave empobrecimiento. Se ha tratado de crear odio hacia la comunidad islámica, que en ocasiones ha sido reprimida por las fuerzas del orden. Según algunos, hasta han desempolvado grupos de extrema derecha conniventes con las fuerzas policiales para agredir inmigrantes (como ha sucedido en mayo) y crear separación y odio.
Así como también en nuestro país se quiere crear una clara división entre autóctonos e inmigrantes, de manera de distraer a las personas de las verdaderas causas de sus problemas y que se desahoguen de otra manera en vez de activar las verdaderas y justas luchas contra el sistema.
Países como Francia, Bélgica y Gran Bretaña, están viviendo una durísima temporada de protestas. Se lucha por el puesto de trabajo, contra el trabajo precario, o por los mínimos derechos que se han perdido en el proceso de “privatizaciones y recortes al gasto público”.
Hace algunos meses la metodología fue la del secuestro. Es decir, los trabajadores secuestraban a personajes del “middle management”, que habían hecho la “reestructuración” a través de los despidos.
En el período marzo-abril, sucedieron muchas cosas de este tipo.
Por ejemplo, los obreros del establecimiento de Grenoble de la Cat, productor de maquinarias para la construcción, que despidió a más de setecientas personas, han secuestrado a cuatro ejecutivos, para solicitarles la mantención de los puestos de trabajo. El mismo Sarkozy ha sido consultado para resolver este problema.
En Bélgica, una veintena de trabajadores de FIAT, de la concesionaria de Chaussée de Louvain, el 9 de abril pasado, han tomado como rehenes por cinco horas a tres ejecutivos, como método de protesta contra el cierre del sector de reparaciones del taller de Bruxelles-Meziers.
Sin duda se trata de la degeneración en una situación muy grave, que requeriría estrategias mucho más eficaces, si hubiese un contexto verdaderamente democrático. Los políticos y los sindicalistas son quienes deberían encontrar las soluciones, pero esto no sucede. Los trabajadores están cada vez más solos y cada vez con menos derechos y pueden reaccionar de forma desesperada.
En Gran Bretaña incluso hay quienes les piden a los trabajadores que trabajen gratis. De hecho, hace poco, la empresa British Airways ha pedido a sus empleados que trabajen gratis por un período. Pero quien sabe porque esto nunca se le pide a los ejecutivos de alto nivel, que embolsan sueldos millonarios.
En Italia Berlusconi y sus compadres se jactan de ocuparse de quien está a niveles de ingresos medio-bajos, maquinando soluciones como quitar el Ici (impuesto municipal sobre la propiedad) o la “tarjeta social” (que a menudo está vacía). Obviamente se trata de ridículos paliativos, en un país en el que ha sido legalizada la explotación laboral y un pequeño grupo de personas se enriquece a costa del empobrecimiento de todos los demás. En estos meses el nivel de desocupación está creciendo notablemente y ningún político está ofreciendo soluciones serias.
Algunos autores están convencidos de que la “crisis” ha sido creada a propósito por temor a que los pueblos puedan adquirir nuevas fuerzas para derribar el sistema. El mismo Samuel Rothschild, en junio de 2008 confesó al "Financial Times":
“El Crédito crea dinero. En todo caso, visto que dinero y poder son sinónimos y visto que el poder debería ser concedido en un modo selectivo, también el objetivo del préstamo merece consideración. El reciente “pánico bancario” ha sido autoinfligido. Los banqueros han abusado de su privilegio de creación del dinero….Un dólar subvalorado y una enorme liquidez, desencadenada por un exceso de préstamos bancarios, han provisto la causa para la burbuja especulativa del petróleo, de las casas, de las acciones, de las comodidades”.
En muchos casos no es el trabajo que falta, sino la liquidez, es decir la “crisis” no se debe a nada más que al poder de los bancos de dar o negar el dinero. Escribe el periodista Tomasso Cerno: “El drama de muchas empresas no son ni siquiera los pedidos… Es el dinero líquido que falta. Nadie paga más a nadie. Y así acumulan mercadería que ya no entra más en los depósitos. Millones de metros cúbicos de stock, que peligra en quedar como tal”. (2)
Obviamente esto no podría suceder si nuestro país gozase de soberanía monetaria y si no fuese esclavo del clan de los banqueros.
Los ingleses son siempre más intolerantes hacia los gobiernos que solo defienden los intereses de los grupos hegemónicos, el poder reacciona mal. Precisamente en mayo pasado, en ocasión del G20, parece ser que se haya utilizado policías para incitar a los manifestantes y así poder reprimir, como ya parece suceder en casi todos los vértices de los países más “desarrollados”.
El hecho ha sido puesto en evidencia por el parlamentario Tom Brake, que ha comentado haber visto policías de civil, que incitaban a los manifestantes en contra de los policías. Brake acusa al jefe de la Policía Metropolitana, el Sir Paul Stephenson y asegura poder probar lo que dice simplemente mostrando videos filmados.
Un sistema que intenta incriminar a los disidentes poniendo en escena los “motines” ciertamente no puede definirse civil y democrático. Los ingleses lo han comprendido ya desde hace tiempo y de hecho son muchas las organizaciones que luchan por los derechos humanos y son cada vez menos los ciudadanos ingleses que van a votar.