Volví a sentir ese nudo en la garganta, esa tristeza en el segundo aniversario, cuando fue presentada la película de nuestro director de cine Giuseppe Ferrara “Cien días en Palermo”, interpretado por Lino Ventura y Giuliana De Sio. giorgio0Recuerdo que ante la mirada estupefacta de mi esposa tuve el instinto de tirar las gafas contra la televisión rompiéndose en mil pedazos.
Durante los veinte años siguientes o casi, todavía no me ocuparía de la mafia, sino solo de mi vida espiritual y de obras sociales, siguiendo el mensaje de Cristo.
Pero el General dalla Chiesa se quedó siempre dentro mío. Y volvió a reaparecer fuertemente en el 2000, cuando en mi subsconciente, en mi espíritu, lo percibí como símbolo de la justicia, de la integridad, de la solidaridad, de la profunda esencia del ser padre, del elevado sentido del deber hacia la sociedad, hacia los ciudadanos de su propio país.
El General dalla Chiesa es el inspirador de la revista ANTIMAFIA Duemila.
Su sacrificio, su muerte injusta y sus enseñanza –junto a la de Falcone y Borsellino y de todas las víctimas de la mafia- han animado mi espíritu a fundar esta revista.
falconeybrselinoEn mi oficina esta colgado un cuadro de Falcone y de Borsellino y en la izquierda de mi escretorio esta la foto del General dalla Chiesa. Un día mis hijos y mis sobrinos me preguntaron quién era esa persona, si yo la conocía, si era un amigo mío. Les respondí contándoles la misma historia que vosotros, queridos lectores, habéis leído anteriormente.
El General dalla Chiesa fue asesinado por Cosa Nostra, la mafia siciliana, la más potente y la más conocida del mundo. Por su muerte, la de su esposa Emanuela Setti Carraro y el agente de su escolta Domenico Russo, han sido condenados los ejecutores materiales, todos miembros del clan mafioso de los corleoneses de Riina y Provenzano.
El general fue asesinado porque individuos potentes que forman parte de la política, de la alta economía, de la masonería desviada, de los servicios secretos, de los poderes fuertes, le pidieron el favor.
El senador vitalicio Giulio Andreotti está en conocimiento de estos hechos, es cómplice y acata la ley del silencio.
El general fue asesinado por individuos sucios que todavía hoy mandan y que a menudo son los mismos que llevan las coronas de flores a la calle Isidoro Carini, en Palermo, lugar en el que Carlo Alberto dalla Chiesa, su esposa Emanuela Setti Carraro y el agente de escolta Domenico Russo han perdido la vida.
3 de septiembre 2009