Jueves 18 Abril 2024

Estimado Sr. Gary Prado Arauz:

Hemos leído el obituario que dedicó a la memoria de su padre recientemente fallecido. "El Señor ha llamado a su Reino a mi padre, Gary Prado Salmón, acompañado de su esposa y sus hijos. Nos deja un legado de amor, honestidad y valentía", escribió en Facebook. En primer lugar, le expreso mis condolencias. Desde un punto de vista personal no tengo nada en contra de él, pero desde un punto de vista ético no puedo olvidar quién fue su padre, Prado Salmón: un general fascista y nazi del ejército boliviano. Uno de los brazos armados de la dictadura boliviana. Por eso estoy convencido, como hombre de fe que soy, que Dios condenó las acciones y conductas de su padre. Y que, por lo tanto, no está en el Cielo como usted dice. Su padre, además de haber sido general de un régimen violento, es mundialmente conocido por haber capturado al comandante revolucionario argentino Ernesto 'Che' Guevara el 8 de octubre de 1967. Pero la de su padre (entre otras cosas juzgado por participar en el intento de golpe de Estado contra Evo Morales) no fue una empresa gallarda, ni un acto heroico. Sabemos muy bien que el guerrillero de la revolución cubana estaba exhausto, destrozado anímicamente, y huía del ejército de René Barrientos. Había perdido a cinco de sus compañeros soldados y había sido abandonado y traicionado por los líderes del movimiento en La Habana. Fue encontrado en el desfiladero de Yuro, un área cubierta por espesos arbustos, rocas y árboles, por los soldados de su padre que lo tomaron prisionero. El Che estaba herido, sin equipo y desarmado. No llevó mucho esfuerzo encontrarlo y capturarlo. Nada más lejos del "coraje", como usted lo ha definido. Su padre, sin embargo, desde entonces ha sido cubierto de gloria, especialmente por los Estados Unidos, que había enviado a la CIA y a otras fuerzas especiales a Bolivia para entrenar al ejército local y al pelotón de su padre para enfrentar a las guerrillas de Castro. Al día siguiente de la captura, de la que Gary Prado Salmón hizo una novela romántica, llenando páginas y páginas de libros gracias a los cuales al año siguiente fue elegido "héroe nacional", el Che fue fusilado en La Higuera junto a su compañero de armas Simeón Cuba Sarabia (conocido como Willy). Un fusilamiento despiadado, repentino, solicitado por el propio presidente Barrientos y por los altos mandos militares que estaban deseosos de eliminar a tan desestabilizadora figura. Quien apretó el gatillo contra el Che fue el militar Mario Terán, subalterno de Gary Prado Salmón, que también murió hace un año.

Su padre sostuvo que no presenció la ejecución, pero muchos de sus ex soldados afirmaron lo contrario. De todos modos, a pesar del triste epílogo del Che, en las múltiples entrevistas que difundió Gary Prado, nunca negó lo que hizo, sino que dijo sentirse orgulloso de haber capturado al guerrillero más famoso de la historia. Y por esto es igual y éticamente culpable. El Che fue fusilado sumariamente, sin juicio. Un cobarde asesinato que se produjo con el consentimiento de su padre o, al menos, por su incompetencia (si, como él pretendía, se produjo sin ser informado y por tanto sin posibilidad de oponerse). Por eso, dada la fe que evoca, creo, como cristiano, que tanto su padre Gary Prado Salmón, como el verdugo Mario Terán, no pueden aspirar a estar "en el Reino del Señor". Su padre nunca se arrepintió de sus acciones y elecciones y contribuyó a mantener un régimen autoritario que aplastó a la gente y la mató de hambre en el nombre de Cristo. Entonces ¿cómo podría así obtener la salvación? Que primero ponga su alma en paz. Tal vez quiera decirme que el Che Guevara también mató. Es cierto, pero lo hizo en nombre de la libertad de América del Sur y de los pueblos oprimidos por los regímenes fascistas de los que su padre formaba parte.

Cordiales saludos.

Foto: Antimafia Duemila