Una declaración que ha hecho que se revuelvan en la tumba sus amigos Falcone y Borsellino, traicionados por esa increíble arrogancia, que no había faltado de suscitar polémicas obligándolo a retractar.
Hoy, el diputado Arlacchi vuelve a conceder declaraciones delirantes, como las que están referidas en esta página.
Y por esta razón nos dirigimos a él directamente:
Prof. Arlacchi, yo no soy un mito de la antimafia, ni soy famoso como lo es Ud. pero me ocupo del tema desde hace diez años y es por este motivo que me quedo estupefacto leyendo sus palabras. Y le invito a un debate público para debatir – junto a profesionales del sector, magistrados, periodistas – al respecto de las declaraciones y de las pruebas documentadas que el testigo Massimo Ciancimino está proporcionando a la fiscalía de Palermo: los “pizzini” que Bernardo Provenzano entregaba al padre Vito Ciancimino, el cheque por un valor de 35 millones de liras firmado por Berlusconi a don Vito, el llamado “papello” (lista de peticiones de la Cosa Nostra), las cartas dirigidas a Marcello Dell'Utri y a Silvio Berlusconi y mucho más material probatorio.
Todos los documentos son objeto de pericias caligráficas y de profundos análisis conducidas por los magistrados Antonio Ingroia y Nino Di Matteo. Unido a la coherencia del relato del testigo, cuyas revelaciones son corroboradas y cotejadas con la máxima atención.
A este punto me pregunto: ¿Qué es lo que le empuja a hablar así? ¿Qué otra butaca quiere conquistar?
¿Tenemos que pensar quizás que los únicos arrepentidos de mafia creíbles sean los que Ud. ha conocido personalmente? Como Antonio Calderone, que Ud. ha entrevistado magistralmente en un libro que yo he apreciado mucho.
Y entonces queda mi invitación a un debate público. Porque quiero esperar que sus declaraciones sean en realidad solo fruto de la buena fe además de haber sido dictadas por una evidente ignorancia y arrogancia.
Giorgio Bongiovanni
Director de ANTIMAFIADuemila