La salida de este artículo es pues digna de atención: es la primera vez que un periódico tan bien integrado en el mainstream occidental se expone en contar de forma tan crítica los lados más incómodos del acontecimiento que ha marcado al siglo, el 11 de septiembre.
"Focus Money" , expone la mayor parte de los argumentos y las contradicciones cruciales en cinco páginas satinadas. Entre los varios temas afrontados, el artículo supone que el derrumbe del World Trade Center pueda haber sido una demolición intencional.
Además el artículo abre serias dudas sobre la “locura” atribuida a las personalidades críticas, que a menudo son estigmatizadas como “teóricos del complot”. La revista recuerda que “no se trata solo de políticos serios que ya no quieren creer en la versión oficial”, sino también, “de miles de científicos que ponen en tela de juicio el 11/9”.
El autor del artículo es Oliver Janich. Trabaja como periodista de investigación freelance para "Financial Times Deutschland", "Sueddeutsche Zeitung", "Euro&Finance" y tiene una columna fija para "Focus Money."
En su blog Janich explica que ha luchado muchos años para convencer a la redacción de la necesidad de publicar estas cinco páginas. Se pregunta sumisamente por qué el mainstream se resista, e intenta responder: no es necesaria una gran conjura de los medios de comunicación, para impedir que se publiquen este tipo de historias, sobre todo en lo que se refiere a los grandes acontecimientos. Según Janich, todos los redactores tienen miedo de caer en la vergüenza y de repetir el infortunio de los “diarios falsos de Hitler”, que en 1983 damnificó enormemente al semanario “Stern”.
Janich describe esta reluctancia de los colegas, debida justamente a la relevancia del acontecimiento, hasta que, observando los hechos, los colegas admiten que es una equivocación no dudar. Y así nace también el artículo sobre el 11/9.
La primer página del artículo muestra las fotos de personalidades escépticas sobre el “11/9 oficial”, entre los cuales están Charlie Sheen, Sharon Stone, Rosie O'Donnell, William Rodriguez (al lado de George W. Bush), el ex gobernador Jesse Ventura, Richard Gage, el juez federal alemán Dieter Deiseroth y muchos otros.
El resto del artículo está cargado de alusiones a muchas informaciones. La prueba de una demolición controlada de los edificios, la crítica de la teoría del incendio, las preguntas sobre los interceptores, sobre el edificio 7 del WTC y sobre el Pentágono. Se habla de las "maniobras imposibles de vuelo”, de las dimisiones del senador Max Cleland, que es citado diciendo “Es un fraude, un escándalo nacional”, desdeñado por la marea de mentiras a la Comisión, que han obstaculizado las investigaciones. Incluso se señala la misteriosa muerte de Barry Jennings, un alto funcionario del Departamento de los Servicios de emergencia de la ciudad de Nueva York. Era un testigo clave de los hechos ocurridos en el Edificio 7. Todavía recubierto de polvo, Jennings había concedido una entrevista en directo al ABC y más adelante una para el documental "Loose Change Final Cut" dirigido por Dylan Avery.
Apenas pocos meses atrás, en los primeros meses de septiembre, ya había habido un artículo corregido y equilibrado sobre el 11/9 en un semanario de la televisión alemana.
Las razones de la publicación del artículo de "Focus Money" son para comprenderlas. Puede darse que la redacción haya decidido publicar autónomamente una historia tan interesante de por si, que ya incluso para una portada periodística de tal dimensión resulta difícil “regalarla” a los medios de comunicación “alternativos”. Y por lo tanto podría tener que ver con decisiones comerciales contingentes.
Pero no puede ignorarse que la publicación recae en un momento en el cual ha retomado fuerza toda la retórica ligada a Al-Qaeda, sobre la ola del extraño pseudo-atentado de Mutanda Boom en el vuelo Amsterdam-Detroit. Esa retórica usada a manos llenas por la Administración de los Estados Unidos, para sustentar un renovado esfuerzo bélico en Afganistán. Alemania, demasiado comprometida militarmente en esa área y muy reacia a exponerse con ulteriores soldados, podría estar interesada en empezar a desacreditar el relato de fondo justamente a partir del 11/9. Algo similar ocurrió en Japón con el cambio de la guardia en el gobierno, allá donde el Partido Democrático japonés desafía abiertamente la versión oficial del gobierno de los Estados Unidos, sobre los hechos del 11/9 y pone en tela de juicio la capacidad de justificar la intervención en Afganistán.
Por lo tanto puede suceder que las redacciones se sientan más libres de reportar las dudas que no habían osado publicar nunca antes, porque temían la cadena de preguntas radicales que se arrastrarían consigo sobre la estructura del poder. Incluso en el seno de las clases dirigentes quizás se abra algún debate en cuanto al destino del mundo y sobre las soluciones no sólo militares.
Estracto de: megachip.it