mientras que el mismo Berlusconi, con la cabeza un poco inclinada, aceptaba la clásica e hipócrita palmadita en la espalda de una lívida Hillary Clinton que le gratificaba diciendo que es el “mejor amigo de América”. Siervos, incurables siervos, eternamente siervos. Obedientes a cada deseo de los americanos, listos a hacerles de “campana”, permitiéndoles el uso de una de las tantas bases que tienen en nuestro país para bombardear una gran capital europea como Belgrado, una guerra en contra de Europa, por añadidura la Europa cristiana (gobierno de D'Alema); a tener 4000 militares en Afganistán (gobiernos de Prodi y de Berlusconi) en la guerra más estúpida, más inútil, más vil y más infame que jamás hayamos visto (el 40% de las personas hospitalizadas en los centros afganos son niños y no por haber sido heridos por los talibanes, sino por bombarderos americanos); alineados con la política agresiva de los Estados Unidos en relación con Irán, de los cuales Italia es el primer partner comercial europeo (gobierno de Berlusconi). Somos los “idiotas útiles” de los americanos y ellos, mientras que públicamente nos dan palmaditas amigables, en el fondo nos desprecian, cosa que es lo esperable para todos los siervos necios.
Pero la cuestión no tiene que ver solamente con Italia, se refiere a Europa. Es desde ese día que la “Vieja Europa”, como la definió despectivamente Donald Rumsfeld, debería haber tomado las distancias del “amigo americano”. Desde 1989. Antes la alianza desequilibrada con los Estados Unidos era obligada, porque sólo los americanos tenían el poder persuasivo de la bomba atómica, necesario para disuadir al “oso ruso” del intento de aventuras militares en Europa Oeste. Esta defensa nos ha costado un costosísimo peaje. La OTAN ha sido el instrumento con el cual los Estados Unidos han tenido subyugada a Europa, militar, política, económica y al final incluso culturalmente. Impidiéndole por todos los medios al Viejo Continente que se salvara de este yugo. Cuando a mitad de los años 80' Alemania y Francia trataron de construir un primer núcleo de ejército europeo tuvieron que desistir por el dictamen estadounidense.
Pero ahora este peaje ya no tiene sentido. Los intereses americanos no sólo no coinciden más con los nuestros, sino que se oponen. Y la única cosa seria de éstos dossier reservados referidos a Italia es la inquietud americana por la única cosa seria que más o menos conscientemente, ha hecho Berlusconi en el ámbito de la política exterior: la unión con Putin. Porque Rusia es indispensable para una Europa independiente, aunque si haga falta “taparse la nariz” de frente al genocidio checheno. El enemigo de Europa ya no está en Europa. El enemigo es Transatlántico. Ahora se está a la caza del hombre, para Julian Assange, con cualquier pretexto. No sabemos quién sea Assange ni que es lo que quiera, lo que si es seguro es que ha desvelado los “secretos del imperio” y, entre otras cosas, le ha dado un golpe definitivo a la credibilidad de las democracias, cuyas clases dirigentes engañan al ciudadano ignorante, haciendo bajo cuerdas, cada día, cada hora, lo opuesto de lo que afirman públicamente.
IL FATTO QUOTIDIANO 4 DE DICIEMBRE 2010