En la estela hay un incipit del Libro 3, Carme 30 de Orazio: Non Omnis moriar. No moriré del todo. El pasaje sucesivo no está escrito en piedra sino que se libra en el aire: yo creceré continuamente en la gloria de la posteridad. El fundador de la Asociación Libera transcribe en una hoja blanca las frases incididas en la placa de mármol: “Pagó con la vida el haber cumplido con firmeza y coraje su deber de juez”. Se mira alrededor. Un corrillo de personas se aprieta entorno a él en el cementerio municipal de Canicattì (Sicilia). “Cor habeo...” dice lentamente el fundador del Gruppo Abele y explica que precisamente el término “tener coraje” deriva del latín “cor habeo” que significa “tengo corazón”. La viuda del juez Saetta está a pocos pasos de distancia. Digna y compuesta en su dolor. Está también Roberto Saetta, el otro hijo del juez asesinado, que ha llegado con su esposa y sus dos hijos. Don Ciotti se dirije a ellos diciendoles que tienen que estar orgullosos de su abuelo. Están también algunos familiares del juez Rosario Livatino, un primo y dos tíos. Después don Luigi pide a todos los presentes que se den la mano para rezar juntos el Padre Nuestro. En fin, llama a su lado al hijo del juez Saetta en el momento de la bendición que termina con el llamado, fuerte y vibrante que da vida el recuerdo “comprometiéndonos todos aún más”. Con mucha discreción se entrevé entre los participantes también el juez Giovanbattista Tona.
Caracterizado por el compromiso y el valor de hacerlo con el corazón comienza la última jornada de la “Semana de la Legalidad Jueces Saetta-Livatino. Han concluido las manifestaciones en ocasión del 22º aniversario del doble asesinato del Presidente de la Primera Sección de la Corte de Asís de Apelación de Palermo Antonino Saetta y de su hijo Stefano, que comenzaron el pasado 21 de septiembre, por el 20º aniversario del asesinato del juez Rosario Livatino. La conmemoración se ha articulado en reuniones, funciones religiosas y momentos de espectáculo organizada por la asociación Tecnopolis en colaboración con la asociación Amigos del juez Rosario Livatino, la asociación Libera y el aporte de la Banca Nuova y de la Municipalidad de Canicattì, bajo el patrocinio de la Presidencia de la República. Inmediatamente después nos dirigimos al Teatro Social donde tiene lugar la conferencia sobre "Ética, Caridad y Justicia en la acción Judicial". Junto a Don Luigi Ciotti, el fiscal adjunto de la Dda (Dirección Distrectual Antimafia) de Palermo Antonio Di Matteo, presidente de Anm (Asociación Nacional Magistrados), de Palermo, el abogado Roberto Saetta y el periodista del Giornale di Sicilia, Giuseppe Martorana. El encuentro tiene lugar en presencia de muchos estudiantes que representan a algunas escuelas de la ciudad y es moderado por el periodista Carmelo Vella. Después del saludo del alcalde de Canicattì, Vicenzo Corbo y de Riccardo La Vecchia, presidente de la Asociación Tecnopolis. Es el turno de Ignacio De Francisci en representación de la asociación Amigos del Juez Livatino. El fiscal adjunto de Palermo conoce bien la realidad de la provincia de Agrigento por haber desempeñado el papel de jefe de los fiscales en la ciudad de los templos (Agrigento). De Francisci habla directamente a los chicos que no conocen la historia del juez Saetta y les explica las razones por las cuales el juez fue asesinado, por su forma de ser incorruptible, sin ceder lo más mínimo a las presiones mafiosas para “ajustar” el proceso de apelación por el asesinato del capitán Basile. El ex fiscal de Agrigento apela a los jóvenes para "liberar esta tierra del temor, liberarla de la mafia y de los mafiosos." Los chicos aplauden convencidos en los balcones del teatro muy iluminado. "La historia humana y profesional del doctor Saetta - comienza así su discurso Antonio Di Matteo – se me ha quedado grabada en mi conciencia, incluso antes que en mi memoria." Di Matteo es el fiscal que junto al colega Gilberto Ganassi ha logrado que se reanudase la investigación sobre los asesinatos de los Saetta, que se hiciese el juicio obteniendo las condenas de los jefes de Cosa Nostra Salvatore Riina, Francesco Madonia y Pietro Ribisi por el doble asesinato (confirmado también en Casación, ndr.). "La experiencia humana y profesional del juez Saetta - dice el fiscal de Palermo – es la imagen más cruda y verdadera de las dramáticas consecuencias que se producen cada vez que disminuye la justa y necesaria tensión moral en la acción de contraste contra la Mafia, cada vez que mella la cohesión de las instituciones, cada vez que incluso en la magistradura misma alguien por miedo, por conveniencia o por una vida tranquila da un paso atrás. El silencio, la discreción caracterizaron siempre la habilidad profesional del doctor Saetta, por desgracia el silencio, la falta de atención de los medios de comunicación, de la prensa, también han caracterizado el juicio por el homicidio Saetta". Di Matteo lee algunos pasajes de la sentencia de condena por el asesinato Saetta definitivamente emblemáticos. "El Dr. Saetta fue asesinado – lee textualmente Di Matteo - porque tuvo el valor de no someterse a presiones fuertes de condicionamiento, al fin de satisfacer los intentos espasmódicos de la Cosa Nostra para evitar que, a pesar de las pruebas abrumadoras de verdad, los autores fueran condenados por el asesinato del capitán Basile". El presidente del Palermo ANM continua diciendo: "El Juez Saetta presidía un Tribunal de Apelaciones que revocó la absolución por falta de pruebas en Primera Instancia contra tres criminales mafiosos palermitanos contra quienes se contaba con pruebas abrumadoras por el asesinato Basile. Di Matteo lee otro pasaje de la sentencia de condena: “El juez Saetta fue asesinado porque en algunas situaciones en las que algunos colegas suyos habían cedido, probablemente solo por miedo y por amor de una vida tranquila, pero habían cedido, él en cambio había resistido. Cosa Nostra no podía soportar la humillación y el riesgo de que justo ese juez que había dado sobradas pruebas de incorruptibilidad y de valor fuese llamado poco más adelante a presidir el Maxiproceso* en la apelación" Di Matteo explica que en el juicio por el homicidio Saetta ha sido demostrado que "otros jueces más o menos elegantemente, o mejor dicho, más o menos vergonzosamente, se habían librado declinando la invitación para presidir en ese delicado proceso." "A menudo nos sobreexponemos - continúa Antonio Di Matteo - no porque se da un paso adelante, un paso más allá de lo que es el cumplimiento de las propias obligaciones institucionales, sino porque muchos, incluidos otros hombres de las instituciones, deliberadamente se quedan un paso atrás”. "La conmemoración no puede convertirse en un momento de recuerdo estéril - hace hincapié Di Matteo - la conmemoración exige una reflexión seria, posiblemente sin pelos en la lengua, en lo que se refiere a mantener los valores constitucionales, en particular, la autonomía y la independencia del poder judicial que el juez Saetta fue capaz de encarnar hasta el último día de su vida, sacrificándola y sacrificando incluso la de su hijo Stefano”. "La autonomía y la independencia del poder judicial no son prerrogativas de privilegio de la categoría de los magistrados, o de los magistrados individualmente, sino que son valores constitucionales que tienen como objeto tutelar la comunidad y a cualquier ciudadano. Hoy más que nunca, esos valores están en riesgo." "Desde hace mucho tiempo somos testigos de ataques y deslegitimaciones constantes contra todo el poder judicial - recuerda el fiscal adjunto de Palermo -. Incluso en un contexto internacional representantes competentes de las instituciones han dicho que el poder judicial es uno de los problemas más acuciantes de Italia, ya que oprime la libertad de los ciudadanos. "Di Matteo señala que muchas veces ante tales afirmaciones no ha sido tomada ninguna posición por parte de las demás instituciones, de la política y de la sociedad civil. "Casi nos hemos acostumbrado y resignado a este tipo de conducta y comportamiento ante el poder judicial", reitera con amargura el fiscal quien después toca el tema de las reformas que ya han sido actuadas y otras planteadas y que constituyen un peligro para la autonomía y la independencia del poder judicial. Di Matteo explica los riesgos de una jerarquización de las fiscalías, atribuyendo sólo al jefe de los fiscales el poder de ejercer la acción penal, es decir, de pasar a la etapa de sumario. De acuerdo con el análisis del magistrado de Palermo es evidente que el control de una persona "es mucho más fácil que controlar varios jueces que aún siguen manteniendo la autonomía e independencia". En cuanto a la separación de las carreras Di Matteo explica la aberración absoluta de ese límite que se impondría por ley cuando los más grandes jueces, incluido Saetta, son los que han cumplido funciones de instructor, después de jurado o viceversa. "Separar las carreras significa crear el riesgo de desviar el fiscal de la óptica de la jurisdicción, significa crear el riesgo de que la oficina del fiscal, tarde o temprano sea absorbido en la órbita del poder ejecutivo." El fiscal de Palermo, a continuación, aborda el gravísimo problema del vaciado de las fiscalías de Sicilia. "Hoy vivimos en una situación en la que las oficinas de las fiscalías viven un proceso continuo, imparable, de fuga de los magistrados de las fiscalías; de vaciado de los efectivos de las fiscalías, de desertificación, particularmente de las fiscalías del sur más pequeñas. Hoy corremos el riesgo, ante la falta de interés general de tener que tomar acto de situaciones en las que un empresario de Canicattì quiere presentarse a la fiscalía de Agrigento, así como uno de Niscemi quiere presentarse a la fiscalía de Gela y corre el riesgo de no encontrar jueces que puedan aceptar su denuncia, investigar sobre ella, o profundizar sobre el hecho delictivo que está presentando." "Este es el resultado de una serie de factores, pero hay un elemento fundamental en el año 2007 fue sancionada por la ley la prohibición de la asignación de jueces en su primera nómina a fiscalías de la República. Tememos que si no se revoca esta prohibición el problema de la falta de efectivos en las fiscalías del sur terminará por crear una situación definitivamente insostenible." "Los ciudadanos - dice el fiscal adjunto - viendo que los jueces son atacados, ridiculizados, vilipendiados, sin ningún tipo de consecuencias, están perdiendo incluso ese sentido de respeto hacia el juez como aquel que ejerce la función judicial, están perdiendo incluso ese mínimo temor. La justicia está perdiendo ese mínimo de sacralidad y de autoridad que tenía. Lo percibimos." "Percibimos que siempre más testigos, siempre más imputados, son conscientes de que pueden evadir la justicia de una manera absolutamente fácil, haciendo deslizar la cuestión judicial sobre el plano de la cuestión de los magistrados que están a cargo de la investigación o que celebran el juicio”. "Hay otro peligro que se acerca - remarca el juez - es decir, que también la magistradura se deje permear por el germen de la resignación, de la burocracia, de la vida tranquila" Di Matteo concluye explicando que cuando se eleva el nivel de atención hacia la criminalidad de los potentes empiezan las represalias, se asumen riesgos también para las propias carreras, además que para la seguridad física "puede llegar ese carcoma sútil de adaptación a la normalidad". “Hago lo mío, pero yo no me expongo demasiado, me quedo un paso atrás. "Justo ese paso atrás que entre finales de los 80 y principios de los 90 muchos exponentes de las instituciones, también por miedo, dieron exponiendo a compañeros como Antonino Saetta que, sin embargo, sin ningún deseo de protagonismo, sin ningún deseo de hacer carrera, sino sólo porque él creía en el trabajo que hacía, en la imparcialidad del trabajo que cumplía, justamente ese paso atrás que han dado muchos otros y que ha expuesto Antonino Saetta y muchos otros colegas que fueron asesinados en ese período." "Es por eso que me tomé la libertad de hacer estas reflexiones sobre la situación actual, para que la conmemoración no se convierta sólo en una práctica estéril de memoria, sino que conlleve realmente una reflexión sobre lo que pasó para que no suceda hoy y no vuelva a suceder mañana". Un larguísimo aplauso ha acompañado las palabras del Dr. Di Matteo. A continuación el turno del colega del Giornale di Sicilia, Giuseppe Martorana, quien hizo su debut recordando sus inicios como un joven reportero que lidiaba con los grandes asesinatos de la mafia. Martorana cita como emblema del olvido que pesa sobre el homicidio de Saetta un fragmento de un artículo suyo escrito en el primer aniversario de la muerte del juez y de su hijo. La barandilla donde fue a chocar el coche de Saetta después del homicidio, seguía abollado todavía después de un año y él lo había escrito en su artículo. "Hoy esa barandilla – dice Martorana con desilusión - sigue abollada." Es el turno del hijo del juez Saetta quien hace suya la amargura del periodista. El abogado Saetta lee la larga lista de jueces asesinados por la Mafia en Sicilia. Una lista de nombres, fechas y circunstancias de un país del tercer mundo. Con mucha sencillez toca las notas del recuerdo de la vida profesional de su padre uniéndola al destino de Rosario Livatino. "El fiscal antimafia - explica el hijo del juez Saetta - es ante todo una persona que no quiere rendirse a la arrogancia y la opresión criminal de una minoría de personas en toda la sociedad y que quiere devolver la dignidad a quien se ve obligado a sufrir esta opresión" . "Por supuesto, la magistradura por sí sola no puede derrotar a la mafia - subraya Roberto Saetta – se necesita una atención constante y la acción de los gobiernos con más recursos a disposición de la investigación, mantener y aumentar las normas premiales para los mafiosos que colaboren con el poder judicial, sin límites de tiempo estrictos que no existen en ninguna otra forma de testimonio. "Por último, la intervención del hijo del juez toca el nudo de la economía de la mafia, del dinero público y de las contratas públicas, “uno de los principales medios de subsistencia de la organización mafiosa". "La lucha contra la corrupción es esencial. Después de los años de “Tangentopoli” nada ha cambiado, sino que ha empeorado...». Después de citar una frase del cardenal Bagnasco sobre los valores por los cuales vale la pena vivir y por los cuales vale la pena morir, Roberto Saetta termina exhortando a los jóvenes presentes a defender "los valores por los que Saetta y Livatino han muerto" para no quedarse nunca indiferentes y "ayudar a dar apoyo y fuerza a la lucha contra la Mafia." La jornada termina con la intervención de Don Ciotti que invita a los jóvenes a que vayan a saludar y a abrazar a Antonino Saetta y les recuerda la inscripción sobre la firmeza y el coraje. “Debajo de esa frase está escrito: perennemente vivos en el recuerdo de la gente honesta”, dice Don Luigi Ciotti, “nosotros estamos aquí porque están vivos, tenemos el deber y la responsabilidad de la memoria. El recuerdo debe de ser vivido y transmitido, los que ya no están entre nosotros nos confían sus esperanzas quebradas.
Los que murieron por la democracia de nuestro país nos están pidiendo la verdad y la justicia. ¡Son “cosa nuestra” esos muertos! Ellos si que son ‘cosa nuestra’...”. Don Ciotti desea un recuerdo que no se quede en retórica, sino que se convierta en compromiso. Luego recuerda a los presentes acerca de un bien incautado en Boscomarengo, en la provincia donde Saetta era fiscal y que pronto será dedicado a Antonino y Stefano Saetta. “La dramática pobreza de hoy –remarca el fundador de la asociación Libera – es también la incapacidad y la falta de confianza en el asumir ese “incómodo protagonismo” que lleva a colaborar por el bien común. O nos comprometemos todos o no saldremos nunca del problema de la presencia criminal mafiosa". A continuación, Don Luigi habla del grave error de los poderes a la magistradura y cita al juez Rocco Chinnici que iba por las escuelas diciendo "nosotros solos no lo lograremos jamás." "Es la cultura la que despierta las conciencias. Tenemos que superar la falta de profundidad. La información o es libre o no es información. "Don Ciotti también expresa su gratitud a la magistradura y a las fuerzas de policía, e insta a los presentes a hacer lo mismo. "No derrotaremos a las mafias si no afrontaremos el problema de la justicia social – grita Don Luigi - trabajo, hogar, estar cerca de las familias para que les falte el terreno debajo de los pies a los mafiosos”. “Nos dedicaremos a ello hasta el último respiro -dice mirando a los ojos a Nino Di Matteo que está sentado a su lado- para que la magistratura sea independiente". “Se hacen grandes monumentos y al mismo tiempo todos los días se va a minar las condiciones para que se pueda hacer frente al verdadero tema de la ilegalidad, de la corrupción, de la sedimentación de las mafias. Se necesita menos prudencia y más valentía, esa valentía que está escrita en la tumba de Antonino y Stefano Saetta.
"Cor Habeo – repite Don Ciotti mirando al hijo del juez Saetta - tu padre tenía corazón, ese coraje era su corazón – dirigiendose aún a Di Matteo - algunos podrían deciros "¿por qué lo hacéis?” Es un acto de amor por parte de aquellos que se dedican con todo su ser a buscar la verdad y la justicia! Nadie se debe permitir en este país de crear mecanismos para mortificar la investigación y el camino de la justicia. Don Ciotti menciona una frase del juez-niño asesinado en 1990. Livatino decía "el juez debe estar siempre por encima de las partes, el juez debe afirmar el derecho, en cualquier momento, pero sin perder la profunda humanidad, la gran compasión y la caridad. El deber del juez no sólo debe ser de hacer efectivo el mandato de la ley, pero también de dar un alma a la ley teniendo en cuenta que la ley es un medio y no un fin". "Se necesita corazón, se necesita valor por parte de todos – insiste Don Ciotti y cita a Gandhi cuando decía que la regla de oro era actuar sin miedo en lo que se considera justo. "No tengáis miedo de ensuciaros las manos." Y luego concluye leyendo un pasaje del documento de los obispos italianos en 1991 "Educación a la legalidad". "El cristiano no puede solo ponerse contento de enunciar el ideal, debe entrar en la historia y afrontarla en su complejidad". “Nosotros tenemos que entrar en la historia." "Dos son mis referencias - dice Don Luigi lentamente - el Evangelio y la Constitución." Inmediatamente se oye un estruendo de aplausos, mientras mirando a los niños que se han quedado sin palabras Don Ciotti insiste, "Tenemos que ensuciarnos más las manos en la búsqueda de la verdad y de la justicia ... cada vez más ...».
Información: http://www.livatino.it/index.html
Notas:
Maxiproceso: Proceso penal que se realizó en el 1987 contra más de 400 imputados miembros de Cosa Nostra.
RECONOCIMIENTO 25 DE SEPTIEMBRE DE 2010
Entre los premiados también Antimafia Duemila
El periódico Antimafia Duemila ha sido premiado en el marco de la Semana por la legalidad / Premo Legalidad y Periodismo “Jueces Saetta – Livatino” con el siguiente motivo:
Premio Legalidad y Periodismo
“Giudici Saetta – Livatino”
Al periódico “Antimafia Duemila”
Por el estratégico rol desempeñado en el panorama de la información nacional
a beneficio de la lucha a la mafia por la afirmación de los valores de Libertad, Legalidad y Justicia
Agradecemos profundamente a las asociaciones “Tecnopolis” y “Amigos del juez Livatino” por la entrega de este precioso premio que nos impulsa a seguir cumpliendo nuestro deber con la misma pasión y determinación.
Dedicamos este premio a los magistrados que están trabajando en las nuevas investigaciones sobre los atentados de los años '92 y '93. Con todo nuestro agradecimiento y apoyo con el objetivo de que puedan llegar finalmente a la verdad.
La Redacción