En la espera de leer las motivaciones de la sentencia puede darse por cierto que Marcello Dell’Utri ha mantenido relaciones con Cosa Nostra, como consta en la sentencia de primer grado, confirmada sucesivamente también en segundo, ya desde los años Sesenta y Setenta. Cuando llevó a los despachos de la Edilnord*, para hablar con el amigo Silvio Berlusconi, al boss Stefano Bontade, junto a otros individuos pertenecientes a la asociación mafiosa. De hecho, es a partir de aquel momento que asumió el papel de "mediador" entre la mafia siciliana y el imperio económico del amigo empresario. Papel que después del 1980, luego del asesinato de Bontade, habría seguido manteniendo en la época corleonesa de Totò Riina y Bernardo Provenzano hasta los años de las matanzas iniciadas en el 1992.
El primer grado
El primer proceso tuvo inicio el 5 de noviembre del 1997 ante el Tribunal de Palermo presidido por Leonardo Guarnotta. Después de siete años se concluyó el 11 de diciembre del 2004 con la condena del imputado a nueve años por concurso externo en asociación mafiosa, más dos años de libertad vigilada, la interdicción perpetua de cargos públicos y la indemnización a las partes civiles, el Ayuntamiento y la Provincia de Palermo. En las motivaciones de la sentencia se destacaba que existían “pruebas de que había prometido a la mafia precisas ventajas en ámbito político y, por contra, existe la prueba de que la mafia, en ejecución de aquella promesa, se sentía aún más propensa a votar por Fuerza Italia en la primera competición electoral útil y, después, se comprometía a apoyar electoralmente al imputado en ocasión de su candidatura al Parlamento europeo en las filas del mismo partido, mientras tenía grandes problemas que resolver porque estaba en curso la vista de este proceso penal."
El segundo grado
El 16 de abril de 2010 tiene inicio el segundo grado ante la Corte de Apelaciones, presidida por Claudio Dell’Acqua que el 19 de junio de ese mismo año fue confirmada parcialmente la condena reduciendo la pena a siete años, con respecto a los 11 años solicitados por el fiscal Antonio Gatto. Los jueces consideraron que quedan probados solamente las relaciones entre Dell’Utri y la mafia hasta el 1992, por lo que fue absuelto por los hechos sucesivos a tal fecha.
En las 641 páginas de motivación de la sentencia se lee una importante confirmación a la tesis de la acusación de los jueces del proceso de primer grado. Se habla expresamente de "relaciones amistosas" mantenidas por Dell’Utri durante años "con aquellos que fueron los cómites de su amigo y empresario". Y "que hicieron posible que entablara contacto directo con la cúpula de la potente mafia siciliana": primero Stefano Bontade, el exponente más influyente de esa época, y luego Salvatore Riina. Los jueces reconstruyen las fases del pacto que llevará a hacer entrar a Vittorio Mangano a Arcore (residencia de Berlusconi). No un "caballerizo" sino la garantía contra los secuestros.
Por otra parte, es lo que se decidiera en los despachos de Edilnord cuando, continúa el documento, Stefano Bontade se preocupó personalmente de asegurar con su indiscutida autoridad mafiosa indicándo a Berlusconi precisamente al acusado (Dell’Utri, ndr), para cualquier eventual necesidad futura" "y contextualmente estableciendo que habría mandado o en todo caso encargado específicamente a alguien para que estuviera cerca de él”. En cambio de todo ello el empresario inició a entregar importantes sumas de dinero a la asociación mafiosa. Un hecho que se entrelaza, subrayan los jueces, "con el tema de los pagos efectuados por la “puesta a punto” de las antenas televisivas que Fininvest* habría empezado a administrar iniciando con la compra de algunas emisoras Tv en el territorio palermitano."
Estamos a principios de los años Ochenta, protagonistas de la violenta guerra de mafia que dejaría en el campo de batalla al mismo Stefano Bontade, pero no las relaciones del empresario milanés con la asociación criminal.
"En efecto - se lee en el documento - incluso después de la muerte de Bontade, en abril del 1981 y de la ascensión de Riina dentro de la asociación mafiosa", Dell’Utri ha seguido manteniendo específicamente sus relaciones con Cosa Nostra preocupandose en particular, hasta principios de los años '90, de que el grupo empresarial que hacía referencia a Silvio Berlusconi siguiera pagando conspicuas sumas de dinero, a título extorsivo, a cambio de una amplia 'protección' asegurada."
Una operación que el imputado ha podido llevar a la práctica gracias precisamente a dichas relaciones que nunca se interrumpieron con el pasar de los años con Antonino Cinà y Vittorio Mangano, "los dos exponentes mafiosos en contacto con la cúpula de Cosa Nostra, los cuales han reforzado con el tiempo su envergadura criminal, justo gracias a que el imputado les permitió acreditarse como intermediarios para llegar a Silvio Berlusconi, destinado a convertirse en uno de los más importantes exponentes del mundo económico-financiero del país, antes de asumir un empeño personal en la política."
Pero tal conducta, escriben en un modo un poco apresurado los jueces, puede "considerarse efectiva" sólo hasta cuando resulta comprobado el pago de parte de Silvio Berlusconi "de las sumas que le fueran solicitadas a beneficio de Cosa Nostra". es decir, hasta el 1992, "mientras faltan en cambio elementos ciertos para afirmar que la misma actitud haya proseguido durante los años siguientes y en particular después del atentado de Capaci (donde perdió la vida el juez Falcone) y en el período en el que, a partir de finales del 1993, el empresario Berlusconi decidió asumir el papel que todos conocemos en la política del País."
Según los jueces faltarían en efecto "pruebas inequívocas y ciertas, de actitudes concretas y conscientes de aportes materiales atribuibles a Marcello Dell’Utri habientes relevancia causal en orden a la consolidación de la organización criminosa". Y por lo tanto carecería de pruebas el "pacto electoral" entre las ‘coscas’ y Fuerza Italia, en el momento de la "entrada en campo" del ‘Cavaliere’.
Sin embargo el documento no excluye que entre "finales del 1993 y los primeros meses del 1994, en concomitancia con el nacimiento del partido político Forza Italia… dentro de Cosa Nostra madurara difusamente la decisión de votar por la nueva formación tal como han confirmado todos los colaboradores de justicia que han declarado sobre el tema". Señal de que entre las filas de Cosa Nostra ese partido debía representar cuanto menos una garantía.
La anulación parcial de la Casación
La sentencia de la Apelación fue anulada parcialmente el 9 de marzo de 2012 por la Casación, que acogió el recurso de la defensa de Dell’Utri. Una vez confirmada la absolución por las acusaciones sucesivas al 1992, por las cuales la sentencia ya es definitiva, la quinta sección penal de la Suprema Corte, presidida por Aldo Grassi, explicó en las motivaciones depositadas el 24 de abril, que resulta "probatoriamente demostrado" el comportamiento de Dell’Utri "de consolidación de la asociación mafiosa hasta una determinada fecha, favoreciendo los pagos de sumas no debidas a Cosa Nostra de parte de Fininvest. Sin embargo – a juzgar por la Casación – queda por ser demostrada la acusación de concurso externo en el período en el que el senador de Forza Italia dejó Fininvest para ir a trabajar para Filippo Alberto Rapisarda, entre el 1977 y el 1982. Después de que – según estableció la Casación - las relaciones habrían continuado, pero sin la prueba de que hubiera entre las partes un "recíproco interés". Sobre este aspecto, la Casación dispuso un nuevo juicio ante una diferente sección de la Corte de Apelaciones de Palermo, presidida por Raimondo Lo Forti, que ha pronunciado hoy su fallo.
El proceso de Apelación bis
El nuevo proceso de Apelación inició el 18 de julio del 2012. Durante su requisitoria el fiscal Luigi Patronaggio ha recorrido las etapas fundamentales de todo el procedimiento penal, deteniéndose también sobre la figura de Vittorio Mangano, definido en pasado "héroe" y que aún hoy el ex senador Dell’Utri recuerda amistosamente. Según el fiscal el aporte externo para favorecer a Cosa Nostra provista por Dell’Utri se prolonga bastante más allá del "1992". "La conducta de Marcello Dell’Utri no puede limitarse a haber participado en una extorsión - subrayó -, sino que hablamos de dos conductas que se delinean a través de la mediación de una extorsión por un lado y por el otro de la función de garantía de las actividades de Berlusconi protegidas y facilitadas por Cosa Nostra. Dell’Utri ha actuado por un fin personal bien preciso, sacando ventaja incluso de la cercanía de Vittorio Mangano. ¿Si Dell’Utri no hubiese tenido detrás la potencia de Cosa Nostra, hubiera hecho una carrera como la suya dentro de Fininvest? ¿De ser un oscuro empleado hubiera llegado a ser jefe de Publitalia*? Sin este 'valor añadido' de Cosa Nuestra ¿dónde habría llegado nuestro acusado? Qué carrera política hubiera podido hacer"?
Según Patronaggio los atentados contra Silvio Berlusconi y la Standa* en los años Ochenta y Noventa se enmarcaban "en la óptica de una relación compleja entre los dos. La tensión y las presiones constantes sobre Berlusconi hacen que Dell’Utri salga reforzado, ya sea en su posición de garantía respecto al amigo, que respecto a la mafia por su posición de mediador".
Sobre los atentados contra el entonces empresario Berlusconi "los arrepentidos de mafia hablan de intervenciones a los máximos niveles mafiosos para hacer cesar los atentados, el nombre que dicen es el de Marcello Dell’Utri". El fiscal recordó después, que según los colaboradores de justicia, de toda la historia se interesaron también los "palermitani" y en particular Totò Riina "porque no se podía hacer una mala pasada a Dell’Utri", que habría pagado "tres millones al mes de coima por la Standa*."
En la segunda parte de su requisitoria el sustituto Procurador general, antes de solicitar a la Corte que confirmara la condena de 7 años de cárcel para Marcello Dell’Utri, por concurso externo en asociación mafiosa, ha recorrido los hechos inherentes a los años entre el 78’ y el 82’. Según el fiscal “había una continuidad de las relaciones entre el imputado y el duo Bontade-Teresi, relaciones cultivadas con el fin declarado de proteger a los familiares y las actividades económicas de Silvio Berlusconi, por un lado, y por el otro, conceder a Cosa Nostra considerables ganancias, que derivaban de las ‘regalías’ por la protección, y que Silvio Berlusconi prodigaba generosamente por además de permitir a la misma organizzación que se fortaleciera en Milán, que entablara relaciones con el mundo de la finanza y del empresariado también al fin de reciclar y reeinvertir los enormes beneficios que derivaban de la imponente actividad del tráfico internacional de sustancias estupefacientes que, en aquellos años, dicha organización realizaba entre Medio Oriente, Europa y los Estados Unidos”. El fiscal había evidenciado como Marcello Dell’Utri, en el periodo entre el 78’/82’, durante el cual trabajaba para el empresario Filippo Alberto Rapisarda “continuaba con sus relaciones con Teresi y Bontade en negocios de distinto tipo, incluso ilegales, como aquellos relacionados con la reinversión de capitales mafiosos”.
En lo que se refiere a la posición de “garantía” el fiscal subrayaría después que el mismo Berlusconi “sabía” que para cualquier problema que tuviera que ver con las relaciones con Cosa Nostra “podía hacer referencia al imputado Dell’Utri como de hecho ha ocurrido, no solo por las amenazas sufridas en el 74’, sino también en relación al atentado del 1975, al atentado del 1986, a las perseverantes presiones de Cosa Nostra en el 1988” y, según el parecer de Patronaggio, también con referencia a los atentados contra la Standa de Catania en el 1990. “La relación entre Dell’Utri y Cosa Nostra, reiteraba el fiscal, no solo no se interrumpió nunca, sino que ha sido la continuación del cumplimiento del loco pacto acordado en el 74’ y renovado en el 86’ por manos de Salvatore Riina. El sustituto procurador general ha ilustrado con riqueza de detalles como los boss mafiosos Giovanni Battista e Ignazio Pullarà, de la familia de Villagrazia, ‘mandamiento’ de Santa María de Jesús (el mismo de Bontade y Teresi), hubieran sido los referentes de Dell’Utri hasta el 1986, después de ello ese papel fue asumido por Totò Riina, que a partir de finales del 86’, quiso tomar en mano esa situación, también para fines ‘políticos’, en relación con la conocida amistad que unía a Berlusconi hacia el Presidente Craxi”.
Para Patronaggio queda igualmente demostrado que Dell’Utri “solicitando al amigo y co-imputado Cinà, escribía nuevamente los términos del acuerdo con Cosa Nostra, haciendo pagar algo más en términos económicos al amigo empresario, y relanzando al mismo tiempo, incluso bajo el perfil del intercambio político-mafioso, un pacto aún más sólido con Cosa Nostra”. Pero el fiscal había subrayado también como más allá de la absolución por su conducta post ’92 (especificadamente de la acusación de haber estipulado un pacto de intercambio político-mafioso con Cosa Nostra), los contactos con Cosa Nostra habrían continuado. “Cómo ignorar los encuentros demostrados entre el imputado y Vittorio Mangano a la vigilia de las elecciones del 1994 –se ha preguntado Patronaggio.
Y más, cómo ignorar las pesantísimas indicaciones del colaborador de la justicia Gaspare Spatuzza acerca de las relaciones entre el imputado y los muy temibles hermanos Graviano la víspera del fallido atentado en el Foro Italico (Estadio olímpico)?”
Y con mucha probabilidad también estos aspectos serán tratados por los jueces que deberán ahora hacer constar las motivaciones de la sentencia a tiempo para evitar que entren en juego los términos de prescripción previstos por la Casación si no pronunciará su veredicto antes del 2014. La prescripción, como ha declarado el mismo Patronaggio, “Sería una derrota de la justicia, el enésimo agujero negro de la historia de la República”.
Mientras tanto la Fiscalía general de Palermo, según fuentes judiciales, ha pedido el arresto de Marcello Dell’Utri, aludendo al peligro de fuga del imputado. No se sabe todavía si la Tercera Sección de la Corte de Apelaciones haya acogido la solicitud o no.
* Fininvest: Holding de Silvio Berlusconi
* Edilnord: empresa perteneciente a Fininvest de Silvio Berlusconi que construyó Milano Due (abreviado MI2), un centro residencial de lujo en Milán.
* Publitalia: concesionaria de publicidad del grupo Mediaset, empresa italiana dedicada a la comunicación televisiva, controlada por el Grupo Fininvest, propiedad de Silvio Berlusconi.
*Standa: cadena de supermercados de propiedad de Berlusconi
http://www.antimafiaduemila.com/2013032541892/primo-piano/concorso-esterno-dellutri-colpevole-condannato-a-7-anni.html