Jueves 28 Marzo 2024

Las palabras de la canción de Fiorella Mannoia, himno oficial del movimiento Rivoluzione Civile, encierran uno de los elementos centrales de la lista de Antonio Ingroia: el coraje. El coraje de participar activamente, de ir contra la corriente, contra aquellos poderes fuertes que el ex magistrado conoce bien y qué ahora se encuentra a afrontar con un rol diferente.

Esos "sistemas criminales" que atenazan a nuestra frágil democracia no toleran de buen grado la entrada en política del ex procurador adjunto de Palermo, al igual que ese centroizquierda conocido por haber amablemente confabulado, primero con Berlusconi y después con Monti. Por detrás del escenario Cosa Nostra y todas las otras organizaciones criminales relacionadas con ellas observan a un pueblo que se prepara para ir a votar, a un pueblo que en un cierto sentido ha perdido la dignidad de nuestros padres constituyentes.

La esperanza de una inversión de dirección camina sobre las piernas de hombres y mujeres que no tienen intención de rendirse a una política connivente con la mafia. Qué no tienen intención de ceder a los llamados de quien quiere ir al Parlamento solo para "destruir" creando de esta manera una estrategia del caos que tanto agrada a quien desea desestabilizar nuestro País. La revolución civil de Antonio Ingroia se prepara por lo tanto a pasar el umbral de los centros del poder. Hay todas las potencialidades para cambiar la situación actual de las cosas y el coraje no falta.  
 
-¿La eliminación de la mafia es uno de los objetivos principales de su programa ¿cuales son los aspectos prioritarios para realizarlo y cuáles son los obstáculos más difíciles que superar?  
-Sirven ante todo medidas urgentes. Hace falta tener un programa que contenga medidas a breve, medio y largo plazo. Sabemos bien que la mafia no se puede eliminar de un día a otro. Para eliminarla definitivamente es necesario planear una estrategia de ataque. Los obstáculos provienen sobre todo de la política y de toda la clase dirigente que ha elegido convivir con la mafia. La política antimafia italiana siempre ha sido de convivencia, a prescindir de las posiciones políticas. Ha habido formaciones políticas más indulgentes con la mafia y líneas políticas más firmes, pero nadie ha tenido nunca como objetivo el de eliminarla. Somos conscientes de que el contraste principal es superar esta impostación secular político-cultural de la clase política y de la clase dirigente italiana.  
 
-Vamos por orden  
-Hay que golpear la estructura militar de las mafias, el corazón financiero y sus conexiones con la política y con las instituciones. A nivel militar es necesario antes que nada asignar hombres, fondos y fuerzas a los organismos empeñados en el territorio, empezando por la magistratura (que a menudo ha operado y opera en situaciones difíciles debido a los recortes efectuados a la justicia, etc.) y terminando por las fuerzas de policía. En los últimos años hemos asistido a recortes progresivos que han implicado sobre todo a las fuerzas de policía, a una estructura ideada por Giovanni Falcone para ser “brazo derecho” de la magistratura italiana, y me refiero a la dirección investigativa antimafia (Dia). Hoy la Dia es la contrafigura del modelo elaborado por Giovanni Falcone. Es necesario devolverle a este fin fondos, hombres y estímulo en su labor. Según su inspiración primaria debía ser la policía por excelencia contra la mafia. En lo que concierne a la acción de contraste al corazón financiero de la mafia creemos que sea fundamental potenciar nuestra propuesta de ley Ingroia-La Torre* (una prosecución de la ley Rognoni-La Torre, ndr), por medio de la cual nos proponemos incautar los patrimonios a los mafiosos y a sus cómplices, pero también a los corruptos y a los evasores fiscales, adoptando mecanismos de simplificación de los procedimientos que consientan reducir los tiempos del proceso y el tiempo que pasa entre el comienzo de las investigaciones, la incautación definitiva y la reutilización de los bienes a fines sociales. Esta oficina de nueva institución tendrá que ser dotada con hombres, medios, personal especializado e instrumentos que consientan una agresión aún más eficiente respecto a los patrimonios de los mafiosos. Y sobre todo tendrá que prever lo que hoy no es contemplado de forma clara (no obstante la magistratura lo esté poniendo en práctica sin contar con el soporte adecuado), y es decir que puedan ser sujetos a la incautación no sólo los bienes que pertenecen a los mafiosos, sino también los que pertenecen a los cómplices de la mafia, a los que reciclan  el dinero y a aquellos que giran alrededor de esta galaxia, políticos conniventes con la mafia in primis. Del  mismo modo hay que apuntar contra el delito del autolavado y al texto único que reglamente el antireciclaje.
 
-El punto central es indudablemente la relación mafia-política  
-Para desarraigar las conexiones mafia-política es fundamental que también sea castigado el intercambio político-electoral gracias al cual el político no promete sólo dinero, sino también otros beneficios, así como decía el texto original de la propuesta de ley. De este modo se podrán castigar y contrastar los acuerdos pre-electorales político-mafiosos dejando a la magistratura menos desarmada respecto a lo que ocurre hoy en lo que se refiere a ciertos pactos político-electorales con la mafia. Los mismos acuerdos que muchos políticos están entablando en este momento, sobre todo en estos últimos días de campaña electoral. Nosotros proponemos que se introduzca por ley la incandidabilidad de quien ha sido encausado, o que ha recibido una disposición de custodia cautelar, por delitos muy graves: empezando por los de mafia y siguiendo con aquellos contra la pública administración como la corrupción.  
 
-A tal propósito usted ha declarado que ante graves indicios de sobornos se tendrá que disponer primero el secuestro y luego la incautación en el caso de que los patrimonios verificados sean desmesurados con respecto de la renta declarada. ¿Esta propuesta suya ha hecho sì que se desencadenaran en la red algunos comentarios de ciudadanos preocupados de que todo esto puede derivar en una especie de Estado de policía ¿cómo responde a estas críticas?  
-La Corte Constitucional ya se ha pronunciado varias veces sobre la cuestión declarando que la ley original Rognoni-LaTorre está perfectamente en línea con los principios constitucionales. De nuestra parte afirmamos que el mismo procedimiento y los mismos estándares probatorios (que se aplican hoy respecto a los patrimonios de personas gravemente sospechosas de pertenecer a la asociación mafiosa) deban de ser aplicados también a los que son gravemente sospechosos de connivencia con la mafia, gravemente sospechosos de corrupción y gravemente sospechosos de elevada evasión fiscal. No veo porque los patrimonios de los mafiosos tengan que ser sometidos a un tratamiento más desfavorable con respecto de aquellos de los corruptos.
 
He viajado por el mundo para exportar las ideas italianas sobre el contraste al crimen organizado, he trabajado en Guatemala por dos meses y he estado en México muchas veces. Son Países del mundo que tienen que vérselas con un crimen organizado igualmente endémico que en Italia.  ¡En todos estos Países nuestra propuesta es considerada un modelo al cual inspirarse, ¡otra que Estado de policía!  
 
-¿El año pasado, cuando era  magistrado, dijo que había llegado al pasillo de la verdad, con este nuevo ‘vestido político’ usted ha hipotizado la institución de una comisión parlamentaria que se ocupe de los atentados del '92 y el '93. ¿Cuánto puede ambicionar dicha comisión a contribuir a la búsqueda de la verdad sobre ese bienio stragista? ¿Y sobre todo, como se puede evitar que se repitan los epílogos deshonrosos de varias comisiones parlamentarias?
-La política es culpable y responsable de demasiados silencios, demasiadas omisiones, demasiadas reticencias en el umbral de la habitación de la verdad, sobre las estaciones oscuras de la historia de nuestro País. Nosotros queremos una política digna de este nombre que acompañe a la magistratura a la habitación de la verdad y que la apoye. Creo que antes que nada tenga que ser preservada la completa autonomía, independencia y libertad de la magistratura. La magistratura tiene que ser ayudada con un sostén político, con buenas leyes, evitando que se pongan en acto esas infames campañas de prensa y de denigración contra la Fiscalía de Palermo que por demasiado tiempo han sido hilvanadas con el propósito de obstaculizar la búsqueda de la verdad. Ante los perfiles de responsabilidad política es la misma política la que tiene que hacer su parte. La última comisión parlamentaria antimafia que había despertado alguna esperanza ha sido en cambio la enésima desilusión. El informe final del Presidente della Commissione parlamentare Antimafia, Giuseppe Pisanu, se ha concluido con una sustancial auto absolución de parte de la clase política que se ha erigido a juez de si misma, afirmando que no hubo mandantes políticos (en la negociación Estado-mafia, ndr.) Sería de verdad escandaloso y vergonzoso si tuviese que haber una comisión de investigación sobre los atentados y sobre la negociación Estado-mafia que repitiera una escenada como la de la comisión antimafia de Pisanu. En mi opinión conviene una comisión de investigación seria de la que nos hacemos promotores con tal de que se vaya hasta el fondo. En el momento en el que nos diéramos cuenta de que no hay una efectiva voluntad política de ir hasta el fondo seríamos los primeros en dimitirnos de esta comisión de investigación.    
 
-¿Por cuánto concierne a los escándalos financieros del otro lado del Tíver, cómo  es posible invertir la tendencia de lo que usted mismo ha definido “la deslealtad bancaria del Vaticano”?
-Creo que la historia de la finanza vaticana es a menudo una historia turbia y oscura al centro de intereses y de enredos, y muchas veces se ha tratado de verdaderos intereses criminales. Fue valiente la toma de posición de Papa Ratzinger – que  demasiado pronto quedó en nada – el cual quería dar una mayor transparencia y una linea de comportamiento de la finanza vaticana con respecto a los standards internacionales. La cuestión es que la finanza vaticana no se inspira en estos criterios de transparencia financiera. Los poderes de control, empezando por el Gobierno, siempre han mirado “para el otro lado”, porque la política italiana no es una política libre de los poderes fuertes y ciertamente el Vaticano representa un poder fuerte. Cuando estemos en el Parlamento trabajaremos para que haya controles más serveros. Pediremos al Vaticano que esté a la altura de lo que debería ser una institución eclesiástica, aunque esté empeñada en actividades financieras, para ser un modelo de ética. La ética en la finanza significa transparencia. Incluso lo que el Estado italiano le da a la Iglesia Católica a través del 8 por mil de la declaración de renta, el Vaticano lo destina a circuitos financieros extranjeros, lo cual no es índice de lealtad hacia el sistema bancario italiano ni mucho menos tiene las características de la transparencia financiera. Está claro que desde el momento en que un flujo de dinero de procedencia lícita llega al extranjero tiene óptimas posibilidades de camuflarse con flujos de procedencia dudosa que podrían volver a ingresar disfrazados como los que salieron legítimamente de Italia porque provenían del 8 por mil. Así no está bien. Tenemos que imponer un rastreo financiero sobre todos los flujos financieros, incluso de la finanza vaticana.  
 
-Recientemente usted ha hablado también del riesgo que Italia sea devorada definitivamente por ‘tangentopoli’.  
Italia es desgraciadamente una ‘tangentopoli’ (sistema de corrupción en el mundo político y financiero italiano en los años ‘90) a cielo abierto que se ha difundido capilarmente en todo el territorio nacional. La primera tangentopoli de los años '90 estaba organizada alrededor del sistema de los partidos, hoy en cambio cada rincón del poder se alimenta con la corrupción. Hemos llegado al punto que uno de los grupos empresariales más importantes de la economía italiana como Finmeccanica, así como ha escrito el juez instructor de Busto Arsizio, termina por conferir su "filosofía empresarial" al "dios soborno" y al "dios fajo de dinero". Cuando el soborno se convierte en "filosofía empresarial" significa que la corrupción se convierte definitivamente en sistema y esto no lo digo yo, (que soy acusado por mis adversarios políticos de ser un fanático justicialista), sino que lo dice un magistrado ciertamente serio y competente, que no suele nunca usar tonos altos, como el presidente de la Corte de Cuentas que hace unos días ha hablado de la "corrupción sistémica" cuál principal freno a nivel económico. Italia está al bordo del abismo, al borde de una crisis económico-financiera que es fruto de una crisis político-institucional y, a su vez, de una crisis ético-moral.

La clase dirigente italiana ha convertido su filosofía y su quehacer cotidiano en prácticas ilegales. Para contrastar todo ello hacen falta leyes eficientes, hace falta una terapia de choque. Antes que todo introducir una ley anticorrupción que esté a la altura de la emergencia corrupción. Ciertamente el decreto ley anticorrupción aprobado por el Gobierno Monti no está a la altura, más bien se trata de una ley que ha empeorado la eficiencia de la legislación vigente en materia, tienen el peso de la responsabilidad Monti y los partidos Pdl y Pd que han sustentado su Gobierno hasta hace unos días. Terapia de choque también significa echar fuera a esta clase dirigente que es responsable de la emergencia en la que se encuentra Italia. Nuestro País está en coma aunque no sea un coma irreversible, pero para salvarlo es necesario echar fuera de la habitación del poder a esta clase dirigente.  
 
-¿En lo que se refiere a la política extranjera cómo puede incidir el programa de Rivoluzione civile en el ámbito del escenario internacional?  
-Ante todo volviendo a dar peso y eficacia al artículo 11 de la Constitución: Italia reniega la guerra como medio de solución de controversias internacionales y no usa la guerra como medio de política internacional. Italia tiene que volver a ser en efectivo, y no a palabras, una nación de paz, y para demostrarlo tiene que ser consecuente: retirar enseguida las tropas ocupadas en operaciones militares en el extranjero empezando por las que están ahora en Afganistán; revocar la deliberación de la participación a la intervención en Malí que se les ha presentado a los italianos - engañándolos - como una operación de seguridad pública, mientras que es por el contrario una intervención militar a todos los efectos. Hay que anular los gastos por los cazabombarderos F35, un gasto inútil que pesa sobre la tesorería del Estado, y además se trata de  armamentos defectuosos. Deben ser recortados en general los gastos militares. En Italia están cancelando los gastos para el estado social, en el campo de la solidaridad, de la escuela, de la universidad, de la salud, etc. Han sido recortados vertiginosamente los gastos en el sector de la justicia, en el sector de la seguridad. Es incomprensible que con los gastos militares se haya hecho exactamente el contrario, siendo que en los últimos años el gasto militar incluso ha aumentado. Queremos dar un vuelco a esta situación y de ahí retomar el tema de la política internacional y que Italia tenga un nuevo protagonismo. Por un lado por la paz, por el otro por la cooperación internacional en favor de la solución de los problemas de la Comunidad internacional, empezando por los sectores en los que Italia puede dar mucho también en términos de experiencia en la lucha contra la criminalidad organizada que es una criminalidad internacional y transnacional a todos los efectos. A nivel europeo nosotros estamos a favor de una Europa diametralmente diferente de la que hoy dicta leyes. La Europa de hoy es la de los potentados financieros y económicos, de la alta finanza que dicta las reglas a los gobiernos de los Países nacionales. En cambio queremos una Europa que sea afín a los principios inspiradores de los padres de Europa, a partir de Altiero Spinelli y los demás, una Europa de los pueblos, de los derechos y de la solidaridad. Con nuestra ambición de revolucionarios no queremos sólo cambiar Italia, queremos también cambiar Europa.  
 
-¿Se dice a menudo que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, por qué según usted el pueblo italiano permite cíclicamente a los políticos como Berlusconi que hipoteque su futuro?  
-Ha ocurrido por dos razones principales: en primer lugar porque hombres como Berlusconi han tenido firmemente en las manos algunos poderes que podían influenciar fácilmente a toda la opinión pública, empezando por el monopolio de la información; en segundo lugar por la incapacidad de la oposición de lograr llevar adelante una propuesta política unitaria y alternativa de verdad a la de Berlusconi. Los gobiernos de centroizquierda no han sido nunca capaces de anular definitivamente lo que Berlusconi construyó. No han sido nunca capaces de hacer una ley que reglamente el conflicto de intereses, no han sido nunca capaces de hacer una legislación antimafia que golpeara al corazón el poder de las mafias, no han sido nunca capaces de hacer una legislación anti casta y anti corrupción. La verdad es que son dos caras de la misma medalla, expresión de la misma clase dirigente que debe ser echada fuera.  
 
Artículos relacionados:
Il programma di Governo Antimafia di Antonio Ingroia (El programma de gobierno de Antonio Ingroia).

Rivoluzione Civile:www.rivoluzionecivile.it
http://www.antimafiaduemila.com/rivoluzione-civile/antonio-ingroia-mafia-politica-e-finanza-vaticana-una-storia-torbida-di-interessi-criminali.html

Nota:
* Ley Rognoni-La Torre: que establece el derecho del Estado de confiscar los activos que sean fruto de la actividad criminal de la mafia.