Viernes 29 Marzo 2024
Además esta vez, como en una película de horror montada en flashback, primero los ciudadanos inermes, los más inocentes entre todos: los adolescentes, y después quien sabe hasta donde podrían llegar y quien sabe hasta quien. Aún no sabemos cuánto nos hemos equivocado, aunque en el corazón de todos queda la amarga esperanza de que se trate sólo de un loco aislado y que la historia, por una vez, puede ser que no se repita.

Pero esas demasiadas coincidencias, el Instituto intitulado “Francesca Morvillo”*, cinco días antes de la conmemoración de Capaci*, la caravana de la legalidad de Libera* que llegaba justo ese día a Brindisi...Todo ello para inducirnos en la tentación de creer que el trabajo de estos veinte años no ha servido de nada.

falcone1Sin embargo, en la rabia, en la tristeza, en el abatimiento, en la sed de justicia, incluso en la desesperación debida a la sensación de impotencia, la reacción, en todo el País, ha sido unánime. La gente, adultos, pero sobretodo jóvenes, han salido a la calle, espontáneamente, instintivamente, no sólo impulsados por el horror de una vida demasiado joven para ser suprimida por la locura de este mundo, sino porque es consciente de que si no queremos volver a sumirnos en el terror y en la oscuridad de una nueva estrategia de atentados, la enésima desde Portella della Ginestra, dependerá también de nosotros, de la sociedad civil.

Nos lo enseñaron ellos: Falcone y Borsellino y fueron muchos los que el sábado se recordaron de su lección. En estos días fiction, opinionistas, periodistas, escritores, enanos y bailarinas llenarán todos los espacios informativos posibles con sus rostros, sus historias, sus vidas... y es justo que así sea. Pero recordar no es sólo esto.

Recordar es también tener el valor de tomar en mano su herencia. Lo han hecho los magistrados que, siguiendo sus huellas, viven escoltados las veinticuatro horas del día y no tienen miedo de hacer lo que hicieron ellos: aplicar el sagrado principio de la ley igual para todos. Lo han hecho muchísimas asociaciones que han esparcido en el País semillas de legalidad y de justicia, lo han hecho muchos padres conscientes de que también sus hijos tienen y tendrán un rol en una sociedad mejor, lo han hecho espléndidamente muchísimos profesores que, a pesar de las enormes dificultades, han educado generaciones enteras de chicos hacia la atención al prójimo cómo ingrediente fundamental para que madure el sentido de la colectividad, el sentido y el valor del Estado.

Ésta fue la lección más importante para Giovanni Falcone: sentirse Estado. Y ninguno de nosotros tiene más excusas, porque no obstante hace veinte años existía la corrupción, políticos indignos de ocupar las instituciones, mafias y mala vida Falcone, con los poquísimos que se alinearon con él, el primero Borsellino, se hizo Estado.

Giovanni Falcone era el número uno. Todo el mundo le conmemora y recuerda,  aún hoy, por su formidable capacidad intuitiva, por la abnegación, por el sentido de sacrificio, por la profesionalidad, la seriedad y el valor. Es el rescate de nuestro país de listos y de hombres de poco valor que se dedican solamente a acumular dinero y cemento, de ignorantes y putañeros, de agarrones  y de siliconadas
.
Giovanni Falcone es, a pesar de la degradación imperante de nuestro inestimable patrimonio cultural y artístico, un faro aún encendido para las nuevas generaciones. Si hubiera vivido, él, cómo Borsellino, viviríamos en otra Italia. Lo sabían muy bien aquellos que planificaron con la mafia la invasión de nuestro País repartiéndose poder y riquezas y no dudaron en eliminarles para llevar a cabo su proyecto.

Lo demuestran después de veinte años nuevas investigaciones. Un desvío de informaciones para no hacer saber quien asesinó Borsellino, una sentencia absurda y mil versiones para hacer perder las pocas pistas sobre la agenda roja desaparecida y hoy, otros indicios más también sobre Capaci y el fallido atentado en la Addaura*.

La única verdad comprobada es la que concierne a los ejecutores, todos los mafiosos en cadena perpetua, excepto Matteo Messina Denaro, que han pagado esa ilusión de omnipotencia con el 41 bis*, pero que se obstinan en no hablar. Más coherentes y más dignos que muchos hombres de estado (con la e minúscula) que han balbuceado fragmentos de recuerdos confundidos con mentiras y con improbables reconstrucciones.

Muchos hombres políticos de ayer y de hoy saben por lo menos un fragmento de la verdad acerca de los atentados del ’92 y del ’93,  pero prefieren callar y delegar a la magistratura, a los pocos magistrados que se obstinan en buscar la verdad en todas las direcciones pagando con la deslegitimación y con la sobreexposición , y después correr con traje de chaqueta para estar en primera fila en todas las conmemoraciones  en beneficio de las cámaras de televisión.

Pero la gente ya no cree más.La verdadera lucha hoy es salvar a los jóvenes de la resignación.

Chicos, es verdad que la clase dirigente de este País es un tropel de fracasados que os está entregando un País devastado. Han hecho de todo para volveros inofensivos: han destruido la escuela, han acabado con el profundo sentido de la cultura, han hecho circular sexo y droga, a buen precio, han convertido en una ilusión inalcanzable el trabajo que desearías hacer, han engañado con juegos de prestidigitación la imagen en movimiento... pero no es sólo ese el modelo de mundo, no es sólo esta la Italia, no es sólo éste nuestro Estado
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El Estado, la Italia son ellos: Giovanni Falcone, Francesca Morvillo, Vito Schifani, Rocco Dicillo, Antonio Montinaro, Paolo Borsellino, Emanuela Loi, Eddi Walter Cosina, Vincenzo Li Muli, Agostino Catalano e Claudio Traina, pero también el general Dalla Chiesa, Pio La Torre, Pier Santi Mattarella, Rocco Chinnici, Boris Giuliano, Ninni Cassará, Beppe Montana, Peppino Impastato, Pippo Fava… y podríamos seguir con otros nombres.

Han dado la vida para que en la tierra de Italia se difundiera su ejemplo, porque partes de ellos descendieran en cada uno de nosotros. Leed sus historias, estudiadlas, hacedlas vuestras y buscad a aquellos que aún con esfuerzo y límites, pero con gran valor, han recogido la herencia. Miraros alrededor entre vuestra casa y la escuela, hay muchos, quizás silenciosos, no son perfectos, pero les reconoceréis porque van contra la corriente. Así como contra corriente, incluso contra el instinto natural de supervivencia, fueron Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.

Video: Falcone: “Lo importante no es establecer si uno tiene miedo, sino aprender a no dejarse condicionar”.

http://www.antimafiaduemila.com/2012052337320/primo-piano/giovanni-falcone-e-la-lotta-per-riprendersi-lo-stato.html

Notas:
* Francesca Morvillo: esposa de Giovanni Falcone y fallecida junto a él en el atentado de Capaci
* Libera: Asociación antimafia de Don Luigi Ciotti

 (http://www.antimafiadosmilargentina.com/joomla3/index.php/italia/corrupcion/6659-el-cura-que-se-puso-al-frente-de-la-lucha-antimafia)