
Esto es lo que sucede cuando nos encontramos frente a situaciones que se han dejado gangrenar. Lo único que deseo es que se llegue rápidamente a un alto al fuego. La resolución del Consejo de Seguridad de la Otan es muy ambigua en la formulación: se adoptarán “todas las medidas necesarias para proteger la población civil”. Quiere decir todo y nada.
Entonces ¿Ud. es contrario?
Absolutamente. Mi punto de vista es siempre contra el uso de la fuerza, que no lleva a ninguna parte.

Soy un cirujano. No hago de político, o de diplomático, o de jefe de Estado. No se de que manera se ha intentado convencer a Gadafi a cesar el fuego. Y después las noticias que llegan son confusas y contradictorias.
Pero, algunos puntos parecen claros: que Gadafi es un dictador, contra el cual ha estallado una revolución popular y que está masacrando a los civiles, por ejemplo...


Cada situación es diferente de la otra. Los cerebros más elevados del planeta tienen una visión de la política que excluye la guerra. Quiero remitirme a lo que escriben Einstein y Russell, no a lo que dicen los Borghezio y los Calderoli. Sarkozy no me parece un gran genio de la humanidad. Y detrás hay siempre intereses económicos.
¿Pero cual es la solución?
A este punto es muy difícil comprender lo que se puede hacer. Se afrontan las cuestiones cuando se vuelven insolubles. ¿A este punto que se puede hacer? Nada, encontrarse bajo las bombas. No es posible que se razone siempre en términos de “cuantos aviones, cuantas tropas, cuantas bombas”. Sin embargo, quizás hubiéramos podido dejar de hacer negocios con Gadafi.
¿Qué piensa de la posición italiana?
Quisiera conocerla. Hace un par de días Frattini dijo que “el Coronel no puede ser echado”. Qué quiere decir: ¿qué no se debe o no se puede? Nosotros no tenemos ninguna política extranjera, cómo por otro lado fue en los tiempos de Afganistán y de Irak.

En Roma éramos tres millones.
Pero más allá de la política, la opinión pública calla.
Esta guerra ha llegado inesperada: si continuará seguramente habrá una movilización para pedir que se detenga la masacre.
Inesperada o no, el silencio del movimiento pacifista golpea.
El movimiento pacifista existe y lleva adelante sus batallas, desde la de la solidaridad hasta la lucha contra la privatización del agua y al no a los experimentos nucleares. Y ciertamente se hará sentir para pedir que termine la masacre.
Por lo tanto, según Ud. ¿no hay un adormecimiento de las conciencias?
Claro que si, no podría ser el contrario. Tenemos un gobierno guiado por un asqueroso y nadie dice nada. Ha destruido la justicia y nadie dice nada. Hace años que echamos a los extracomunitarios y se incita al odio y al racismo. No son cosas que pasan como gotas de agua.
de Wanda Marra – 20 de marzo 2011 – Fuente: Il Fatto Quotidiano