Sábado 14 Junio 2025

Presidente Mattarella, escuche a un padre de la patria

Este es un llamamiento al Sr. Presidente Sergio Mattarella.

Como bien sabe, acaba de salir a la venta la reimpresión del libro Sandro Pertini, una certa idea di socialismo (Editorial Solferino), editado por Marzio Breda y Stefano Caretti. El libro reconstruye el perfil humano y político del presidente más querido por los italianos y presenta, en el prólogo, el conmovedor discurso que pronunció en Savona en 2016 con motivo del 120º cumpleaños del exjefe de Estado. Un homenaje de agradecimiento tan conmovedor como oportuno, en el que usted subrayó la decisiva contribución de Pertini a Italia, cuando esta se vio atravesada por el viento sofocante del nazi fascismo, por el viento reformista de la Asamblea Constituyente y, finalmente, por el viento subversivo de los años de plomo. "Pertini siempre ha sido un luchador por los valores inscriptos en su conciencia", dijo, recordando las hazañas heroicas del partisano Pertini, que "no quería decir parcial ni faccioso".

"Partisano -explicó en 2016- era la cualidad del verdadero patriota, de alguien dispuesto a arriesgar más que otros por la libertad de todos, por la igualdad de derechos". Palabras sagradas. Pero entonces nos preguntamos: ¿qué ha sido de esos principios partidistas hoy, señor Presidente? Con un genocidio en marcha al otro lado del Mediterráneo y una feroz ocupación contra un pueblo, los palestinos, que resisten en virtud de los mismos ideales y los mismos derechos por los que Sandro Pertini se alzó en armas a costa de su vida, prisión y exilio. Mientras escribo, tengo grabadas en mi mente aquellas vibrantes palabras pronunciadas por Pertini contra Israel en el lejano 1983, durante su discurso de fin de año. El año anterior, los falangistas maronitas libaneses, bajo la supervisión del ejército israelí, habían entrado en los campos de refugiados de Sabra y Chatila y masacraron a familias enteras de refugiados palestinos durante la noche (se estima que entre 700 y 3.500 víctimas). El ejército, liderado por Ariel Sharon (quien posteriormente se convirtió en primer ministro), tenía la tarea de garantizar la seguridad de los civiles palestinos en la etapa en que la OLP se retiraba del Líbano durante la guerra civil. Tras la tragedia, el propio Sandro Pertini acudió al lugar para lamentar a los fallecidos y, en su discurso de fin de año, reiteró su denuncia contra el Estado de Israel, cómplice de la masacre. "El responsable de esa horrenda masacre sigue en el gobierno de Israel y anda por ahí presumiendo de ella", dijo refiriéndose a Ariel Sharon.

"Es un responsable que debería ser expulsado de la sociedad". Esa masacre, ocurrida al amparo de la oscuridad, fue relatada y condenada, con nombres y apellidos, frente a las cámaras y ante una opinión pública que no contaba con los medios de comunicación modernos. Desde el Quirinal, su "voz estentórea e inconfundible", como usted define la forma de hablar de Pertini, llegó a los hogares de los italianos. Y sacudió sus conciencias. "Hubo una época en que los judíos eran los que experimentaban la diáspora -añadió Pertini- Fueron dispersados, expulsados de Oriente Medio y dispersos por todo el mundo; ahora les toca a los palestinos. Pues bien, reafirmo una vez más -continuó el presidente- que los palestinos tienen el derecho sacrosanto a una patria y a una tierra como la que tuvieron los israelitas". Palabras de una relevancia desgarradora. Hoy, como hace 40 años, los palestinos no tienen patria y siguen sufriendo la barbarie del Estado de Israel, gobernado por un Benjamin Netanyahu igualmente audaz. En su discurso en Savona en el 2016, usted habló de un Pertini atrevido, de un presidente partisano. Sincero, pero también impetuoso. Con integridad, pero también humanidad. Y citó su llamamiento al desarme: "Vaciemos los arsenales de guerra, fuentes de muerte, y llenemos los graneros, fuentes de vida". Es extraño que ahora apoye el rearme europeo que socavará el Estado del bienestar. Pero vayamos al grano.

Señor Presidente, le escribo estas líneas para hacerle un llamado: imite el esfuerzo político y moral del presidente Pertini. Es evidente que sus elogios al exjefe de Estado, lamentablemente, son solo en el papel. En cambio, debería emularlo en la práctica, actuando como acicate para este gobierno fascista y belicista, amigo de Israel. Emule el esfuerzo de Sandro Pertini por restaurar la credibilidad de las instituciones. Él, logró su propósito en esa agitada fase histórica, caracterizada por la estrategia de la tensión. Nos alegraría enormemente que, de manera decisiva y transparente, como lo hizo Pertini, usted diga que Israel está cometiendo un genocidio. Porque o Pertini estaba completamente equivocado o su silencio es culpable. Creemos que su silencio es moderación, pero en este momento dramático, casi irreal, la moderación no ayuda. Por el contrario, necesitamos intervenir con firmeza, especialmente aquellos con poder político, para pedirle a Israel que detenga el genocidio y la ocupación, incluso amenazando con sanciones. Ser partisano, como nos enseñó Sandro Pertini, y antes que él Antonio Gramsci, significa "participar". Si no nos escucha, esperemos que al menos escuche a nuestro querido presidente.

Giorgio Bongiovanni, director de ANTIMAFIADuemila

Para ver el discurso de fin de año del 31 de diciembre de 1983 del presidente Sandro Pertini en directo por RAI TV: ¡haga clic aquí!

Imagen de portada: fotograma del discurso de fin de año de 1981, optimizado con inteligencia artificial