Como una letania inherente a la libertad y a la defensa incondicional de la vida misma, integrantes de la Coordinadora Contra la Guerra Nuclear -filial Uruguay- se hicieron presentes a las puertas de las embajadas de Italia y de Rusia, de la ciudad de Montevideo, pancarta en mano, para dar a conocer a las respectivas delegaciones diplomáticas y a la opinión pública que en el mundo hay personas que disienten, sin restricciones, a la guerra -y mucho más si se trata de una confrontación nuclear- como camino elegido para dirimir o zanjar diferencias ideológicas, territoriales o políticas, con la sangre de los pueblos, que poco pueden hacer cuando desde filas del poder bélico se apela al armamento nuclear,expresamente, tanto para abrirse camino o para imponerse, lisa y llanamente, sin medir efectos o consecuencias.
En Montevideo, por segunda vez la Coordinadora Contra la Guerra Nuclear se hizo sentir. Hace algunas semanas atrás la primera de sus manifestaciones tuvo como escenario la rambla Sur de la capital del Uruguay, en oportunidad de concentrarse a las puertas de la embajada de los Estados Unidos.
Recientemente, se repitió la movilización con la misma entereza y la misma tenacidad. Fue en el cruce de Ellauri y Bulevar España donde se encuentra la embajada de Rusia; y en el cruce de Ellauri y José Benito Lamas, donde está la embajada italiana.
Adriana Navarro, Loreley Latierro, Domingo Silva, Alejandro Correa y Ricardo Almeida fueron los protagonistas de la manifestación. Escasa en participantes pero abundante y contundentes en su mensaje, y portando una considerable pancarta relativa al sentido y al cometido de la Coordinadora, la movilización tuvo sus frutos: vecinos y transeúntes procuraron informarse del mensaje; en contra partida, desde las entrañas mismas de la sedes diplomáticas, no hubo contacto ni tampoco interés alguno por vincularse con quienes portaban la pancarta, representativa, de un sentir expandido por el mundo: de estar en Contra de la Guerra Nuclear.
Adriana Navarro, megáfono en mano, se expresó públicamente, dando a conocer todos y cada uno de los postulados de la Coordinadora. Postulados que se hicieron igualmente públicos en otros países, de este lado y allende el Atlántico. Postulados que no están ni con el Oriente ni con el Occidente.
“Hace unos días estuvimos en la embajada de EEUU; hoy estamos aquí en la embajada de Italia para decir que estamos en contra de la guerra en Ucrania, que no estamos con ninguno de sus promotores, ni con Oriente, ni con Occidente. No hay inocentes, ni Estados Unidos, ni Rusia, ni la ONU; todos experimentan sus armas y sus técnicas de guerra en territorio ucraniano. La verdadera razón de ésta guerra es que Ucrania es un corredor, un pasaje, una barrera entre los misiles rusos apuntando a los de la OTAN y a los de EE.UU, y viciversa”
“No es cierto que a Rusia le importan los rusos ucranianos porque están bajo los bombardeos igual que el resto del pueblo ucraniano; no es cierto que a Ucrania y a EE.UU y a la OTAN le importan las democracias en Ucrania. A quien le importan los millones de desplazados que en este momento tiene esta guerra, los que sufren, los mutilados, los sin hogar, los huérfanos. Esta guerra nos muestra que el negocio de la venta de armas es el más importante del mundo y que nublando la mente de los gobernantes se puede convertir cualquier territorio en un territorio de guerra. Además, las armas de hoy encierran el peligro nuclear. Las constantes amenazas entre Rusia y la OTAN, acerca de usar armas nucleares colocan a todos los pueblos del mundo a las puertas de una 3era guerra mundial y nuclear, donde Europa será la primera en desaparecer, pero los demás países quedarán con lo que se conoce como el invierno nuclear”
“Hacemos un llamado para exigir el fín de esta guerra. Todos debemos exigirlo; los que caminamos por la calle, todos, en todos los pueblos, en todos los lugares de los pueblos, a todos los gobernantes. Todos tenemos que decir basta a esta guerra y a todas las guerras”
*Foto de Portada: Antimafia Dos Mil