Primera declaración pública del periodista desde que salió de prisión en junio
En sus primeras palabras ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) en Estrasburgo, Francia, se declaró “culpable de periodismo”. Este miércoles, los miembros de esta asamblea de derechos humanos debatirán una resolución que condena los “cargos desproporcionadamente severos” presentados contra el fundador de WikiLeaks por el gobierno norteamericano.
Assange fue contundente en su primera declaración luego de haber sido liberado en junio de la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en Reino Unido, tras un acuerdo en el que se declaró “culpable” de haber violado la ley de espionaje estadounidense.
“Quiero ser totalmente claro: hoy no estoy libre porque el sistema haya funcionado. Hoy estoy libre tras años de encarcelamiento porque me declaré culpable de periodismo. Finalmente elegí la libertad en lugar de una justicia irrealizable, después de estar detenido durante años y enfrentar una sentencia de 175 años sin un recurso efectivo”, reflexionó el australiano.
Con respecto a las administraciones de Washington que gobernaron mientras estuvo cautivo, dijo: “Fui condenado formalmente por una potencia extranjera por pedir, recibir y publicar información veraz sobre esa potencia mientras estaba en Europa”.
Tras una larga batalla judicial que duró 14 años, el periodista logró retornar a Australia, su país natal. Desde 2010, Assange había vivido en varios países del mundo, sobre todo en Reino Unido, para finalmente refugiarse en la embajada de Ecuador en Londres hasta su arresto en 2019.
El referente de WikiLeaks atravesó tremendas pruebas, incluyendo, según expertos, torturas de toda índole, durante más de cinco años, dentro de una celda que apenas podía albergar a una persona. Frente a los legisladores, Assange expresó que ese doloroso parto le representó un “cambio profundo y surrealista”. Además, dijo: “La experiencia del aislamiento durante años en una celda pequeña es difícil de transmitir. Te despoja del sentido de identidad, dejando solo la esencia cruda de la existencia. Todavía no estoy completamente preparado para hablar de lo que he soportado”.
En relación con la polémica postura ante su caso, dijo: “Me declaré culpable de buscar información de una fuente, me declaré culpable de obtener información de una fuente y me declaré culpable de informar al público cuál era esa información".
Assange pidió, por otro lado, a los legisladores europeos que actuaran para proteger la libertad de expresión en un contexto que, según él, hoy tiene “más impunidad, más secretos y más represalias por decir la verdad”.
“Los derechos de los periodistas y editores en el espacio europeo están seriamente amenazados. La criminalización de las actividades de recopilación de noticias es una amenaza para el periodismo de investigación en todas partes”, dijo en el cierre de su discurso.
Acompañado de su esposa Stella y del redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, se lo vio este martes con una impronta relajada y tranquila durante su declaración de unos 20 minutos de duración. Su contienda con sus persecutores aún no ha terminado. Todavía debe limpiar su nombre y dejar en claro por qué sigue apareciendo frente a las cámaras. El también conocido como Julián Paul Hawkins, de 53 años, abre un interrogante con su caso. Su testimonio está siendo tomado en cuenta como ejemplo frente a los cientos de periodistas que son perseguidos, censurados y asesinados en todo el mundo y que permanecen prácticamente en el anonimato.
*Foto de Portada: Wikipedia