Él, vivió en Cuba su infancia, por eso tiene un acento cubano para hablar; sus estudios superiores también los hizo en Cuba, y hoy día viene de vez en cuando a pasear a un país que no es su país, pues no lo acoge porque no acogen sus ideas de revolución incómodas para los que se dicen de izquierda. Incómodas para su familia.
Su madre, escritora muy connotada y de prestigio mundial en tiempos de la dictadura, ahora como senadora parece estar cansada de tanto y se quedó cómodamente en los escaños del Congreso legislando para el Capital; su hermanastra, es hoy presidente de la Cámara de Diputados y su parentesco con el extinto Allende, solo le sirvió de trampolín para saltar desde el anonimato hasta donde hoy está.
Pablo, conserva y atesora los valores que hicieron grande la figura de su abuelo. Es más, los engrandece y los lleva a la práctica siendo un médico social que ayuda en forma incondicional a los demás, haciendo misión en países del Medio Oriente y también Latinoamérica. Él, es un revolucionario que está contra este sistema; él es el pariente pobre de la familia porque no tiene medios. Es el más sencillo y humilde; casi pasa inadvertido. Nunca los medios lo mencionan porque no conviene mencionarlo, porque se corre el riesgo de que pregunten por él.
Pero a juzgar por todo lo que supimos de él, es el más grande.
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*Foto de Portada: www.redhcuba.com