Solamente con un breve recuento de las intervenciones públicas del presidente Yamandú Orsi, podemos recopilar una sumatoria de gestos y expresiones que dejan en claro su sumisión al imperialismo y su aspiración a quedar bien con la derecha mundial.
Generando naturalmente, la vergüenza y decepción de su propia base social frenteamplista, que con todas estas posturas, su propio gobierno traiciona principios que muchos adherentes de dicho sector defienden todavía honestamente como el rechazo al genocidio palestino, lo que queda todavía de un sentido anti imperialista y la preocupación por el avance internacional de la ultraderecha.
Su viaje a Nueva York para la conferencia de la ONU, no por casualidad, fue la ocasión que encontró el presidente para publicitar su política exterior. Empezó por conceder una entrevista telefónica apenas pisado suelo norteamericano a un comunicador uruguayo-sionista conocido por los disparates que ha manifestado a favor del genocidio que perpetra Israel.
Luego su intervención en la Asamblea General de la ONU en que no condenó el genocidio y reiteró su interpretación que denomina lo que sucede entre Israel y Palestina como un conflicto o una guerra (igualando la situación por ejemplo con la guerra en el este de Europa).
Finalmente su reunión, promovida por la Universidad Internacional de Florida, con un grupo de facinerosos que promueven la instalación de un think- thank llamado Centro Adam Smith y que será representado en Uruguay por el intelectual derechista argentino Andy Rivas.
Foto: Andy Rivas en una conferencia derechista internacional junto a los ultra derechistas argentinos Ramiro Marra y Fernando Cerimedo.
En cada intervención pública Orsi reiteró constantemente su posición usando como escudo “la paz”, como en su discurso en la ONU aseverando que “toda guerra es criminal, sin importar dónde ocurra”, o reafirmando la vocación de diálogo y paz del país para ofrecer al Uruguay como plataforma para la paz: “Uruguay está en condiciones inmejorables de ofrecerse al mundo como un anfitrión de negociaciones para la construcción de la paz y prevención de conflictos”. Evitando constantemente señalar al Estado de Israel por el genocidio palestino, o a la barbarie imperialista de las potencias capitalistas, que son las reales causas de la crueldad que se extiende por el mundo y que tanta “preocupación” moral le provoca.
La operación retórica se apoya en argumentaciones berretas favorables a la paz mundial, para que en la mezcolanza de una supuesta indignación moral por la “cultivación del odio” y la propagación de la guerra, ellos pasen desapercibidos de la cobardía de no querer señalar las cosas como son, señalar responsables y las causas reales de la barbarie actual.
Para que quede más claro todavía, Lucía Topolansky que es la principal referente de su sector político, se encargó de darle una vuelta de tuerca más a este posicionamiento declarando en una entrevista concedida a M24 que con respecto a Gaza “ha habido una discusión, que me parece el santo botón, por la palabra genocidio”, intentando matizar luego con un “capaz que queda chica”, pero solamente para pasar el mensaje principal de la reticencia de su gobierno a usar esa palabra. Para que no quede ninguna duda, pasó luego a elogiar la política exterior del gobierno para abordar este tema, refiriendo a que el gobierno “ha actuado perfectamente” y que Presidencia y el Ministerio de Relaciones Exteriores “están actuando muy bien”.
Los amigos del sionismo capitulo…
La amistad de Orsi y su gobierno con el sionismo tiene ya largos antecedentes, pero esta semana a la sumatoria de la entrevista concedida a un sionista rabioso de los medios de comunicación uruguayos y los discursos elusivos a condenar el genocidio del mismo Orsi en Estados Unidos, se sumó un nuevo escándalo para la política exterior.
Ya que en las últimas horas se conoció una carta de militantes frenteamplistas de Madrid, enviada al presidente del Frente Amplio Fernando Pereira en el que manifiestan su rechazo por la designación del embajador uruguayo ante España Bernardo Greiver, por su manifiesto sionismo. El comité de base del Frente Amplio en Madrid, explica que “Dicha preocupación está motivada por el carácter marcadamente sionista de esta persona, cuya afinidad con el actual gobierno de Israel y sus actuaciones en los territorios palestinos es pública y notoria”.
Al santo botón los santos de los botones
Esta sumatoria de decisiones, gestos y manifestaciones, de solamente los últimos días, no hacen más que confirmar el compromiso de Yamandú Orsi y su gobierno con el imperialismo, en particular con el estadounidense que es el principal garante de las acciones genocidas del Estado de Israel. La negativa de condenar el genocidio palestino; la supuesta indignación moral por la guerra y la crueldad mundial, sin señalar a los responsables; la promoción de relaciones con la intelectualidad derechista internacional. Son todas retóricas que buscan no incomodar a los poderosos, posicionándose como los santos de la paz mundial para tapar su complicidad.
Ni siquiera esta moralina pacifista que promueven pasa de ser un fiasco hipócrita, lleno de fantasía que ni ellos creen, los siglos de barbarie imperialista del capitalismo lo demuestran: nunca esos discursitos vacuos frenaron la voracidad capitalista y el expansionismo de las potencias.
El genocidio palestino es lo realmente indignante y preocupante, casualmente lo que ellos se niegan a señalar. Al santo botón no es una palabra que Lucía Topolansky junto a su gobierno se niegan a mencionar, al santo botón son los santurrones que juegan para los poderosos, al santo botón son los santos de los botones que oprimen a la humanidad.
(*) Gentileza de La izquierda Diario
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*Fotos: La Izquierda Diario
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