Habrán argumentos o no, unos más válidos que otros, ya eso es lo de menos -porque siempre hallarán justificativos para la imputación- pero lo cierto es que en la Argentina de hoy la justicia dispuso -y lo anunció con bombos y platillos, y a los cuatro puntos cardinales- condenar a Cristina Fernández -ex presidenta de la nación argentina, y líder de un peronismo en caída libre, pero líder al fín, y peso pesado de una corriente política de la cual fue y es referente indiscutible- a seis años de prisión y su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Una condena que en sí misma es todo un tsunami devastador para la democracia y para quienes la ven como una dirigente única y de indiscutible personalidad, e identidad política, de los últimas casi 15 años o más. Pero se la tenían jurada, ya aquella vez que pretendieron asesinarla de un balazo; ya después, siendo objeto de una persecusión judicial propiamente, y ya ahora, cuando finalmente le bajaron la guillotina decapitándola judicialmente y operativamente como pieza política, porque no vaya a ser cosa que arriba de ser condenada pueda levantarse y de buenas a primeras termine otra vez en la función pública. No hay duda que intereses subterráneos de cuño sombrío han materializado la conspiración contra ella y la han sacado del medio, desatando una tormenta que no se sabe bien, hasta ahora, cómo puede terminar.
Nosotros, y yo personalmente, no soy cristinista en el entendido que pueden ser otros colegas argentinos con sus luces y sombras, pero solo basta alejarse unos metros -o años- de éste árbol que es la condena en si misma -con toda lo que ella implica- para poder evaluar lo frondoso que es el bosque en el que se encuentra. Un bosque detestanle de raíces capitalistas que no hicieron otra cosa que sacarse de encima la voz de una mujer que supo ganarse los lauros de los sectores populares y que con estilo propio marcó el rumbo en su país natal con logros vedaderamente admirables. Pero hoy con esta condena el fascismo argentino la puso fuera de combate, o al menos logró sacarla momentáneamente fuera del ring, pero creo, que en definitva no hizo otra cosa que enaltecerla. Deberá ahora el fascismo aguantarse el efecto boomerang.
Un contexto más que áspero, más que turbio y más que fascita, insisto, y no hay duda. La condena ha desatado además de iras, opiniones, reflexiones a niveles emcumbrados, políticos y técnico jurídicos, y a niveles populares, porque la condena de Fernández además de presentar falencias jurídicas contundentes ha sido una bofetada a los sectores populares que la apoyaron antes de ser presidenta de la nación argentina, durante y después.
Por lo burdo de la condena y de las preparatorias a esa resolución a cargo de la Corte Suprema -integrada por los abogados Ricardo Lorenzetti, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti- quedó en la superficie de esas aguas turbias, inequívocamente, la mano de los poderes económicos de siempre y de algunos medios de comunicación -la mayoría- que no han cesado en su afán de ejercer descaradamente muchas veces, un anticristinismo a ultranza.
La imputación, y la condena, que ha sido administración fraudulenta, en el caso de “Vialidad”, lleva la firma de los tres miembros de la Corte, quienes por unanimidad rechazaro de plano los planteos de Cristina Fernández de Kirchner, contra la desición de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal.
Haciendo suscinta cronología, una vez que Cristina Fernández y otros ocho condenados, más toda la Argentina la región y el mundo, fueron anoticiados de la condena, quedo más que claro y en todos los idiomas -por decirlo de alguna manera- que sacando a un costado a CFK, es decir a un más que pesado (en este caso una pesada) de la oposición, se habrián decartado de un problema. No hay que olvdar que ella como Presidenta del Partido Justicialista había anunciado su candidatura, lo que generó ipso facto la ofensiva de los medios de comunicación afínes con el gobierno y el macrismo, quienes no hicieron más que pregonar la enventualidad de la condena, buscándola instalarla en la sociedad, maliciosamente. Tal como ocurrió.
Los abogados de CFF , doctores Alberto Beraldi y Ary Llernovoy, fueron responsabilizados por la Corte Suprema de no haber cumplido con requisitos técnicos y de argumentación en su recurso y que no lograron demostrar que hubo una cuestión de “arbitrariedad”.
Fue así que la Corte Suprema dió crédito respaldó a todas y cada una de las actuaciones del TOF 2 que la condenaron y la Casación que finalmente ratificó la resolución.
Cabe consignar que la defensa de CFK hizo a la Corte Suprema una serie de planteos pero fueron demorados; que los abogados directos de Fernández ya presentaron pedidos de prisión domiciliaria, en contraposición del fiscal Luciano que reclamó que se prive de su libertad a CFK de forma inmediata. Sus abogados alegan una cuestión de edad (tiene 72 años) y porque además todo ex presidente tiene una custodia obligatoria. Es más, la defensa cuestiona también que el lugar de alojamiento lo vaya a elegir Patricia Bullrich; siendo los condenados además de Cristina Fernández : Nelson Guillermo Periotti, José Francisco López, Mauricio Collareda, Raúl Osvaldo Daruich, Juan Carlos Villafane, Raúl Gilberto Pavesi, José Raú Santibáñez y Lazaro Antonio Baéz.
Daniel Jadue, en un reciente editorial en Página titula: “Cristina condenada por desafiar al poder real” y agrega: “La Justicia argentina ha hablado , y lo ha hecho con el tono solemne y cínico de los tribunales coloniales: seis años de prisión para Cristina Fernándes de KIrchner, dos veces presidenta, una vez vicepresidenta y actual titular del Partido Justicialista. La acusación -mal disfrazada de caso de corrupción- es apenas una máscara de la verdader causa: haber desafiado al capital y al poder mediático durante más de una década”.
“No es la primera vez, ni será la última. Lo que vemos hoy no es justicia: es una venganza de clase. Cristina no está siendo castigada por enriquecerse -cosa que no probaron- sino por tocar los intereses del capital concentrado: por ampliar derechos, por recuperar la soberanía de YPF, por enfrentar a Clarin, por poner a las Madres de PLaza de Mayo en la Casa Rosada y a los genocidas en la cárcel. Eso no se perdona”
Por su parte el ex Juez de la Corte, Raúl Eugenio Zaffaroni dijo del fallo a los medios de prensa que le consultaron, aludiendo a los integrantes de la Corte Suprema: “Se mostraron como títeres. Esto no pasó jamás, la mayoria utomática (en la época de Carlos Menem) comparada con esto, fue una corte celestial”
Cynthia García, periodista conductora de AM 750 fue más directa: apuntó al Poder Judicial como “desbocado como un monstruo”: “opera como un reaseguro de los privilegios de los poderosos” convocando a salir a las calles y a los gremios a mantenerse en estado de movilización permanente.
Pero además enfatizó un editorial en su intervención radial: “Este tiempo se volvió urgente y se volvió sin democracia. O sea, vivimos un tiempo sin democracia porque venimos hablando de una democracia agónica, de una democracia compleja, de un ataque a la democracia. Ahora, la decisión de la Corte Suprema de estos tres tipos que deciden la constitucionalidad de la República de confirmar el contexto proscriptivo en el que vienen asediando a la expresidenta hace tantos años, es el último ariete que faltaba para decir que en este país no hay democracia.
La democracia no es solamente ir a votar una vez cada tanto. La democracia se construye, la democracia se fortalece. La democracia tiene que ver con quitarle el poder a las élites para distribuirlas entre los más. Eso de alguna manera es lo que ataca este fallo, ¿no? La posibilidad de la voluntad popular. Lo que decía una chica de Filosofía y Letras: "Ni siquiera sé si la iban a votar o no a Cristina, no pasa por ahí, pasa por decir que le han quitado al pueblo la libertad de elegir o no elegir.
Lo que pasa es que estamos hablando de un poder, muchos ya lo han analizado cómo Bartolomé Mitre, ¿no?, en la historia de la Argentina, no solo dejó un diario de guardaespaldas a la clase dominante, sino que también legó la herencia de la Primera Corte Suprema”.
Axel Kicillof,del peronismo bonaerense apartándose de las diferecias internas con CFK, junto a sus dirigentes dijo del fallo: “Los jueces ejecutaron una auténtica vendetta”; “Un final anunciado tras años de perversa persecución política, mediática y judicial”; “Esta condena termina de consagrar una auténtica infamia. Se trata de un nuevo capítulo en la larga historia de ataques al peronismo y a quienes, como ella, se atrevieron a transformar la Argentina en favor de las mayorías”;“Durante el gobierno de Macri, se montó un sistema de espionaje ilegal, se armaron causas y se manipularon pruebas para perseguir a Cristina, a su familia y a sus exfuncionarios. El lawfare y la estigmatización del campo popular se convirtieron en políticas de Estado”; “Tanto Macri como Milei desprecian la democracia con la misma intensidad con la que desprecian la dignidad del pueblo. Y por eso, hoy celebran”.
Myriam Bregman: “Estamos ante un hecho grave, es un avance antidemocrático”
La abogada de DD.HH , referente y ex candidata a la presidencia por el Frente de Izquierda Unidad, Myriam Bregman, tras participar a una concentración contra el fallo que proscribe políticamente a Cristina Fernández, fue invitada a C5N y en el piso del estudio de televisión aportó su muy contundente reflexión sobre la condena:
“Me parece que estamos ante un hecho muy grave, que es un avance antidemocrático que nadie puede mirar para otro lado. Venimos recién de estar reunidos con Cristina Kirchner en su casa y así se lo manifestamos. Por supuesto, llevamos nuestra solidaridad ante este hecho que consideramos muy serio y también le manifestamos la necesidad de movilizarse en todo el país. Aprovecho este espacio para llamar a que toda la dirigencia política, sindical, de los distintos sectores, se pronuncie y que construyamos una movilización masiva, porque esto no tiene que ver solamente con Cristina Kirchner. El que lo quiera reducir a este hecho se está perdiendo parte del mensaje político que dio la Corte hoy. Una Corte que, me consta como abogada en causas de lesa humanidad, cada vez que hacemos alguna presentación que involucra a un genocida, tarda años. Si involucra a algún civil que participó del genocidio, directamente no se resuelve, se guarda en algún cajón, y ahora de pronto cobra una celeridad inusitada. Entonces, nos está dando un mensaje a todos: que en una democracia capitalista, que ya está muy restringida para los sectores populares, para los trabajadores, están dispuestos a ir por más y reservarse, tres personas, el derecho a decidir quién puede ser candidato o candidata en nuestro país”.
“Es decir, cuando prácticamente no te quedan derechos de expresión popular, solamente votar cada dos o cuatro años a los candidatos que ellos desean mostrarte. Además, no es que te muestran todas las posibilidades. La Corte se reserva la posibilidad de decir quién puede ser candidato o candidata. Entonces, nos parece que es un avance muy grande y que nadie puede mirar para otro lado. No se trata de tener acuerdo político o ideológico; yo no lo tengo con Cristina Kirchner, ¿no? Por eso lo marco y por eso la importancia de estos gestos de la política, porque además está muy dañada la política en Argentina, muy desprestigiada, y hay que, desde la política, enfrentar a estos poderes hoy más que nunca”.
Planteadas estas realidades en la Argentina, al menos dentro de los sectores o filaspolíticas, de gremios y de ciudadanos coherentes y con el discernimiento militante en favor de la Justicia, y no funcionales al capital financiero -made in sionismo y EE.UU- no se estarán batiendo palmas, sino que en contrario, se estarán buscando y evaluando estrategias para neutralizar tamaña desviación de un sistema democrático, porque de democrático , tiene más nada que poco.
CFK y un fallo demoledor, es tan solo la punta del iceberg del extenso brazo nazifascistasionista y yankim y antidemocrático de la Argentina de hoy.
*Foto de Portada: La Izquierda Diario