Sábado 20 Abril 2024

Por Antimafia Dos Mil-18 de noviembre de 2022

Dos personas fueron detenidas en el marco de la investigación Apolo, un operativo que logró desarticular un prostíbulo clandestino en el que más de 20 mujeres eran explotadas sexualmente.

El lugar funcionaba en el barrio Bella Vista. Tras la investigación se determinó que el prostíbulo tenía una página web donde ofrecían servicios sexuales, y esas mujeres eran explotadas en un local clandestino. Además, se pudo constatar que varias de las mujeres eran contactadas a través de un mismo número, lo que levantó las sospechas de que “las mujeres de dichas publicaciones estuviesen siendo regenteadas por terceras personas”, según señaló el Ministerio del Interior.

Una de las dos personas detenidas era quien gestionaba la página. Ambos, decidieron utilizar la imagen de una de las mujeres para no ser identificados.

La justicia imputó a F. M. M. L. y a D. M. S. C. por “trata de personas en la modalidad de explotación sexual”, con delitos de tráfico interno de armas y municiones, en régimen de reiteración real, y al primero también se le acusa por un delito de receptación. Ambos, cumplen prisión preventiva por 150 días.

En tanto avanza la investigación, se abrió otra línea a raíz del allanamiento realizado por la policía al local, donde encontraron dispositivos con “una enorme cantidad de imágenes de mujeres que a lo largo del tiempo han pasado por el local”. Este descubrimiento llevó a investigar si entre esas mujeres habría menores de edad.

En el lugar se incautaron dos torres de computadora, un disco duro, tres celulares, dos cámaras de fotografía y tres temporizadores, además de un vehículo, más de 15 mil pesos uruguayos; dos revólveres y nueve municiones calibre 38, y lencería.

El caso está bajo la órbita del Departamento de Investigaciones de Delitos Especiales de la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e Interpol, a cargo de la fiscal Alicia Ghione de Delitos Sexuales de 6° turno. Trabaja también en el caso, la fiscal adscripta María José Brisco.

Al momento del allanamiento, se retuvieron $8.396 pesos y objetos de uso de las mujeres: cosméticos, planchitas de pelo, calzado, ropa en general y ropa interior. En el lugar había tres habitaciones destinadas a los servicios sexuales, un estudio fotográfico y otra habitación, donde fue encontrado uno de los imputados sentado frente a una computadora y con un arma guardada en una bolsa a su lado.

Cómo los dos hombres imputados captaban mujeres

Los dos imputados utilizaban distintas formas para atraer mujeres y explotarlas sexualmente. Fiscalía publicó que las atraían a través de engaños. Las etapas de captación iban desde la publicación de la “oferta de trabajo” en varias páginas, donde concurrían a una entrevista personal. El trabajo, lo publicaban como una actividad a realizarse en “apartamento privado”.

Algunas de las mujeres, según detalló Fiscalía, “se iniciaron en el trabajo sexual a raíz del ofrecimiento de los imputados”.

"Es de destacar que cuando se realiza la captación, no se les pregunta su edad (a las víctimas), ni tampoco se le pide que lleven a la entrevista personal documento alguno, ni exámenes médicos, ni carné de trabajadora sexual, por lo que se presume que podrían también emplear menores de edad, debiendo indicarse que, en varias escuchas, surgen de las conversaciones telefónicas mantenidas entre los implicados, que refieren a contratar chicas más jóvenes", señalan.

La llamada era tomada por una de las chicas que ya estaba dentro del circuito de explotación. Si la mujer que llamaba por el “trabajo” no accedía, uno de los hombres tomaba el teléfono y les indicaba que podían ganar grandes sumas de dinero por la tarea, cuatro mil pesos diarios, unos 100 mil por mes.

Luego, las mujeres eran explotadas de forma clandestina y con engaños; los imputados cobraban “porcentaje por cada cliente, y multas por inasistencias injustificadas o llegadas tarde, debiendo abonar también las mujeres por el uso de las instalaciones”.

"Cuando el servicio se realiza fuera del apartamento indicando, las mujeres deben abonar a los imputados un plus de comisión, así como por el traslado en el vehículo hacia el lugar", agregan.

Por cada servicio de las chicas, o por faltas o llegadas tarde, los hombres percibían como mínimo 500 pesos, incluso cuando concurrían a un hotel y no utilizaban las instalaciones del prostíbulo.

Las personas que pagaban los servicios sexuales eran clientes de los hombres, y no de las mujeres.

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*Foto de portada: Ministerio del Interior