Jueves 18 Abril 2024

Murió a los 91 años Mijaíl Gorbachov, el último presidente de la Unión Soviética

Por Antimafia Dos Mil-1° de setiembre de 2022

Mijaíl Gorbachov, fue sin dudas una figura destacada de la política del siglo XX. Se retiró de este mundo, portando todos los pergaminos de un dirigente de raza. Encabezó la Unión Soviética durante sus últimos siete años de existencia en calidad de secretario general del Comité Central del Partido Comunista entre 1985 y 1991 y como presidente de la URSS en 1990 y 1991, el primero y el último en la historia del país. Su liderazgo lo llevó a lanzar profundas reformas para lograr la llamada "glasnost" o apertura y la "perestroika" o reestructuración, desencadenando la disolución de la URSS y por consiguiente su propia expulsión de la presidencia, pasando a ser entonces el último mandatario de la Unión Soviética. Gorbachov falleció este martes a los 91 años. Sufría de problemas renales y desde el lunes estaba internado en el Hospital Clínico Central de Rusia tras una hemodiálisis.

"El presidente Vladimir Putin expresa su profundo pesar por la muerte de Gorbachov, por la mañana enviará un telegrama de condolencias a sus familiares y amigos", comunicó el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por medios locales. Ahora, la dicotomía del gobierno ruso, radica en qué tipo de homenaje deben realizar a un exdirigente que sigue generando cierta polémica en los sectores más conservadores del país, ya que siempre se lo vio como el responsable del fin de una gran etapa de la madre patria y no como el hacedor de reformas positivas como así lo entiende el resto del mundo occidental.

Durante cinco años Gorbachov formó parte de la mesa chica del poder ejecutivo de la URSS, hasta que en 1985 empezó a ejercer como secretario general del Comité Central del Partido Comunista. Apenas empezó a transitar ese cargo, comenzó con las reformas que lo harían conocido a nivel mundial y que marcaría un antes y un después para el gigante del norte: la perestroika, una conjunto de medidas políticas y económicas que aseguraban el retorno de las iniciativas privadas.

Otro estandarte de la reforma del nuevo gobierno fue la 'glasnost', que consistía en restructurar las políticas de transparencia y libertad de expresión, y ponía un tope a la intervención del Estado sobre los medios de comunicación y el ámbito artístico. Tal es así que en 1988, se puso fin al bloqueo de programas de emisoras de radio occidentales.

'El hombre de la rara cabellera' también se ocupó de introducir elecciones libres y multipartidistas. Fruto de esa reforma el 9 de junio de 1989 se realizó en Moscú el primer Congreso de los Diputados del Pueblo de la URSS, el nuevo órgano supremo legislativo del país. Por otro lado se autorizó las protestas en la vía pública y se concedió la libertad a los presos políticos.

No pasaría mucho tiempo para que todas estas reformas de apertura le costaran caro a Gorbachov. La crisis económica se hizo presente y los problemas sociales se incrementaron. Los productos básicos empezaron a escasear, y algunas de las repúblicas soviéticas vieron en la descentralización del poder como una oportunidad para declarar su independencia. Sumado a esto, el enfrentamiento entre Gorvachov y Boris Yeltsin, quien fuera un aliado político, y primer presidente ruso elegido por elecciones libres, terminó por derrumbar a la Unión Soviética.

El 25 de diciembre de 1991, Mijail Gorbachov habló a la nación a través de un discurso televisivo y cerró un ciclo de 74 años del Partido Comunista soviético, anunciando su renuncia como máximo representante de las 15 naciones que comprendían el bloque. 17 días antes se había firmado el tratado de Belavesha, que era el resumen de los reclamos de dichos pueblos que intentaban desprenderse económica y políticamente de Moscú.

A pesar de que en otras latitudes Gorvachov siempre fue visto como una figura descollante y heroica, aún hoy muchos de sus “camaradas” no dieron puntada sin hilo a sus acciones de gobierno. Por ejemplo, el primer mandatario Putin lanzó una fuerte interpelación al exjefe de Estado: "Había que luchar por la integridad territorial de nuestro Estado de manera más insistente, coherente y osada, y no esconder la cabeza bajo la arena, dejando el culo al aire".

El hombre que afirmaba que su perestroika fue "una revolución inconclusa”. Dejó en claro además, que el mundo debería estar libre de arsenal atómico. Criticó muchas veces a Putin tildándolo de pseudo dictador y a su vez afirmando que la democracia “debería aprender a defenderse”.

-------------------

*Foto de portada: flickr.com