Jueves 28 Marzo 2024
Con más del 75% de los votos iniciará su cuarto mandato consecutivo
 
Por Antimafia Dos Mil-9 de noviembre de 2021

Daniel Ortega, que encabezó la lista del Frente Sandinista, ganó las elecciones presidenciales, y pese a que los resultados eran previsibles, la estabilidad social y política del país centroamericano es incierta. Ortega sumará su cuarta presidencia. Gobernó, también, el periodo 1985-1990, pero se encuentra en las cúpulas del poder desde 1981, cuando lideró la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de Nicaragua, luego de que la revolución sandinista derrocara el régimen de Somoza.

Desde el 2018, se instaló un clima de tensión a nivel político. Luego de que se sucedieran una serie de protestas, de sectores políticos disidentes al gobierno y respaldados por la política extranjera de los Estados Unidos, Ortega, ordenó la represión, que llevó a la detención de más de 150 opositores, entre los que se encuentran políticos, estudiantes, activistas sociales y comunicadores. La mayoría se encuentran detenidos por acusaciones de “terrorismo” y alteración del orden. Esta situación de inestabilidad política ha sido denunciada a través de un informe, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que considera que en Nicaragua hay “Concentración de poder y debilitamiento del Estado de Derecho".

En aquel año, siendo Donald Trump presidente de los EEUU, firmó una orden ejecutiva que declaró a Nicaragua como una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional”.

Luego de las elecciones, tanto los Estados Unidos, como los miembros de la Unión Europea, consideran ilegítimos los resultados, considerando las proscripciones de más de 30 candidatos. Además, prevén medidas disciplinarias en materia económica, lo que acrecentaría la ya delicada situación social en la que se encuentra Nicaragua, sobre todo considerando la crisis sanitaria.

Cabe destacar que en lo que va del año, han ingresado al país aproximadamente 900 millones de dólares, en concepto de préstamos, otorgados en su mayoría por el Fondo Monetario Internacional. El FMI arribó a Nicaragua durante el año 2006, de la mano de propio Ortega.

El país, se sostiene en un modelo agroexportador, tendiente a la concentración de riquezas. De los 6,5 millones de habitantes, 1,6 están bajo la línea de pobreza. La precariedad laboral y los condicionamientos propios del Covid, someten a la mayoría de la población a una economía de subsistencia, lo que genera, entre otras consecuencias, una profunda migración. Más de 100 mil personas han salido de Nicaragua desde el 2018, según cifras de la CIDH.

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*Foto de portada: publico.com