El efecto Milei (o si se quiere el fenómeno Milei en la Argentina, de hoy) sigue mostrando la hilacha del entramado político, y nuevamente asoman por el horizonte las coaliciones basadas en las diferencias y el oportunismo político, ante la duda de una derrota. “El enemigo de mi enemigo, es mi amigo”, dice el refrán. “No es descartable una fórmula con Patricia Bullrich en 2023”, fue la última frase sensacionalista que compartió el economista mediático devenido en político. Bullrich, luego del resultado de las PASO (las elecciones primarias de medio tiempo) realizó varias declaraciones en apoyo y respaldo a Milei: "Es joven, lleva a jóvenes. Yo tengo muchos más años en la política, y me parece que es un buen gesto felicitarlo y alentarlo a que siga. Yo lo aprecio y le tengo simpatía. Más adelante, cuando pasen estas elecciones, nosotros vamos a tratar de sumar absolutamente a todos, porque en esta elección nos ha dado resultado".
El “romance” entre Milei y Patricia Bullrich, quien actualmente es la presidenta del PRO, comenzó hace meses, cuando la dirigencia del PRO llegó a la conclusión que debía sumar alianzas y fuerzas en el Congreso. En marzo de este año Bullrich y Milei se juntaron a cenar en el departamento de Marcelo Peretta, quien es titular del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos, y uno de los principales promotores de la anticuarentena. En aquella reunión quedó en claro que el enemigo común era el oficialismo.
Pero esta relación política tuvo comienzos con algunos traspiés: en octubre del año pasado, el economista y la exministra de Seguridad en funciones, durante la desaparición de Santiago Maldonado, coincidieron en uno de los “almuerzos” de Mirtha Legrand, ya conducidos por su nieta. Allí, en pleno desarrollo de su personaje “anarco capitalista”, Milei fue muy duro con la gestión de Cambiemos. “No les dieron los números y pusieron el cepo, que es un atentado a las libertades. Y el default también. Yo soy liberal y no quiero que se me mezcle con una fuerza de centro izquierda”, refiriéndose a Cambiemos, hoy Juntos por El Cambio, la fuerza política que endeudó al país en un préstamo a 100 años con las entidades de crédito multilateral. Luego prosiguió: “Ustedes trabajan sobre la grieta, haciendo un negocio electoral, porque se benefician tanto ustedes como los kirchneristas de la grieta”.
Al referirse a la situación económica de la Argentina, y las medidas económicas tomadas por el gobierno de Macri, dijo: “La crisis empezó el día que el señor Marcos Peña (jefe de gabinete durante la presidencia de Macri, ndr), el 28 de noviembre de 2017, se llevó puesta la institucionalidad, porque se llevó puesto al Banco Central. Terminó generando un desastre, terminó hundiendo la economía, terminamos en el Fondo Monetario Internacional, sino íbamos al FMI terminábamos en default, teníamos una hiperinflación y después continuó todo el desastre”. Aquel día el gobierno de Cambiemos desde el Ejecutivo intervino la autonomía del Banco Central en materia monetaria y en conferencia de prensa se anunciaron una serie de medidas tendientes a variar el plan inflacionario hasta allí establecido, que “cayó muy mal” en los mercados y aceleró la crisis financiera del 2018. Milei, en aquel entonces, fue muy duro con el gobierno macrista.
“¿De qué estamos hablando?”, preguntó Milei ante las excusas de Bullrich. “Ustedes generaron el desastre, ustedes trajeron de vuelta al kirchnerismo. Y la realidad es que cuando llega el momento de votar las cosas importantes, ¿sabes qué? Votan igual. Son lo mismo”.
El economista en aquel almuerzo dio un imponente discurso sobre el status quo político en el país: “El principal problema para abrazar las ideas de la libertad es que encarar esas reformas va en contra de la casta política, los políticos no están dispuestos a hacer las reformas”, todos los políticos, “al momento de defender los privilegios de castas son iguales”. A lo que agregó: “(para lograr esas reformas, ndr) necesitás que el sistema cambie. Vos ahí tenés dos posiciones, como esta gente (los políticos, ndr), no van a cambiar sus incentivos, sus incentivos son seguir alimentándose y vivir de la política, vos tenés dos opciones. Una es la vía revolucionaria, que implica sangre. Yo no estoy de acuerdo con esa situación y además el monopolio de la violencia y el monopolio de las armas la tiene siempre el Estado, y vas a perder. Por otra parte, te tenés que meter adentro del sistema. No puede ser que vos estés todo el tiempo como un francotirador, tirando, tirando, tirando. Entonces, vamos a entrar en el juego desigual, porque esto está preparado para que no cambie, y vamos a dar la pelea. Porque creemos que tenemos mejores ideas, y que representan mejores valores. La realidad es que si querés cambiar, te tenés que meter y dinamitar la realidad desde adentro”.
Aquel mediodía de almuerzos, Juana Viale, la nieta de Mirtha, le hizo valer su experiencia mediática a Milei y le advirtió: “Tené cuidado, ¿porque sabés qué? Nadie resiste el archivo”.
Años más tarde, mucho camino recorrido de por medio, necesidades políticas de por medio, Milei y Bullrich recalibraron sus “abismales” diferencias. "Cuando yo trazo la línea de los socialdemócratas, a ella la veo en mi patio. Tengo afinidades con ella. No es descartable por la afinidad ideológica que tenemos. Le valoro que va a de frente y no miente, es complicado encontrar eso en este rubro", declaró el economista. También agregó: "La línea divisoria es la socialdemocracia", y remató: "Del otro lado estamos los liberales, libertarios, la nueva derecha, los conservadores, el peronismo republicano, los menemistas y los halcones de Juntos. Esa es la línea divisoria. Pero que sea claro. Este es mi producto: lo comprás o no. Hay armados que son una mezcla inconsistente".
¿Serán estas las tácticas de infiltración del economista, o desde antes de asumir ya empieza a pisar el palito de la hipocresía política?
"El liberalismo fue creado para liberar oprimidos del monarca tirano. La casta política se transformó en eso. Tenemos una república fallida. Y los más castigados son los más vulnerables".
El discurso de Milei es platónicamente correcto, respetar y asegurar las libertades de las personas es un discurso válido. Pero esa libertad, ¿no debería ser retroactiva? Y esta es, para mí, la falla de estos discursos técnicos “liberales”: carecen de sentido de justicia social, nunca se cuestionan los orígenes de los capitales y de las propiedades privadas que defienden.
Hay en Argentina empresarios condenados por crímenes de lesa humanidad, como los directivos de Ford, hay otros tantos aún bajo investigación, que, aunque lenta y complaciente con la impunidad, sostienen las sospechas de responsabilidad empresarial en los delitos de lesa humanidad cometidos durante la etapa militar de la dictadura, al menos. Empresarios que hicieron grandes fortunas dando discursos platónicos de macroeconomía liberal, mientras que en los sótanos secuestraban, torturaban, violaban, asesinaban y desaparecían las bases culturales de una región que tenía otras ideas igual de platónicas. Yo no advierto a Milei sobre el archivo, yo advierto a Milei sobre la memoria. El pueblo no olvida.
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*Foto de portada: mdzonline.com