Por un Paraguay libre y soberano
Contra la historia reciente de entreguismo y traición
 
Por Sebastián Cabrera, desde Paraguay-22 de mayo de 2021

El mes de mayo es especial para nuestro país: los días 14 y 15 se conmemora la revolución de independencia, pero con un espíritu muy distinto al de aquellos años de gesta independentista y de revolución social. Recibimos estas fechas tan importantes siendo testigos de la entrega total de la soberanía paraguaya, por parte de nuestros gobernantes, tanto actuales como los anteriores.

Hay dos hechos actuales de alta traición a la patria, que definen el rumbo actual de las políticas a nivel de gobierno: el acuerdo entreguista Macri-Cartes (los últimos expresidentes argentino y paraguayo) en relación con Yacyreta, y el intento del acuerdo de entrega de Itaipú al gobierno brasileño.

El primer hecho trata sobre la promulgación de las notas reversales que modifican el Tratado de la Entidad Binacional Yacyreta (EBY) con las leyes 6.135 y 6.136, con lo cual Horacio Cartes -actual líder de la bancada Honor Colorado-, a seis días de abandonar su mandato, reconoció una deuda de 4.000 millones de dólares a favor del tesoro argentino, marcando así un acto totalmente entreguista de los bienes y la soberanía paraguayos.

Lo segundo, concerniente a la Binacional Itaipú, es algo más reciente e incumbe al actual gobierno de Mario Abdo Benítez (Partido Colorado), que durante el 24 de mayo del año 2019 firmó un acuerdo que modificó el Tratado de Contratación Energética Anual. Todo esto de manera secreta y dándose a conocer recién días después, desencadenando el repudio ciudadano, ya que dicho acuerdo beneficiaba totalmente al Brasil y lo dejaba en posición ventajosa de cara a las negociaciones del 2023 en las que se tratara el Anexo C del Tratado de Itaipú. Es así que en los paraguayos que aman su tierra y su Nación, existe preocupación por este espíritu entreguista de quienes llevan adelante el país.

Una actitud que contrasta con el patriotismo que infundió de valentía y sueños de libertad a todo un pueblo, hace 210 años.

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Transcurría el mes de mayo del año 1811, el ambiente estaba impregnado de aires revolucionarios, debido a una serie de situaciones de esa época; las intenciones de sometimiento por parte de la Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata a nombre del señor Don Fernando VII, los abusos constantes sufridos por los criollos y todo esto impulsado por las victorias en contra de las tropas de Belgrano, no fueron reconocidas ni alabadas por el gobernador Velasco, desembocando en una explosión del descontento popular. Las reuniones entre los oficiales paraguayos lograron ser muy bien disimuladas, pero esto terminó cuando los planes fueron descubiertos por el gobernador, quien inmediatamente solicitó la ayuda de militares portugueses para detener la rebelión social planeada para el 25 de mayo.

Sin dudar ni perder tiempo alguno, los planes fueron adelantados y así Pedro Juan Caballero al mando de jóvenes criollos revolucionarios se dirigió al cuartel general en la noche del 14 de mayo por la calle que hoy en día lleva el mismo nombre que la mencionada fecha. Las campanas de la Catedral estremecieron la ciudad para dar alerta a todos de que ya estaba en marcha el golpe, y el grito de “¡alboroto en la plaza!”, resonó por todos los rincones.

Finalmente, en la madrugada del 15 de mayo se presentó Vicente Ignacio Iturbe en la residencia del gobernador español llevando una nota en la que se exigía la entrega de armas, dinero y documentos oficiales, todo esto mientras dos cañones apuntaban directamente a la sede de gobierno. Primeramente, Velasco se resistió a entregarse a las demandas de los revolucionarios, pero al verse acorralado no tuvo otra opción que rendirse y fue así, que, sin una gota de sangre derramada, el cielo vio nacer una nueva nación libre y soberana, izándose esa noche la bandera paraguaya en señal de triunfo.

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Hoy día celebramos 210 años de aquella epopeya nacional gestada por valientes jóvenes guerreros guaraníes. Sin embargo, esa lucha no ha finalizado, los y las jóvenes del Paraguay siguen luchando actualmente, en las calles y en todo estamento en el cual impera la corrupción.

La nación paraguaya vive bajo el yugo de hombres y mujeres que contrastan totalmente de nuestros héroes libertadores, pues quienes están al mando del país, carecen totalmente del sentimiento patriota que impulsó a nuestros próceres a llevar adelante la revolución. Recibimos estas fechas tan importantes siendo testigos de la entrega total de la soberanía paraguaya por parte de nuestros gobernantes tanto actuales como anteriores.

Son muchos los hechos que dejan en evidencia dicho contexto. A lo largo de estos años se han vivido hechos de desalojos en contra de pueblos originarios, represiones brutales al pueblo a manos de la policía, sin olvidar la oscura época vivida durante la dictadura del general Alfredo Stroessner (respaldada por ANR-Partido Colorado).

Es por eso que resulta fundamental que el pueblo paraguayo, inspirado en sus próceres haga una necesaria reflexión. Que el patriotismo y el amor a la patria en estas fechas evoque en cada ciudadano esa gallardía guaraní y el resultado a todo eso sea una sabia decisión eligiendo a dignos representantes, que enarbolen bien alto la bandera paraguaya y no se subyuguen a los intereses de personas ajenas a esta gloriosa nación.

En los jóvenes paraguayos, hace 210 años recayó la independencia del Paraguay. Hoy nuevamente una responsabilidad similar corresponde a los valientes jóvenes guaraníes, quienes, solo luchando lograrán liberar al país del yugo de la corrupción y a todos sus verdugos.

¡Basta de yugos! ¡Por un Paraguay libre y soberano!

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*Foto de portada: www.diarioretailsudamericabussines.com