Jueves 25 Abril 2024
Por Claudio Rojas desde Chile-21 de mayo de 2021

Luego de haberse realizado la elección de candidatos constituyentes en Chile, los pasados días 15 y 16 de mayo en Chile, los resultados son realmente esperanzadores para la construcción de un país distinto y que responda a las principales demandas que se han impulsado desde distintos sectores críticos, especialmente en los últimos 20 años. La elección era compleja porque además se elegían alcaldes, concejales y gobernadores, lo que llevaba un poco a la confusión de la gente.

En una dimensión amplia de análisis, la victoria de los independientes en la Convención Constitucional es un hecho resonante. Tendrán el 57% de los 155 convencionales. Las listas que los representaron, en general, suscriben un programa de avanzada social y de rechazo a los partidos tradicionales. El Chile mestizo, por ejemplo, dejará de ser un estigma social. Tendremos por fin un Estado plurinacional donde las raíces de conquistadores y colonos europeos se hermanarán –al menos en la Constitución- con los pueblos originarios: mapuche, aymara, kawésquar, rapanui, yagán, quechua, atacameño, diaguita, colla y chango. Una mescolanza de pueblos que hacen la nación chilena.

Si bien la participación en la votación total no fue la deseada, solo el 43, 35%, por debajo de lo que se votó en el plebiscito nacional del 2020 por una nueva constitución, un 50, 95% (ambas con voto voluntario y en pandemia), el rol que jugaron los movimientos sociales a través de muchas candidaturas independientes en esta elección, es algo bastante inédito en la historia del país.

El reconocimiento del feminismo como factor esencial de la sociedad estará también asegurado si la nueva Constitución proclama la participación paritaria de la mujer en todas las instancias civiles y militares de la República.

En total son 81 mujeres y 74 hombres que la van a componer y, de ellos, 37 son de Vamos por Chile, 25 de la Lista del Apruebo, 11 de Independientes No Neutrales, 28 de Apruebo Dignidad, 27 de La Lista del Pueblo, 10 son "otros independientes" y 17 pertenecientes a pueblos originarios.

Por otro lado, es muy positivo que los partidos de la derecha en Chile no hayan alcanzado ni siquiera 1/3 de las personas elegidas como constituyentes, lo que los deja imposibilitados completamente de vetar lo que acuerde la mayoría en la nueva convención para redactar la nueva constitución.

Además, un hecho político muy relevante de estas elecciones, es sin duda la victoria comunista en la comuna de Santiago, el corazón de la República. Una joven de 30 años, Irací Hassler Jacob, economista, es la primera alcaldesa comunista del antiguo bastión del conservadurismo.

Estamos ante la configuración de una nueva geografía electoral, que viene a tomar forma como resultado de la percepción pública de la falta de Estado solidario, de apoyo y respaldo del gobierno hacia la población. Del abandono en seguridad pública, en la cantidad de letra chica para otorgar apoyos, etc. Lo que redunda en los reiterados retiros de 10%, traspasando a la población de clase media y popular, la responsabilidad de recurrir a sus ahorros previsionales por una situación social, donde el estado social de derechos se hace necesario, hoy.

Los resultados deben ser leídos como parte de la exacerbada presencia de políticos en los matinales de TV, en horario donde la mayoría estaba en teletrabajo o forzosamente trasladándose hacia su trabajo. Espacios donde la discusión recordaba las razones del estallido social. Ante la abrumante realidad de salud física y mental, laboral, económica y de seguridad, lo natural es la reconfiguración social, la cual ha tenido efecto en los resultados electorales y que prontamente se traducirán en efecto políticos.

Una respuesta preliminar y que avizoramos como definitiva, se encuentra en el territorio, en el espacio geográfico habitado por personas. Son estas personas humanas que articulan realidades, las que demandan dignidad de todo tipo, entre ellas las materiales y las afectivas, pero también las políticas. Las personas quieren elegir, buscando complementar o simplemente irrumpir en las tomas de decisión pública y, como consecuencia, los partidos políticos no pueden, sino mostrar transparentemente cómo resolverán este proceso.

Por eso la necesidad de politizar todo, a través de esta nueva convención constitucional en Chile, para dejar atrás sistemas de vida centrados en la competencia entre personas y en una supuesta libertad individual, de consumo principalmente, totalmente desconectada de su entorno, que ha olvidado que los seres humanos somos seres relacionales, interdependientes y parte de un sistema vivo llamado Tierra.

Llegó el momento de que la política sea vista como algo digno, que nos afecta, nos une y nos involucra a todas y todos, como conjunto, y no como un ámbito reducido, elitizado y privatizado, en donde algunos “expertos o iluminados” deciden sobre cómo tenemos que vivir y cuáles son las opciones existentes.

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*Foto de portada: www.kavilando.com