La corona española y sus relaciones con la dictadura militar Argentina

Por Andrés Volpe, desde Argentina-7 de abril de 2021

Uno de los tantos hechos que pone de manifiesto las políticas llevadas a cabo por el Palacio de la Zarzuela han sido sin dudas las condecoraciones que el Rey Juan Carlos otorgó a una serie de dictadores juzgados por abusos a los derechos humanos, y cuyos homenajes hasta el momento no habían sido puestos en duda. Hasta ahora, el Rey Felipe no ha hecho declaraciones del asunto, pero será cuestión de tiempo para que el problema le estalle en la cara como muchos otros escándalos a los que les tiene acostumbrados su padre.

Apenas producido el golpe de estado del 24 de marzo de 1976 en Argentina, el rey exhortó al embajador que se apresurase a entregar el aval oficial a la dictadura. Distintos documentos oficiales muestran las excelentes relaciones que se establecieron entonces entre la España de la transición y la Junta de militares, responsable de miles de crímenes.

"Queriendo dar una muestra de Mi Real aprecio al excelentísimo señor Teniente General Jorge Rafael Videla, Presidente de la Nación Argentina. Vengo en concederle el Collar de la Orden de Isabel la Católica", dice textualmente el decreto firmado por Juan Carlos I, encargado por ley de otorgar dicho reconocimiento, el 16 de noviembre de 1978. Reconocimiento que fue otorgado diez días antes de la visita que el entonces monarca hizo junto a la reina Sofía a Buenos Aires.

A partir de ese momento las relaciones carnales entre Argentina y España se fueron profundizando a tal punto, que en mayo de 1976, cuando aún no se habían cumplido dos meses del golpe de Estado, los cuerpos policiales que aterrorizaban a los habitantes ya habían gastado un 70% de su presupuesto que tenían para ese año, y aún quedaba mucha gente por desaparecer. Bajo esta perspectiva, los jefes policiales se vieron obligados a pedir una inyección de 12 millones de dólares. Según algunas estimaciones, la máquina de muerte iba a absorber alrededor de 400 millones de dólares, al menos en 1976.

La dictadura argentina necesitaba dinero fresco, pero antes tenía que encontrar países que quisieran proporcionarlo. Según consta en una gran cantidad de expedientes, España firmó acuerdos económicos que dieron aire a la maltrecha dictadura y sus terribles tácticas de exterminio. Los archivos demuestran que el rey Juan Carlos fue el encargado de facilitar los acuerdos entre la España de la transición y la Argentina. El 1 de julio de 1976, el monarca recibió en su despacho al embajador de Videla en Madrid, el general Leandro Enrique Anaya. De acuerdo al informe reservado elaborado por el diplomático, el rey tuvo "expresiones de beneplácito por el éxito con que nuestro Gobierno está afrontando los problemas económicos coyunturales que éste vive", al tiempo que se mostraba muy generoso ante la próxima visita a España del ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, uno de los máximos defensores del ultraliberalismo en Sudamérica.

Trascendió en estas últimas jornadas que desde el gobierno español piden que se retire la condecoración que la realeza le otorgó a Jorge Rafael Videla. Podemos, el partido del vicepresidente de España, Pablo Iglesias, impulsa esta solicitud con posterior retiro del reconocimiento, condenado por delitos de lesa humanidad y preso hasta sus últimos días en una cárcel común.

Por su parte, en un comunicado difundido por el partido español Unidas Podemos, integrante de la coalición de gobierno con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del presidente Pedro Sánchez, resaltó que se "proceda a la revisión y retirada de las condecoraciones y distinciones otorgadas a miembros de regímenes totalitarios y a personas que hayan sido condenadas por delitos de lesa humanidad o actos delictivos que resulten manifiestamente incompatibles con los valores democráticos y los derechos y libertades fundamentales".

La lista no solo termina con Videla, quien fue uno de los tantos Jefes de Estados que el Rey emérito le otorgó el Collar de la Orden de Isabel la Católica, una de las máximas distinciones que la Casa Real realiza. También se encuentran en revisión las menciones otorgadas a Gregorio Álvarez, el cabecilla del gobierno de facto de Uruguay desde 1981 hasta 1985, como así también el dictador peruano Francisco Morales Bermúdez, quien gobernó ese país desde 1975 hasta 1980.

Las autoridades argentinas ven con buenos ojos esta iniciativa ya que tiene su paralelo con el retiro por parte de gobierno francés de un reconocimiento que había sido otorgado al represor Ricardo Miguel Cavallo en 1985. El presidente galo, Emmanuel Macron firmó el decreto para que se retirara la condecoración del Orden Nacional del Mérito con la que contaba el militar que se encuentra preso condenado cadena perpetua.

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*Foto de portada: www.publico.es