“Diecisiete años, nos llevó poder editar este libro, en él no van a encontrar detalles de la barbarie que vivimos, sino historias contadas hasta desde el humor, de cómo, la cárcel, nos unió como seres humanos, de cómo buscamos actividades que nos mantenían mentalmente sanas”
“Nosotras en esa época, buscábamos un mundo mejor, más equitativo, y la cárcel fue la respuesta”
Recuerdan la gran importancia, del apoyo de sus familiares, ya que ellas estaban aisladas en el centro del país, en un centro completamente alejado, al que era muy difícil acceder.
Sus familiares a quienes veían con suerte una vez por mes, tenían dificultades económicas y viajaban muchísimos kilómetros para poder visitarlas, de ahí que se organizaban viajar en grupos para solventar los gastos. Y les fue muy duro separarse de sus hijos tantos años.
Gladys, destacó la solidaridad que nació entre ellas: “Aunque veníamos de diversos grupos y hasta teníamos diferentes ideologías, nada logró separarnos. Éramos más que familia, ningún ser humano nos podía comprender como lo hacíamos entre nosotras. Hasta ahora nos juntamos y el vínculo, es como en aquellos tiempos”
“Teníamos unos preciosos trajes grises, a los que les poníamos color, tejíamos, hacíamos manualidades, compartíamos todo, sobrellevamos el encierro haciendo estas actividades y manteniéndonos siempre unidas”
“La dictadura no logró quitarnos nunca nuestro ánimo, nuestras ganas de vivir”
Este libro apunta a los jóvenes, para que sepan la historia verdadera, de la que nadie habla en las aulas. La que no se enseña. De hecho no hay documento alguno sobre el centro de detención de Paso de los Toros. En nuestra historia nunca existió.
Un libro, con más de 80 testimonios en sus páginas, sin lugar a dudas nos muestra como este grupo de mujeres, supo sobrellevar lo peor de la dictadura, con solidaridad, amor, unión y resistencia.
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Fotos gentileza Intendencia Municipal de Río Negro.