Desde hace varios meses, el gobierno de Lacalle Pou, evalúa la propuesta de ampliar la venta de cannabis a los turistas que visitan Uruguay, para evitar el consumo ilegal.
“Creo que alguna vez nos va a parecer una obviedad, en el devenir histórico, que las personas cuando vayan a otro país, puedan acceder a tomar una copa de vino o fumar cannabis si lo desean”, indicó en una entrevista brindada al diario El País, el secretario general de la Secretaría Nacional de Drogas (SND) y presidente del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), Daniel Radío.
Uruguay fue el primer país en el mundo, en el año 2013, en legalizar la producción y la venta de cannabis recreativo, acorde en la Ley 19.172, vigente hasta la fecha. También Canadá en 2018 y México en 2021, siguieron los pasos de Uruguay; y en otros países, la iniciativa está en proceso de legalización.
Pero hay ciertos bemoles: según entienden varios dirigentes del gobierno, la ley aprobada bajo el mandato de José Mujica, presenta varias incongruencias. La misma se plantea en el marco de que los consumidores de cannabis en Uruguay no acudan a comprar por vías ilegales; pero, no obstante, la ley deja exentos, a los consumidores que provienen del exterior del país, ya que solo se previó la venta, a los uruguayos y residentes.
Sobre el tema, también dieron sus palabras el subsecretario de turismo e integrante de la junta nacional de drogas, Remo Monzeglio y Nicolas Martinelli, asesor del presidente, y Diego Serrano, director ejecutivo del Ircca que junto a Radío, vienen evaluando la propuesta de la “universalización del consumo” de marihuana, según dijo Monzeglio.
La legislación planteó tres formas de permitir el acceso al cannabis legalmente: compra limitada en las farmacias autorizadas, el autocultivo, y los clubes cannábicos.
La venta en las farmacias se estableció en el 2014 pero se concretó en julio del 2017; a los auto cultivadores (regulados por el decreto 120/014) se les permite tener hasta seis plantas y por año tienen un límite máximo de producción de 480 gramos. Actualmente se registran 213 clubes cannábicos, en los que se pueden cultivar hasta 99 plantas, y cuentan con un mínimo de 15 socios y un máximo de 45.
La evaluación del gobierno genera resistencia, entre los sectores -en los que nos incluimos- que entendieron, ya en el momento de la legalización de la marihuana, que ese no iba a ser el mejor camino, para combatir el narcotráfico y el grave problema de las adicciones entre los jóvenes. Entonces, ampliar su venta, obviamente, tampoco nos resultaría muy apropiado, pero ese ya es un tema que seguramente habremos de desarrollar oportunamente.
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*Foto de portada: teledoce.com