
Un vocero del gobierno afirmó: “es completamente libre, no hay absolutamente ninguna condición”. Y esa libertad, según los gobernantes de turno, sobrevino por su buena conducta.
La noticia de su liberación se esparció por el mundo a velocidad increíble.
Un periodista de la agencia AFP, el pasado día 14 de noviembre escribió: “hacia las 17 horas responsables de la Junta Militar entraron en su casa, en la calle de la Universidad, para leer la orden de liberación en el mismo día en que expiraba su última condena de arresto domiciliario. En un fragor de aplausos y gritos, miles de personas se precipitaron hacia la desvencijada casa familiar situada a

La prensa internacional -siempre a propósito de su liberación- consignó que en mayo de 2009 cuando Aung San Suu Kyi pudo ser liberada un ciudadano estadounidense se introdujo a nado en el domicilio de la dirigente y este episodio a ella le significó una condena de tres años de prisión y trabajos forzados por violación de las reglas de seguridad. Pero esta pena fue conmutada ese mismo día por 18 meses de arresto domiciliario.

“Debemos trabajar juntos, unidos. Si quieren escucharme vengan por favor mañana a mediodía a mi oficina de la LND ( Liga Nacional para la Democracia, que fuera oportunamente disuelta por las autoridades). Quiero decirles que habrá un momento para salir. No se queden en silencio cuando llegue ese momento. Tengo muchas cosas para contarles, ya que no nos vemos desde hace mucho tiempo”
¿Quién es Aung San Suu Kyi?. Es la hija del general Aung San, héroe de la independencia de Birmania. Una mujer luchadora de la democracia que pasó más de 15 de los últimos 21 años privada de su libertad ya que la junta militar encontró siempre una disculpa para encerrarla después de cada una de sus liberaciones. Que conste que no tiene libertad de movimiento desde mayo del año 2003.
Ya es libre Aung San Suu Kyi. Su lucha continúa en un país asiático inmerso en una dictadura desde el año 1962. Su libertad nos recuerda la prisión que sufre el disidente chino Liu Xiaboo, otro Premio Nobel de la Paz, con la libertad cercenada por el gobierno de Pekín. Una prisión que seguramente un día llegará a su fín.

Ya eres libre Aung San Suu Kyi. Tu lucha continúa. Estamos contigo.