Jueves 28 Marzo 2024
El mismo compromiso de los otros países del continente, menos Colombia, donde Washington ha reforzado hace poco la presencia con 600 mercenarios, acogidos en las bases militares de Bogotá. Lula no ahorra nada a nadie: Estados Unidos tiene las cartas en la mano para reinstaurar la legalidad.

Que se den prisa, de lo contrario la situación puede desestabilizar a la América Central y no solo a ella”. El tiempo trabaja a favor de los golpistas que se mantienen a flote gracias a amistades misteriosas. ¿Cómo es posible que la imponente base americana ampliada por John Dimitri Negroponte, virrey en los años furiosos de Reagan en los 80’, cómo es posible que no se haya dado cuenta de la preparación de un golpe de estado? Falta de atención que hace pensar en una pulseada secreta entre viejos y nuevos señores de los servicios de Estados Unidos.
Honduras convertida en tierra de nadie en la que hombres del pasado tratan de impedir el futuro. ¿Trampa para frenar la apertura de Obama? Quizás, aunque es inexplicable cómo es posible que la señora Clinton no haga público el documento que la DEA (departamento antidroga de Washington) y el embajador de EEUU en Tegucigalpa tienen en el cajón.
El presidente golpista Micheletti está ligado al cartel colombiano de Cali. De familia desembarcada en las Américas desde Bérgamo Alta (Italia): hacendado, congresista, jefe de Estado, gracias a la fortuna acumulada con una empresa de transportes, (aviones incluidos) en el departamento del Yoro, donde la DEA documenta que los cargamentos de coca en vuelo hacia los EEUU encuentran hospitalidad en las pistas que Micheletti abre. Lo confirma un documento protocolar del general de infanteria René Adalberto Paz Alfano: lo ha presentado hace meses al Congreso y al embajador de EEUU en Honduras.
Una copia ha llegado al Cardenal Malandriaga, sin embargo sus obispos apoyan al gobierno desconocido en el resto del mundo. Miedo al socialismo de Chavez en la esperanza de que los narcos pasen y el socialismo quede donde está. Regreso al pasado que recuerda la hipocresía de la Iglesia argentina cuando el gobierno militar hacía desaparecer 30 mil personas, mientras los altos prelados giraban la mirada. ¿Pero es Obama quien debe desatar el nudo antes que Honduras se transforme en un polígono para mercenarios sobrevivientes de Irak?

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L'UNITA'

27 de JULIO de 2009