constitucionparaguaya1lugoBajo este sistema el Senado paraguayo, dominado por los partidos Colorado y Liberal, en alianza con el fascista UNACE, liderado por el ex general Lino Oviedo, designaron al Juez Agustín Lovera Cañete como nuevo Ministro de la Corte de Justicia, en reemplazo de uno que ya se jubiló. El citado juez ha sido vinculado con denuncias de torturas y ha anulado investigaciones sobre corrupción de reconocidos senadores del Partido Colorado, que gobernó el país por 70 años, 35 de ellos apoyando una de las más crueles dictaduras de Sudamérica. Su designación fue el resultado de un pacto entre los citados partidos, que también copan el Consejo de la Magistratura. Bajo este esquema, lo que se quiso evitar con la constitución paraguaya solo se perfeccionó más, el problema de la partidización del poder judicial es un defecto que se arrastra desde la sanción de la citada constitución, en 1993. Es claro que el modelo constitucional europeo no funciona en Sudamérica, pero en Paraguay pensar en una renovación constitucional es un utopía en estos momentos.
El presidente Fernando Lugo, en cumplimiento de su programa de gobierno, rechazó dar acuerdo a la designación de Lovera Cañete, argumentando que es altamente partidaria y burla el deseo ciudadano de un poder judicial independiente. Ante ello no pocos senadores del Partido Colorado plantearon ignorar la intervención del presidente y suguirieron reconfirmar la designación de Cañete, haciéndolo jurar en el Senado. De realizarse tal idea, el Senado paraguayo borraría en los hechos la parte final del inciso 1 del artículo 294.
Sería un Golpe de Estado Parlamentario en los hechos. Sin armas pero con igual ilegal fuerza.
El primer golpe de estado contra Fernando Lugo y el segundo en Sudamérica.
La mayoría de la ciudadanía paraguaya no está suficientemente articulada en organizaciones populares, por no contar con una amplia red de comunicación popular extendida lo suficiente como para generar una rápida campaña de defensa de la democracia. El Espacio Unitario y Popular, que aglutina a organizaciones sociales y partidos del progresismo radical, que apoyan críticamente al gobierno, por esta situación no tienen la capacidad de movilización necesaria para presionar cívicamente y evitar el golpe.
De realizarse el citado golpe, el gobierno de Fernando Lugo quedará tan debilitado, que podría quedar al borde del derrocamiento.
Con la OEA debilitada por el golpe militar en Honduras y el Mercosur luchando por salir de la crisis económica, la sombra de las dictaduras se cierne nuevamente sobre los pueblos latinoamericanos.


26-8-09