El presidente Fernando Lugo, en cumplimiento de su programa de gobierno, rechazó dar acuerdo a la designación de Lovera Cañete, argumentando que es altamente partidaria y burla el deseo ciudadano de un poder judicial independiente. Ante ello no pocos senadores del Partido Colorado plantearon ignorar la intervención del presidente y suguirieron reconfirmar la designación de Cañete, haciéndolo jurar en el Senado. De realizarse tal idea, el Senado paraguayo borraría en los hechos la parte final del inciso 1 del artículo 294.
Sería un Golpe de Estado Parlamentario en los hechos. Sin armas pero con igual ilegal fuerza.
El primer golpe de estado contra Fernando Lugo y el segundo en Sudamérica.
La mayoría de la ciudadanía paraguaya no está suficientemente articulada en organizaciones populares, por no contar con una amplia red de comunicación popular extendida lo suficiente como para generar una rápida campaña de defensa de la democracia. El Espacio Unitario y Popular, que aglutina a organizaciones sociales y partidos del progresismo radical, que apoyan críticamente al gobierno, por esta situación no tienen la capacidad de movilización necesaria para presionar cívicamente y evitar el golpe.
De realizarse el citado golpe, el gobierno de Fernando Lugo quedará tan debilitado, que podría quedar al borde del derrocamiento.
Con la OEA debilitada por el golpe militar en Honduras y el Mercosur luchando por salir de la crisis económica, la sombra de las dictaduras se cierne nuevamente sobre los pueblos latinoamericanos.
26-8-09