Ayer 26 de abril de 2010, justo la fecha en que se festeja el día del periodista en Paraguay, se produjo en pleno centro de la ciudad de Pedro Juan Caballero, un nuevo crimen y atentado de la mafia que por años ha venido enlutando a familias paraguayas en esta zona del país, cuya frontera seca linda con la Ciudad de Ponta Pora (Brasil), en las mismas circunstancias que hace 19 años, cuando el periodista Santiago Leguizamón-en aquel entonces director de la Radio Mburucuyá, cuyo propietario era el afamado periodista Humberto Rubín, actual director de Radio Ñandutí de Asunción-moría asesinado por el crimen organizado por sus constantes denuncias por la radio sobre la participación de la mafia de la zona en la triangulación de la soja, el contrabando de cigarrillos, el tráfico de armas y drogas.
Conforme a lo publicado por el diario ultima hora de Asunción “El senador liberal Robert Acevedo siendo las 18:15 fue blanco de un atentado en plena calle céntrica de Pedro Juan Caballero, cuando circulaba a bordo de una camioneta en compañía de su custodio, un policía y su chofer. El político sobrevivió al ataque, mientras los otros dos Floriano Alonso(46), y el suboficial ayudante de la Policía Richard Vicente Martínez Romero (29), fallecieron acribillados, quienes estaban con el parlamentario en la camioneta Toyota Runner, color granate, que circulaba por la calle Alberdi con destino al domicilio de Acevedo, ubicado a 3 cuadras del lugar. El vehículo recibió unos 60 disparos. La camioneta del senador fue interceptada por otra camioneta Ford Ranger, de color blanco, con al menos tres ocupantes, quienes sin mediar palabras abrieron fuego contra el político y sus acompañantes. Los sicarios rociaron a balazos el vehiculo con pistola 9mm, un M16 y un AK47 con el objetivo de acabar con la vida de Acevedo, pero no lo lograron, porque según el parlamentario confirmó al diario abc color el agente de policía Richard Martínez le salvo la vida ya que lo cubrió con su cuerpo y resulto muerto en el acto, al igual que el chofer Alfonso, quien también recibió varios disparos de bala.”
El Senador y ex gobernador del departamento de Amambay Robert Acevedo manifestó a los medios de prensa que la orden para matarlo la dio la mafia del narcotráfico, porque sus miembros estaban muy disgustados con él por las frecuentes denuncias que realiza, por la lucha contra la mafia que ha emprendido desde hace mucho tiempo, por la cual otro compañero también esta en silla de ruedas, Ramón Cantaluppi,- jefe de transito, quién recibió 14 balazos, no murió pero quedo sin dedo, sin pierna-, que ocurrió el 21 de diciembre del año pasado. También refirió “Lo llamativo es que una persona muy ligada a los narcotraficantes, que es un seudo periodista de Pedro Juan, que trabaja en el Brasil, ya dijo que una autoridad iba a morir en estos días, que iba a ser una camioneta plateada que ya lo esta siguiendo…El no trabaja más en el Paraguay, trabaja en el Brasil, en un periódico brasileño, se llama Egidio Pedra.
Estando aun en el sanatorio San Lucas, el herido manifestó “que quienes lo atacaron son gente muy poderosa, paraguayos y brasileños. Este es el paraíso de ellos, esta es la zona franca del narcotráfico, muchos son presidentes de clubes deportivos, gente a quien uno ve en acontecimientos sociales, muchos son idolatrados lastimosamente”. Asimismo puso en dudas que su lucha haya valido la pena, “porque Pedro Juan Caballero cayo definitivamente en las garras del narcotráfico y que esto es muy grande, mueve mucho dinero, hay autoridades involucradas, jueces que los están liberando. Responsabilizo directamente al Primer Comando Capital (PCC) y narcotraficantes independientes como probables implicados, porque para ellos fueron muy duras las denuncias que había realizado, se sintieron muy perjudicados. Recordó que la caída de 500 Kilos de cocaína en enero pasado y otros cargamentos los golpearon bastante, entonces el único que se les interponía en su camino era yo e hicieron esto y van a hacer con quien se les ponga en frente.”
Los mafiosos habían puesto un precio que va de 300 mil y 500 mil dólares para eliminar al senador. Es importante también mencionar que el 16 de enero del año pasado, el ex policía Santiago Montanía había denunciado que supuestamente un narco le había ofrecido la suma de 500 mil dólares para asesinar a Robert Acevedo y al fiscal Arnaldo Giuzzio. El policía habría comunicado por medio de tercero a Robert Acevedo la oferta que había recibido para que cuide de su seguridad, denunciando el hecho a la Fiscalía en esa ocasión.
El presidente de la Republica Don Fernando Lugo Méndez dispuso que el ministro del interior, Rafael Filizzola, vaya de inmediato a Pedro Juan Caballero, con el objeto de tomar las medidas requeridas por el hecho en el mismo lugar del atentado. Según el comunicado de la Secretaría de Información y Comunicación para el Desarrollo, dependiente de la Presidencia de la Republica , “ la Presidencia de la Republica rechaza todo tipo de violencia y señala que los atentados criminales como el sufrido por el senador Acevedo no van a hacer mella en la voluntad del Gobierno de combatir toda suerte de ilícitos, y, al contrario, reforzará la convicción de perseguir a los delincuentes de cualquier signo y color con las instituciones establecidas por la constitución”.
Resulta muy llamativo que justamente coincida este crimen con el alevoso asesinato del periodista Santiago Leguizamón, un 26 de abril de 1991, a manos de cuatro sicarios contratados por mafiosos ligados al tráfico de drogas, y armas principalmente, hecho punible que sigue impune pues ni los autores materiales ni intelectuales recibieron condena alguna. Según el Juez penal de garantías de Amambay Dr. José Valiente González “A 19 años de su muerte todavía no se ha podido castigar a los responsables, pese a estar identificados hace tiempo. Solo se tiene un procesado en trámite judicial, los cinco restantes están prófugos de la justicia. Nunca la policía paraguaya presentó un informe de las investigaciones realizadas, los jueces actuaron en base a publicaciones periodísticas, ya que en esa época, solo la policía investigaba. La única explicación de esta desidia es que el principal sospechoso de la autoría moral del crimen del periodista, FHAT JAMIL GEORGES era compadre del entonces Presidente de la Republica Gral. Andrés Rodríguez.
Pero el asesinato de Santiago Leguizamón y lo ocurrido ayer lastimosamente no fueron los únicos casos de crímenes mafiosos que han conmocionado al país, y cuyas investigaciones no han dado por resultado la condena de ningún pez gordo del crimen organizado y mucho menos el desmantelamiento de las estructuras criminales vigentes en el país cuyos tentáculos siguen estando arraigados en los tres poderes del estado, en especial en los Poderes Legislativo y Judicial. Podemos recordar como mártires que lucharon por una verdadera justicia en nuestro país y que cayeron asesinados en los últimos años por la mafia, ya dentro de la democracia de fachada en que vivimos a partir del año 1989. En 1997, el radialista Calixto Mendoza, de Yby Yaú, fue ejecutado. En el año 2001, el periodista Salvador Medina fue victima de una emboscada, en un camino vecinal de Capiibary, en el año 2004 fue acribillado en el camino que une la Ciudad de Capitán Bado con Sapucaia, el comunicador Samuel Román. El 24 de febrero de 2008, murió asesinado Geraldino Rotela, joven político del novel Partido socialista Tekojoja (vida igualitaria), a manos de sicarios contratados por mafiosos.
Asimismo sospecho que no es una casualidad que se de este atentado contra un miembro del parlamento que en los últimos años se ha destacado por sus denuncias contra los traficantes de drogas, armas y contrabandistas del Amambay, en momentos en que se ha declarado estado de excepción en cinco departamentos y el nuevo gobierno de Lugo arremete con todo contra las organizaciones criminales esparcidas por todo el país. Para que los lectores puedan entender esta situación es importante hacer mención que durante el nuevo gobierno de Fernando Lugo a partir del 20 de abril de 2008 se puso en marcha la verdadera transición a la democracia en Paraguay, pues se había dejado atrás no solo 35 años bajo la tiranía del General Alfredo Stroessner, sino que los casi 20 años posteriores a la caída de la dictadura fueron administrados al decir del periodista Idilio Méndez por “los herederos políticos de Stroessner; por la misma oligarquía que se forjó bajo la doctrina anticomunista del dictador, prohijado por los Estados Unidos en el marco de la guerra fría y el criminal Plan Cóndor.”
Esta oligarquía que había sustentado por décadas la dictadura de Stroessner, que legitimo los más grandes crímenes que se hayan cometido en este corazón de América, que no tuvo piedad de masacrar familias enteras solo por exigir un pedazo de pan o mejores condiciones de vida, que como dijera el gran escritor Augusto Roa Bastos era una isla rodeada de tierra donde el precio de la paz impuesto por el dictador era el silencio, y la connivencia como en la mafia siciliana; solo en los últimos años se había apartado del mismo no porque le interese la grave violación de los derechos humanos sino que se dieron cuenta que el régimen económico de la dictadura ya no les convenía, el mundo estaba cambiando bajo la batuta de los Estados Unidos que imponía en casi todos los países el neoliberalismo o capitalismo salvaje mediante la desregulación total de la economía.
Pero esta elite si antes era anticomunista, y atribuía todos los males a esta ideología para justificar las grandes desigualdades existentes en el país, hoy en día propaga por dominantes medios de comunicación, cuya propiedad controla que un supuesto grupo guerrillero autodenominado EPP (Ejercito del Pueblo Paraguayo) es el responsable de los últimos secuestros ocurridos, principalmente durante el gobierno de Lugo y que supuestamente estaría vinculados a organizaciones políticas y movimientos sociales de izquierda, y que la causa de la pobreza imperante en vastos sectores de la población no es porque haya una mala distribución de los bienes o porque una pequeña minoría controle casi la totalidad de las riquezas naturales del país sino se debe a la supuesta inseguridad reinante y acrecentada durante este gobierno con tendencia socialista, y la falta de garantías a las inversiones.
Casi todos los grandes e influyentes medios de comunicación han dado una extensa y larga cobertura al EPP en los últimos meses durante una serie de procedimientos realizados tanto por el Ministerio Publico, y la Policía Nacional , sin embargo los únicos aprehendidos son en su mayoría muy jóvenes y como escribiera el periodista Mario Ferreiro “Esto se parecen demasiado a lo que, en la guerrilla argentina, se denominaba “perejiles”. Aquellos tontos útiles que por poco dinero y un leve lavado cerebral se convertían fácilmente en participes necesarios pero no centrales de la comisión de graves delitos, como el secuestro, la extorsión o los asesinatos”.
Coincido en general con el comunicador Cristian Nielsen quién al referirse a los hechos de violencia y guerra mediática sobre el EPP que esta sucediendo en nuestro país escribió “En el Paraguay se juega hoy en día, como en muchas otras cosas, a la guerrilla. Se inventan organizaciones, se crean historias y se pretende confundir la perpetración de secuestros-ejecutados por vulgares delincuentes apoyados en el poder del narcotráfico-con románticos arrebatos revolucionarios.“
Por eso se comprende que el gobierno de Lugo haya presentado al parlamento en estos días un proyecto de ley de declaración de estado de excepción en cinco departamentos, entre ellos el departamento de Amambay, por 60 días ya actualmente vigente, pero finalmente aprobado por el parlamento solamente por un plazo de 30 días, que tiene la idea fija solamente para aprehender a los secuestradores de un acaudalado ganadero supuestamente perpetrado por gente de EPP; sin embargo Lugo - a pesar de las criticas y presiones constantes recibidas por sectores políticos y económicos retardatarios- que le amenazan a que incluso puede ser sometido a juicio político sino atrapa a los supuestos “plagiarios guerrilleros “ con esta medida tiene en mira no solamente detener a un grupo de secuestradores, sino de combatir denodadamente el cáncer de nuestro país: el crimen organizado que al estar intimamente vinculado al poder económico y político no solo se ha expandido en vastas zonas de los departamentos de Concepción, San Pedro, Canindeyú, Alto Paraná, Itapua y Amambay, sino que ha permitido el asentamiento en el paraguay de organizaciones criminales como el Primer Comando da Capital (PCC) y el “Comando Vermelho”, que se sospecha no solo están ligados al tráfico de drogas y armas, sino que incluso los últimos secuestros realizados contaría con el apoyo de los mismos.
Ante esta situación de violencia que vive el país no podemos ser imparciales, ni mucho menos cómplices del mal, debemos ser verdaderos guerreros combatientes contra la corrupción, la mafia y el verdadero matriz de todo: el imperialismo que esta llevando a la humanidad hacia su autodestrucción