Foto_Marisol_Valles_jefa_de_policaTambién en México, otro periodista, escribió que Marisol Valles, de 20 años de edad y madre de un bebé, es la jefa policial de la localidad de Práxedis Guadalupe Guerrero: centro poblado azotado por la violencia, ahora convertido en uno de los pasos más usados por los carteles para introducir droga en los Estados Unidos. Ambas noticias ya están siendo divulgadas por el mundo .El mal, reflejado en la horrenda novedad que alude a un niño casi adolescente transformado en un asesino a sueldo muy bien pago y el bien, reflejado en la juventud de una funcionaria policial que esta dispuesta a enfrentar a los narcos de la región en la que vive porque quiere que su hijo viva en una comunidad diferente y en la que no se viva con miedo.

El nombre verdadero del precoz sicario se desconoce y según las autoridades locales este adolescente es un verdadero problema, en un contexto de violencia desenfrenada, dentro del territorio que está dominado por el Cartel del Pacífico Sur.

En una publicación del suroeste mexicano, que se llama “Diario del Norte” se ha informado que el niño apodado “El Ponchis” lleva adelante sus crímenes bajo el mando del jefe del Cartel que opera en el Estado de Morelos. Nos estamos Foto_Narco_Julio_Jess_Radillarefiriendo al narco Julio Jesús Radilla cuya jurisdicción operativa se ubica en el municipio de Jiutepec , en una zona muy próxima a la ciudad de Cuernavaca.

En el marco de los más de 28 mil muertes que ya tiene en su haber la feroz actividad de los narcos mexicanos en su territorio, seguramente algunos de esos crímenes pertenecen al adolescente, siendo sus víctimas adversarios de grupos rivales. Trascendió además que el menor, antes de cometer asesinatos, torturaba él mismo a sus víctimas.  No hay que olvidar que al mejor estilo de los ataques coordinados, de autoría de los narcos, muchos  de los cuerpos de las personas asesinadas fueron encontrados  en la vera de las carreteras o en los baldíos del municipio.

La figura de “El Ponchis” ´según se ha publicado en “Diario del Norte”, creció a pasos agigantados al punto que a través de Internet se han divulgado supuestas fotografías escalofriantes. En algunas de ellas se apreciaría al adolescente –con sus hipotéticas víctimas-  degollando a un hombre o golpeándolo con un palo. Se pudo saber además que el niño-sicario andaría acompañado por un grupo de mujeres –apodadas Las Chavelas- algunas de ellas sus hermanas, las que conducirían camionetas con los cadáveres de sus adversarios.

Foto_narco_muerto_capo_Hctor_Beltrn_LeyvaLa inteligencia militar tiene en su haber información de que quienes integran el Cartel del Pacífico  Sur serían considerados los herederos del Cartel de los hermanos Beltrán Leyva, en Morelos, siendo el jefe máximo  del Cartel, nada menos que el capo Héctor Beltrán Leyva, apodado “El H”, considerado como el  líder de la organización tras caer su hermano Arturo, en diciembre del 2009.

Dentro de ese sub mundo del hampa mexicano de nuestros días  el menor de 12 años habría cobrado notoriedad en el mes de octubre de este año en ocasión de que durante un operativo militar se estuvo a punto de capturar al menor  y a su jefe directo, es decir a Julio Jesús Radilla.

Foto_operativo_tras_nio_sicarioToda una escalada de violencia que se vive en México.  Un México en el que se pueden observar  los más inimaginables daños contra la vida humana, entre involucrados y entre  inocentes, por culpa del narcotráfico. Pero también  un México en el que se pueden advertir también  los más inimaginables actos de valor. Un acto de valor con nombre y apellido: Marisol Valles, estudiante de criminología y jefa de policía –al mando de unos 19 uniformados de ambos sexos-  de una ciudad de 10 mil habitantes. Una ciudad –Práxedis Guadalupe Guerrero, del estado de Chihuahua,  en la frontera de Estados Unidos, cerca de Ciudad de Juárez-  que se encuentra ubicada sobre la orilla del fronterizo río Bravo, cuyo alcalde fue asesinado en el mes de junio.

México de nuestros días. Días en que los niños son violentados  por el crimen organizado. Violentados en su vida de inocentes, para ser  transformados en bestias de la muerte y en el rostro del mal. Verdaderamente a uno lo subleva.