Viernes 6 Diciembre 2024
A 40 años del conflicto bélico

Por Antimafia Dos Mil-2 de abril de 2022

El sistema común de defensa continental o Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), tuvo su prueba más dura en la guerra de las Malvinas. Y fue un absoluto fracaso.

Pese a haber sido el antecesor de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), las aplicaciones controvertidas, llevaron al TIAR hacia un punto sin salida.

Impulsado por el gobierno norteamericano a comienzos de la Guerra Fría en 1947, el tratado fue ratificado por 21 países. En su artículo tercero se puede leer: “Un ataque armado por parte de cualquier Estado americano será considerado un ataque contra todos los Estados americanos".

Este artículo solo se llevó a la práctica cuando benefició a los objetivos de Washington y se hizo oídos sordos cuando no coincidían con los intereses de su socio británico.

El canciller argentino Nicanor Costa Méndez convocó el TIAR el 22 de abril de 1982, para reclamar la ayuda frente a la guerra, dado que los países miembros jamás se habían enfrentado a semejante evento.

Con la flota del Reino Unido acercándose al Atlántico Sur y el Ejército argentino ya en la isla, el gobierno rioplatense consideró que eso constituía una amenaza contra la paz en el continente e invocó el cumplimento del acuerdo. En su artículo 8°, se comprometió a los países firmantes a tomar represalias económicas o diplomáticas conjuntas contra el país agresor, en caso de que dicha acción sea aprobada por la mayoría.

La asamblea dio luz verde por 17 votos en favor y cuatro abstenciones a una declaración que reconocía la soberanía argentina e instaba a ambos países a poner fin a las hostilidades. Pero la ausencia en la última sesión del secretario de Estado norteamericano Alexander Haig ponía en tela de juicio la concreción de semejante empresa.

En rechazo a la ayuda norteamericana a Gran Bretaña, la Argentina volvió a pedir la aplicación del tratado en el mes de mayo. Momentos dramáticos se vivieron en aquellas sesiones, en las que se acusó a los Estados Unidos de violar el acuerdo. Nuevamente con la abstención de los Estados Unidos, Colombia, Chile y Trinidad y Tobago, el TIAR defendió a la Argentina.

Pero el apoyo se quedaría solo en la tinta de los papeles. Estados Unidos solo apoyaría a la OTAN.

El papel de la OTAN

Los países miembros hicieron de las suyas para perjudicar a la Argentina: embargos comerciales y de armamento, fueron las medidas tomadas. Francia por ejemplo boicoteó la entrega de armamento que ya se había pagado, e incluso adiestró a pilotos ingleses con los aviones que usaba Argentina, para que conozcan las maniobras.

El apoyo de EEUU a su socio británico fue un factor que inclinó la balanza. Por ejemplo, facilitó el envío de información a través de tecnología satelital. Y además prestó la base naval de la isla Ascensión, que fue clave para el abastecimiento inglés, además de entregar misiles y armamento. Y por otro lado, incluso reemplazó a Inglaterra en otras operaciones de la OTAN para que se concentrasen en Malvinas.

Fue durante el acto que protagonizó en el Patio Malvinas Argentinas de la Casa Rosada, un 2 de abril del 2014, tras cumplirse 32 años del conflicto, cuando la OTAN volvió a resurgir detrás de la pared mediática.

La denuncia del gobierno argentino

Durante su discurso, Cristina Fernández volvió a poner en el tapete el “doble estándar” de las potencias -en referencia al colonialismo- y apuntó que el motivo principal por el que Gran Bretaña permanece en el archipiélago es que “constituye la base militar nuclear de la OTAN en el Atlántico Sur”.

“La verdad sobre Malvinas es que constituye la base militar nuclear de la OTAN en el Atlántico Sur, esta es la verdad que no pueden seguir ocultando y que quiero leerlo. Porque por eso nuestro mensaje no solamente tiene que ver con la soberanía, con un reclamo de soberanía. Nuestro mensaje también tiene que ver con un mensaje de paz, en un mundo desquiciado por los enfrentamientos militares, étnicos y religiosos”, denunció.

A propósito de esto, remarcó que Malvinas es “la mayor base militar existente al Sur del paralelo 50”, donde “se maneja todo el despliegue militar británico”, en referencia a la utilización de este lugar por otras potencias, sobre todo, Estados Unidos. También habló sobre la existencia en el enclave, de submarinos con capacidad para armas nucleares y de misiles que pueden alcanzar a todo el cono sur, “hasta Ecuador”. “Hay casi un 20 por ciento de jóvenes desocupados en Inglaterra, sería bueno que se dedicaran menos a guerrear y más a ocuparse de los propios ingleses y del propio pueblo inglés”, disparó la vicepresidenta, que dejó expresa la no tan despreciable cifra de 31 mil dólares al año por inglés el costo del mantenimiento de las bases militares.

Al fin y al cabo, la guerra que duró 78 días y comenzó un 2 de abril de 1982, dejó como saldo para la Argentina, una causa más que justa para su soberanía, pero con un plan nefasto organizado por delincuentes y genocidas de traje verde. Del otro lado estaba Inglaterra, un país que decía tener ciertos derechos sobre un territorio a 13 mil km de distancia de sus tierras.

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*Foto de portada: argentina.gob.ar