En reclamo de agua potable protagonizaron una marcha en la capital de la provincia de Salta

Por Daiana Carracedo, desde Argentina-2 de febrero de 2022

En el municipio de Embarcación, de la provincia de Salta, habita la comunidad indígena “Misión La Loma”. La integran las comunidades Guaraníes, Toba y Wichí, quienes hace más de 70 años están en la zona.

Y hace 70 años que viven en condiciones precarias. Falta de educación, vivienda y salud. Pero el reclamo más fuerte en los últimos meses, fue por la condición del agua potable que se las traen en camiones cisternas. El año pasado solicitaron a la Cruz Roja un análisis sobre el agua que estaban consumiendo y los resultados mostraron que el servicio "no era apto para consumo humano”. El pasado lunes 21 tenían una reunión con el intendente Carlos Funes, para solicitar la instalación de un pozo de agua y así abastecer a las 250 familias que integran la comunidad indígena, pero el intendente no estaba en la municipalidad, sino que había viajado a la ciudad de Salta. Entonces decidieron marchar el día martes 22 de febrero, a la ciudad.

En la primera quincena de enero, ante la crisis hídrica que azota a Salta, se anunció oficialmente que este año se realizarían 135 obras con una inversión de $4.448 millones. Sin embargo, la solución real al problema del agua no llega.

"Vemos que se están haciendo obras millonarias en el pueblo de Embarcación, pero en la zona de las comunidades indígenas, no llega nada", dijo al diario Salta/12 Ismael Chávez presidente de los habitantes guaraníes de la comunidad La Loma,

El crecimiento de la comunidad indígena no es previsto por el gobierno provincial. Los representantes de la comunidad La Loma aseguraron que con los años de existencia que tienen al menos deben ser considerados en los planes de obras del gobierno provincial. Sin embargo, esto no sucede. No solo que la calidad del agua no es potable, sino que los camiones no pueden ingresar cuando llueve, dejando a las familias sin provisión. Además, reclaman que garanticen proyectos que favorezcan la producción local.

"Sabemos que hay programas que se dirigen a la producción o viviendas, pero acá en Embarcación no llega nada", culminó Chávez.

Resulta paradójico que pueblos indígenas que saben cómo aprovechar el agua y viven en armonía con la naturaleza ancestralmente, hoy tengan que reclamar por su derecho al acceso al agua potable. Esto va a dejar de ocurrir solo cuando dejemos de pensarlos como piezas de la historia que no tienen las mismas necesidades y derechos que la sociedad moderna. Los sucesivos gobiernos los han desplazado cada vez más a los suburbios y condenado a vivir en espacios muy reducidos, como en el año 1500, donde las misiones jesuíticas agrupaban a los indígenas en pequeños lugares llamados reducciones para poder convertirlos en civiles y evangelizarlos.

Hoy, como hace 530 años, los pueblos indígenas siguen viviendo en reducciones. Horrendo.

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*Foto de portada: Página/12