Jueves 28 Marzo 2024
Fue en Michoacán
 
El colega estaba amenazado de muerte, pero las autoridades nada hicieron para protegerlo
 
Por Jean Georges Almendras-2 de febrero de 2022

Corre ya el mes de febrero, mejor dicho, está en sus inicios y ya nos vemos obligados a escribir de muerte, de dolor, de sufrimiento, porque a nuestra mesa de redacción las agencias internacionales nos acercan otra tragedia, dentro de la familia del periodismo mexicano: en la ciudad de Michoacán, el día lunes 31 de enero, elementos del crimen organizado asesinaron a balazos a un colega, de nombre Roberto Toledo, y es el cuarto atentado mortal contra la prensa, solo en el mes pasado. Es decir, sacando cuentas, un muerto por semana, así de aterrador y de indignante.

Roberto Toledo era un comunicador de 55 años de edad, del portal Monitor Michoacán quien fue tiroteado cuando se retiraba de su oficina. Tres hombres armados con pistolas automáticas de grueso calibre vaciaron sus cargadores sobre su anatomía y ocho proyectiles acabaron con su vida. Según allegados directos a Toledo, en días previos él había recibido directas amenazas de muerte, y él personalmente las había divulgado públicamente. 

De acuerdo a las informaciones que nos vienen de México, Armando Linares, director del portal digital Monitor Michoacán por las redes sociales ha dicho que "exhibir corrupciones de gobiernos corruptos, de funcionarios y políticos corruptos llevó hoy (por el lunes, ndr) a la muerte de uno de nuestros compañeros”.

Por su parte, desde filas gubernamentales, el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez, ha condenado el asesinato asegurando además que el Gobierno no permitirá impunidad en el caso. Una apreciación que fue inmediatamente cuestionada por el gremio periodístico que, en definitiva, y sin rodeos, está literalmente hasta el hartazgo de estos hechos, que ya hacen parte de la vida cotidiana en las ciudades mexicanas.

En paralelo, el propio vocero del Gobierno tuvo el descaro de negar rotundamente que Toledo fuera periodista lo que inmediatamente desmentido por la dirección del portal de noticias, especificando que Roberto Toledo "guardaba un perfil bajo para evitar alguna situación, dadas las amenazas que habíamos recibido” tal lo expresado a la revista Milenio, en ocasión de una reciente entrevista.

"Le dispararon de manera ruin"

El periodismo mexicano aportó algunos detalles sobre el atentado, que tuvo lugar exactamente en la colonia Moctezuma Oriente, siendo los asesinos tres hombres que lo abordaron cuando Toledo procuraba ingresar a su oficina, disparándole a quemarropa, para finalmente huir del lugar.

El director del Portal, dijo sobre el hecho en sí: “Le dispararon de manera ruin", informando además que luego de ser ingresado en un hospital de la localidad de Zitácuaro, no pudo sobrevivir a las graves heridas que presentaba.

En un contexto de pesar y de repudio por lo acontecido, entre sus colegas y el pueblo de Michoacán, se informó que la Fiscalía venía trabajando en el caso, y que se incautaron dos motocicletas -presuntamente utilizadas en el atentado- pero ni rastros de sus ocupantes.

Desde filas de la ONG denominada Artículo 19 (que defiende la libertad de expresión en el sector prensa) exigieron insistentemente que las autoridades no dejen que el caso quede impune.

Voceros autorizados del portal Monitor Michoacán han dicho a las agencias internacionales que se trata de un pequeño blog de noticias locales que en varias oportunidades había señalado las corruptelas del poder en Zitácuaro, una localidad de unos 150 mil habitantes. Precisamente en torno a este panorama las autoridades del portal consignaron que todos ellos fueron "amenazados de muerte hace unos meses, hoy esas amenazas se cumplieron”.

Por su parte desde Artículo 19, Juan Vázquez, ha expresado que "el medio había denunciado agresiones, y las autoridades tienen que tomar la labor periodística como línea de investigación”.

A todo este implacable acecho del crimen contra el periodismo libre, que no se arrodilla a las inmoralidades que presenta un sistema institucional, solo nos resta hacer una sola cosa: no desistir en la tarea de denuncia, no solo de los actos de corrupción sino, además, de todos estos barbarismos que tienen autores ideológicos y materiales, instalados en el poder mismo, que por el poder mismo no hacen más sembrar miedos y muertes, para no perder terreno y para mantenerse impunes.

Esa impunidad, que está extendida por México y el mundo, y a la que protegemos si no nos unimos para neutralizarla y extirparla de nuestras sociedades.

En eso estamos, como estuvo Roberto Toledo, a quien lo sacaron del medio, sin considerar que ahora los Toledos seremos muchos más. 

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*Foto de portada: Roberto Toledo / Twitter @Carloszup