Martes 19 Marzo 2024
Por Matías Guffanti-25 de enero de 2022

El asesinato de José Luis Cabezas en Argentina, no fue un crimen más. Es una lucha todavía viva. Es un pedido de justicia latente, por aquel periodismo que busca defender la verdad. Una historia presente que nos indica dónde está el enemigo invisible, todavía operante en las instituciones argentinas, en las fuerzas armadas del país, en un sistema judicial servil y una mafia trasnacional que, con la instauración del sistema económico impuesto por la dictadura, todavía protege su lugar de poder, hasta hoy intacto por la impunidad.

Fue la muerte de un hombre, de un trabajador, que, con sus valores, y su arma más fuerte, la cámara en mano, supo poner en riesgo al poder de un país entero. Y después de gatillar aquella icónica foto, de un sistema desnudo ante el pueblo, nos enseñó que las grandes luchas y los grandes cambios, los hacen los “comunes”, los que nunca fueron considerados “importantes” y a pesar de todo, tienen la anómala cualidad de no corromperse y estar siempre del lado del pueblo.

Pero también fue y es, la posibilidad de transformarlo todo. De entender, ver y luchar ahí donde nos indicó con una imagen. Cabezas, mostrando, no sólo el hasta en ese momento desconocido rostro de Yabrán, sino, las verdaderas caras de un sistema de dominación múltiple que desde las sombras gobernaron y gobiernan nuestros Estados. Una posibilidad, como herencia y responsabilidad, que cada 25 de enero, recordamos volviendo a repetir al unísono del inconsciente colectivo argentino: “No se olviden de Cabezas”.

Una frase que engloba preguntas, rabia, impotencia, dolor y un espíritu de lucha, que hoy como militante y activista del movimiento artístico Our Voice, también me hace reflexionar: ¿Cuánto avanzamos en la verdad y justicia contra aquella estructura que visibilizó Cabezas? ¿Qué pasó con esa rabia, que sacó a piedrazos a Yabrán del congreso argentino a gritos de “asesino”? ¿Cuántos “Yabrán” hoy, siguen dando órdenes, con llamadas al Congreso?

Todavía queda mucho por hacer y saber. Pero a 25 años de pedido de justicia por nuestro compañero Cabezas, nos seguimos comprometiendo. Con José Luis, con su familia, con cada mártir de este país y de todos los países. Hasta que la verdad y la justicia social sean costumbre en Argentina y Latinoamérica. José Luis Cabezas, todavía vive en el pueblo argentino.

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*Foto de portada: Aire de Santa Fe