Dos mil quinientos veintiún argentinos figuran entre las cuentas offshore analizadas por las investigaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Las investigaciones analizaron 12 millones de documentos filtrados sobre las actividades de 14 estudios de abogados especializados en la gestión de cuentas offshore, en los paraísos fiscales de las Islas Vírgenes Británicas, Panamá, Belice, Chipre, Emiratos Árabes Unidos, Singapur y Suiza. Entre los nombres más destacados figuran 14 mandatarios, entre los que se encuentran el chileno Sebastián Piñera y el ecuatoriano Guillermo Lasso.
Entre los argentinos figuran personas del entorno del expresidente Mauricio Macri, entre ellos su hermano Mariano, y su asesor político Jaime Durán Barba. También figura Daniel Muñoz, quien falleció en el 2016, y había sido el secretario de Néstor Kirchner. Muñoz también figuró en las investigaciones de los “Panama Papers”. Otro de los involucrados es el financista Ernesto Clarens quien está procesado por la justicia argentina en varias causas vinculadas a la obra pública durante la gestión del kirchnerismo. Además, figura Zulemita Menem, la hija del inescrupuloso Carlos Saúl Menem, ya extinto.
Más hacia adelante las instituciones deberán confrontar la información filtrada por los periodistas, con las respectivas declaraciones patrimoniales de cada uno de los implicados. Recién, una vez constatada la omisión patrimonial, corresponderá avanzar en instancias judiciales por los delitos cometidos.
La construcción de cuentas offshore no representa un delito en sí mismo; cientos de empresas y personas con intereses en el exterior recurren a estos mecanismos para movilizar sus fondos de manera lícita. Pese a esto, históricamente, los denominados paraísos fiscales se transformaron en un componente necesario y especializado de un sistema financiero internacional que opera por fuera de los controles de los distintos Estados. Históricamente estos mecanismos sirven para ocultar dinero producto de la evasión fiscal de actividades lícitas no declaradas o de actividades de neto corte ilegal, como el narcotráfico, la trata de personas y demás empresas propias de las organizaciones criminales. Estudios de abogados, de poca trascendencia pública, gestionan millones de dólares que fluctúan a través del sistema bancario internacional.
Pero hay que tener en consideración que estos entramados de evasión fiscal no funcionan solamente a la distancia, en islas caribeñas. Numerosos empleados bancarios, brokers y agentes de cuentas de las principales entidades bancarias como el HSBC, la JP Morgan o el City Bank, se dedican a armar para sus clientes estructuras para flexibilizar los esquemas fiscales. Como el caso del ex JP Morgan, Hernán Arbizú que, apostado en Buenos Aires, se dedicaba a buscar personas de cierto poder adquisitivo y capacidad de ahorro para ayudarlos a fugar dinero del país, evitando los controles fiscales. Entre sus clientes, se encontraban directivos de Clarín, de la firma Hyatt, Autopistas del Sol, Edenor, Petrobras, entre otros grupos comerciales.
En su momento esto fue un escándalo, pero el tiempo pasó, y efectivamente el sistema judicial se enfrascó en el propio Arbizú, quien hasta llegó a admitir su culpabilidad en los tribunales de Nueva York ante la amenaza de cumplir una condena a 422 años. Pero el sistema evidentemente siguió operando. Un sistema que se apoya en el trabajo de agentes financieros codiciosos, sin lugar a dudas, pero que se construye como un servicio para los dueños de las grandes fortunas, para los directivos de las grandes empresas, para los principales representantes políticos de las naciones saqueadas.
Como declaró el exjuez Raúl Zaffaroni a Radio Cooperativa y publicado por Perfil, al ser cuestionado sobre el tema: “Esto es un crimen, un delito organizado de evasión fiscal. Sobre todo, evasión fiscal voluminosa”, además agregó: “Hay una cantidad de jueces, no todos, que son funcionales a ese encubrimiento y están colocados en lugares clave, lo que dificulta que se puedan juzgar ese tipo de conductas”.
¿Cuántos clientes, usuarios, de estos mecanismos de evasión fiscal cumplen una condena efectiva? La presencia de sicarios corporativos, mafiosos y terroristas entre las listas de titulares de las cuentas nos dan la verdadera naturaleza de estos emprendimientos.
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*Foto de portada: laizquierdadiario.com