Viernes 19 Abril 2024
Por Alejandro Díaz-10 de setiembre de 2021

Días atrás en Argentina se realizaron las PASO, las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, en el contexto de las elecciones de medio tiempo, o de recambio legislativo. Pese a la complejidad técnica, política y geográfica que estas representan, que en este breve "ensayo" intentaremos detallar, y las infinitas variantes de análisis que surgen, el epicentro del debate político, reflejado por los grandes medios de comunicación, fue la elección de Javier Milei.

Javier Milei, hoy de 50 años, es un economista que se presentó como candidato a diputado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que tiene jerarquía federal, esto significa que es comparable a un Estado Provincial como Chaco, Corrientes, Neuquén y demás. Milei es representante de una fuerza política llamada "La Libertad Avanza", fundada especialmente para estas elecciones, esto significa que no existía previamente. En estas elecciones primarias obtuvo 238.000 votos, ubicándolo como tercera fuerza en CABA, luego de Leandro Santoro (Frente de Todos), con 430.000 votos y María Eugenia Vidal (Juntos por el Cambio), quien cosecho 840.000 votos. Las cifras están redondeadas para facilitar el análisis.

La política argentina es complicada, sobre todo para los extranjeros que quedan desconcertados en los vaivenes del discurso peronista, de un peronismo, que en realidad se llama Partido Justicialista, y que incluye conductas como las de Menem, las de Duhalde, las de Felipe Sola, las de "Palito" Ortega, solo por nombrar algunos, y el contraste con los discursos del peronismo de izquierda, o de las bases, que consolidan una y otra vez las "incoherencias" de sus representantes, por el temor de caer en la derecha. En paralelo, las diferencias socioculturales, abismales, que recorren la amplia geografía del territorio, sumadas a la amplia brecha de ingresos entre una región y otra, crean una clase media, rica para los más pobres, que disfruta de ser cada vez más una sociedad cosmopolita, con todo lo que eso implica. Al otro lado del discurso, estructuras conservadoras continúan sosteniendo una derecha, no necesariamente más capitalista, pero sí abrazada a discursos punitivitas y a ciertas teorías de "razas" que aún perduran en un latente fascismo.

Lo segundo que quiero tener en consideración, y ahora si ya entrando al meollo del asunto, es la naturaleza política del argentino. El argentino ama la política, el mundo de la política y la politiquería. El debate, la chicana, el proselitismo. Familias enteras identificadas con una bandera partidaria que comparten el frenesí de la victoria y la exacerbación de la derrota, trasmitiéndola de generación en generación. Los programas de televisión del horario central son históricamente programas políticos, o donde los políticos desfilan las tendencias democráticas. Desde programas de neto corte informativo, a programas de humor centrados en la actualidad política, o programas de política con un sentido de humor, según se quiera entender. Programas como los de Tato Bores, Enrique Pinti, Jorge Guinzburg o Dolina. Publicaciones como la revista Humor, o la entrañable Mafalda. Más próximo a nuestros años la televisión encontró nuevos formatos, cada vez más dinámicos, algunos más serios que otros, para digerir la realidad nacional. Los programas de Lalo Mir, la Negra Vernasi, Mario Pergolini o los imitadores de Tinelli, que llegaron a duplicar a personajes complejos de la historia nacional como Aldo Rico. Un Aldo Rico que siendo militar se sublevó juntos con sus soldados en contra de los mandos militares llevando la realidad argentina al borde de la guerra civil, durante la recientemente estrenada democracia de Alfonsín. Este militar devenido en político, fue transformado en una caricatura viviente donde su personalidad era ridiculizada y llevada su persona a los límites de la tolerancia para alimentar el ocio político del argentino; pasando del fascismo, venerado o rechazado, al nihilismo.

En simultáneo, un sinnúmero de personajes de la farándula o de la actualidad, tras lograr cierto grado de notoriedad, fueron "seducidos" por distintas facciones políticas a involucrarse en política. Reutemann, que era corredor de fórmula uno, fue gobernador de una provincia y luego senador "vitalicio". "Palito" Ortega el cantante que supo "traer" a Frank Sinatra a la Argentina, paso de desafinar en los escenarios a gobernar una provincia. Miguel Del Sel, un humorista acusado persistentemente de ser un machista, fue diputado y embajador en Panamá. Martiniano Molina pasó de conducir programas de cocina a gestionar una intendencia. Moría Casan, la actriz y vedette, se postuló a diputada en el 2005 y consiguió 200.000 votos, que no fueron suficientes para alcanzar el mínimo requerido. Los ejemplos sobre abundan. Personajes carnavalescos, exóticos, delirantes que exprimen una muletilla como slogan de campaña y que los medios, ávidos de rating, repiten como un mantra.

Dentro de este contexto y tradición surge Javier Milei. Polémico, enérgico, verborrágico y provocador. Estas son algunas de las características de este personaje que viste trajes voluptuosos adornados por una melena colorada que amenaza saltar sobre la mesa, a medida que sube la temperatura del debate. Pero Javier Milei no siempre fue así.

Economista de profesión y autodenominado "libertario", Milei trabajó en el ámbito privado para compañías de servicios previsionales y en entidades bancarias. Ha escrito numerosos trabajos analizando las coyunturas económicas referidas a temas impositivos, procesos inflacionarios y políticas monetarias. Ferviente crítico del estado de bienestar y las políticas económicas keynesianas, describe la intervención del Estado, en materia económica, como un signo de "violencia estatal". Recientemente acepto haber trabajado como asesor del represor Antonio Bussi, mientras este era legislador en la década menemista.

En el año 2012, el gobierno argentino de Cristina Fernández expropia la compañía petrolera nacional YPF (Yacimientos Petrolíferos Federales), que había sido privatizada en 1999 por Menem. En el 2013, en plena crisis por las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y el Club de Paris, asume el Ministerio de Economía Axel Kicillof, quien es abiertamente keynesiano y uno de los más fervorosos activistas por la intervención estatal, actualmente es gobernador de la provincia de Buenos Aires. En este marco comunista, como contrapeso, comenzó a surgir, en los programas de televisión de corte político económico, un sinnúmero de economistas de tendencia liberal, neoliberal, pro mercados, pro FMI, pro PRO, etc., personajes como Miguel Boggiano, José Luis Espert, Ivan Carrino entre otros, que, con discursos técnicos de macroeconomía, a veces alejados de la realidad social, sostienen frases rimbombantes como anular los impuestos y promover la libertad de capitales. Muchos de estos personajes terminan siendo ridiculizados por los "invitados" de los programas de corte progresista, convirtiéndose en una suerte de pararrayos. Porque si la derecha "derecha", es muy derecha, entonces la más o menos derecha parece la izquierda, una izquierda ambidiestra, ¿no sé si se entiende? De entre estos personajes surgió Milei.

En una entrevista del 2014 del medio CCC de Tucumán, durante la presentación de su libro "Política económica contrarreloj", Milei, realiza un breve análisis sobre el "nminente" ajuste en materia económica tras la liberación del tipo de cambio del dólar, el llamado "cepo". Aquel Milei era una persona medida, técnica, precisa. Un economista hablando de cosas de economista. Esta personalidad a lo largo de los años fue hilvanándose con pequeños chascarrillos y comparaciones satíricas a medida que Milei lograba "soltarse". Poco a poco una faceta "artística" va haciéndose cada vez más presente, y los discursos técnicos se irán intercalando con un personaje más enérgico, vehemente, exagerado, verborrágico, una suerte de Doctor Jekyll y Señor Hyde. Programa tras programa fue conquistando una audiencia propia, que lo espera y lo celebra.

Lilia Adela Bolukalo Lemoine, es una militante libertaria surgida de las filas de José Luis Espert durante la campaña presidencial del 2019, donde prevaleció la idea de que el liberalismo debía ganar espacios, sobre todo, entre los jóvenes. Lemoine quien es especialista en Tecnología de Información, y es además artista, cosplayer e influencer, ocupó en aquellas elecciones el cuarto lugar en la lista de diputados. En aquel año cruzaría caminos con Milei en la obra teatral "El Consultorio de Milei", donde se dedicaba a las tareas de escenografía y maquillaje. En esta obra Milei, ocupando el diván de un psicólogo, recorre en tono humorístico los últimos 70 años de la política económica de la Argentina. Esta pieza, que es dirigida por el actor, director y político radical Nito Artaza, recorrió los teatros de calle corrientes en Buenos Aires e incluso se presentó durante la temporada de verano en Mar del Plata.

Sería Lemoine la que "convenciera" a Milei de convertirse en un superhéroe. Así nació "AnCap", el "General Anarco Capitalista", literalmente Milei en un traje de hule con antifaz y todo. "AnCap" realizó su presentación oficial durante un evento de otakus y aficionados al anime, pese a que los organizadores luego difundieron un comunicado desligándose del economista y negando haberlo invitado al evento. Paradójicamente, aquí en Uruguay, ANCAP es la empresa pública de combustibles.

"Yo no vengo a guiar corderos, yo vengo a despertar leones"

Esta es la rimbombante frase con la que Milei inició su cierre de campaña frente a aproximadamente a unas 5 mil personas (algunos dicen 15 mil). Un número considerable para un acto político, pero normal para cualquier evento que ocurra en una ciudad como Buenos Aires donde ninguno de los 10 millones de habitantes que la recorren por día, duermen. El evento, fiel al personaje, contó con una interpretación musical ejecutada por el propio Milei quien cantó "Panic Show" de La Renga. Algunas horas más tarde, los integrantes de la mítica banda de rock realizaron un comunicado condenado el uso de sus canciones en un acto de tipo político sin autorización: "Entre nosotros tenemos lazos y sentimientos, no queremos tener uno disfrazado de amigo hablando de la libertad, cerraba el mensaje".

Pero más allá de la telenovela mediática, la realidad es que Milei, se transformó en un candidato a congresista. En estas elecciones, que tendrán su etapa definitiva en noviembre, se renuevan 127 de los 257 miembros de la Cámara de Diputados a nivel nacional, y 24 de los 72 senadores de la Cámara Alta, donde solo participan ocho provincias, incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es considerada un distrito federal.

A la distancia, algunos temen una escalada de violencia, y la radicalización de los discursos fascistas, puesto que detrás de los personajes hay otras personalidades más reales, quizás también del circo, pero no necesariamente payasos. Dentro de esta formación política que se autodenomina "liberal", hay exponentes clásicos del conservadurismo, como Juan José Gómez Centurión o Victoria Eugenia Villarruel.

Gómez Centurión es militar retirado, ex combatiente en la guerra de Malvinas donde fue condecorado por acciones heroicas. Se sumó al ejército en marzo de 1976, días previos al golpe de Estado, que dio inicio a la etapa militar de la dictadura. Ya en la etapa democrática, en 1987 formó parte de los levantamientos armados de Semana Santa y al año siguiente en Monte Caseros, donde una facción militar se sublevó contra los altos mandos del ejército en un contexto de plena negociación por las responsabilidades en materia de crímenes de lesa humanidad que enfrentaba la institución militar, y otros asuntos complejos inherentes a la época. Gómez Centurión se postuló a presidente en las elecciones de 2019, obteniendo un poco más de 450.000 votos, que representaban el 1,7%. De estos votos 150.000 fueron en CABA, 30.000 en Santa Fe, 37.000 en Córdoba, 26.000 en Mendoza y números menores en el resto del país.

Villarruel, quien es abogada, es reconocida en el ámbito de los Derechos Humanos por ser defensora de las víctimas de los movimientos guerrilleros, a quienes acusa de terroristas. Los movimientos y organizaciones de Derechos Humanos que condenan los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura, acusan a Villarruel de promover un discurso tendiente a justificar el accionar de las Fuerzas Armadas.

Al mismo tiempo hay que considerar que, contrario a todo prejuicio, el grueso de los votos conseguidos por el economista surgen de los barrios del sur de la ciudad, donde generalmente residen los sectores socios económicos más afectados por las crisis económicas, y son al mismo tiempo los principales opositores a los regímenes de mano dura de discursos punitivistas, pues los padecen a diario, lo que crearía una incongruencia o al menos una falta de información respecto de los candidatos que se eligen en una misma boleta. Pero si hay algo de lo que sabe la política argentina es de juntar lo injuntable. Me viene al recuerdo el acto de campaña para las presidenciales del 2015, cuando Macri junto al sindicalista Hugo Moyano inauguraron un busto de Perón.

Milei construyó su imagen a partir de la confrontación mediática, aunque sus propuestas en materia económica sean válidas o no, carece de propuestas en otros ámbitos del interés de un legislador, como por ejemplo en materia educativa, sanitaria, edilicia o penal, solo por enumerar algunos. Pero, por más que se lo quiera inflar, la realidad es que a Milei apenas lo votaron 280.000 personas, casi un tercio de los seguidores que tiene en instagram.

Una última consideración, que ideológicamente no comparto, pero forma parte de la realidad argentina: mucha gente vota a los partidos no hegemónicos, radicales y peronistas, para no votar a los partidos hegemónicos. A veces hay hasta ciertas irracionalidades; una vez un taxista me dijo, "yo lo voto a Macri así se termina de ir todo al carajo de una vez por todas". Y es, quizás, en estas brechas y en estas cuestiones más viscerales que políticas, las que llevan a la política a estos personajes de la antipolítica. "Yo, soy anarco capitalista", diría Milei.

¿Qué es lo que votó la gente?

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*Foto de portada: lavozdelinterior.com