Viernes 19 Abril 2024
Los orígenes, las ambiciones y la vida interna del Movimiento
 
Todo encerrado en una obra de ciudadanía activa
 
Por Jamil El Sadi-10 de septiembre del 2021

Un niño salva la vida de sus coetáneos, una niña se declara en huelga por la salud del planeta, otra lucha contra las armas. Historias reales de niñas y niños que han hecho gestos de altruismo y coraje a menudo premiados y citados en las noticias. Todo contenido en un libro convincente para jóvenes y muy jóvenes, escrito por Roberto Morgese, maestro de escuela primaria y formador de la carrera de Educación Primaria en la Universidad de Milano-Bicocca, titulado: "¡Haz lo correcto! Gestos extraordinarios de niñas y niños como tú" (edición Raffaello Ragazzi). Un libro ilustrado, en el que se enfatizan los valores de la ciudadanía activa. Pero también es una lectura que sirve para mostrar muy bien cómo, cada día, todos podemos tomar decisiones de las cuales estar orgullosos, decisiones que servirán para mejorar el mundo en el que vivimos.

Pero eso no es todo. Es una gran sorpresa, de hecho, que leyendo el libro aprendamos sobre una joven muy querida para nosotros. Es la historia de una joven de 17 años (ahora 21) con las ideas claras: "para luchar contra el crimen organizado, tanto en Italia como en otras partes del mundo, necesitamos una iniciativa que comience con los jóvenes". Funda y dirige el Movimiento Internacional Our Voice, que lucha, pacíficamente, para eliminar el miedo de la gente al poder criminal, demasiado a menudo aliado con el poder político. Sus "armas" son el arte y la literatura: danza, teatro, pintura, periodismo y todos los lenguajes útiles para expresarse en plena libertad. Es la historia de Sonia Bongiovanni, contada en el capítulo titulado: "Our Voice contra todas las injusticias", que informamos fielmente para mantener su profundidad y el lenguaje juvenil que hace especial a este libro.

"Our Voice contra todas las injusticias"

-Así me imagino la situación al abrirse el telón. Dos perfiles de hombre adulto. Ambientado en la calle. Afuera es de día. Luz deslumbrante.

Si hubiera una luna o una hermosa puesta de sol, el público lo confundiría con una escena romántica. No importa si los que se dan un beso son dos hombres. No será un problema, por cierto, en el mundo de hoy. El amor es solo amor. Toda la sociedad lo ha entendido. El amor es igualdad de corazón, es la construcción de lo bueno, de lo mejor.

El amor es vida. Pero entonces ese beso, en el escenario, también se proyecta en una gran pantalla que actúa como fondo.

Lo mostramos como si fuese filmado por las cámaras ocultas de los agentes de la Dirección Distrital Antimafia. Entonces se entiende de inmediato que no es un idilio. De hecho, no pongamos la luna y ni siquiera el atardecer.

El beso, el real, sería intimidad escondida. En cambio, lo dejamos en la calle, a la luz del día, con ostentación.

Entonces ¿qué es ese gesto? Los espectadores se deben hacer esa pregunta.

Porque eso es lo que buscamos, ¿verdad? Proponer un teatro que suscite interrogantes en los espectadores. Mover conciencias, sacudir el agua estancada del silencio, de los que ven y oyen, pero luego olvidan o no saben.

Ese gesto es sumisión. Es la marca pública del jefe del clan. Es un signo de poder. Es el descaro de quienes gobiernan la zona y recuerdan al otro que algo es suyo. Que deben obedecerlo, porque a él le deben su bienestar.

El beso, como una vieja práctica que vuelve a estar de moda. La práctica de los jefes de la mafia.

Luego representamos otras escenas temáticas.

El jefe que sale de la cárcel porque han expirado los plazos de la prisión preventiva y besa a los afiliados que han venido a buscarlo. El que va a la obra para recordar que la empresa que controla está disponible para brindar servicios y trabajo y besa la cabeza de los trabajadores. El que pide dinero para sus hombres en prisión y besa al hombre a quien le deja claro que su contribución en efectivo será bienvenida para mantener a las familias de los presos.

El mensaje artístico es claro. El beso, de un gesto que acoge y protege, se convierte en una amenaza, sutil y velada, meliflua y venenosa. Es el beso de quien está dispuesto a castigarte si no te arrodillas, si no te conviertes en un sirviente.

La joven directora prosigue y finaliza la presentación del proyecto teatral que le gustaría montar.

Se necesita valor para subirla a escena. Es una apuesta. Suponiendo que pueda ponerla de pie, debe asegurarse de que haya suficiente audiencia para ir a verla. Que la gente encuentre el valor de asistir y participar de ese gesto de denuncia.

Our Voice en libro infantil 2

Han subido a escena muchas obras y no todas han tenido la cantidad de público que merecían, que los organizadores de Our Voice hubieran deseado. Pero la suya es una apuesta y el juego no siempre es premiado.

-¿Qué dices, Sonia?

La joven sonríe. La idea le gusta mucho. Acaba de ver en la web los videos de la DDA que filmaron situaciones como las del guion que acaba de escuchar. No son fantasías, son verdades tristes. El fenómeno del crimen organizado sigue siendo fuerte y arraigado en el territorio y ahora tiene ramificaciones en todo el mundo.

Pero lo que más enfurece a la joven es que la Mafia, la 'Ndrangheta, la Camorra, aún tienen sus raíces firmemente hundidas en su propia tierra, el sur de Italia, y desde allí, con sus tentáculos venenosos y tortuosos, llegan cada vez más lejos. ¿Cómo se hace para cortar esos miembros suaves y viscosos?

Sonia reflexiona. Unos días antes logró hablar con el Fiscal Adjunto de Reggio Calabria. Le confirmó que las asociaciones criminales de tipo mafioso, a pesar de la incansable intervención del Estado, siguen siendo fuertes. Debemos seguir trabajando. Todos juntos, cada uno haciendo su parte.

El hombre de la justicia está haciendo lo suyo. Se expone públicamente y hace su trabajo todos los días, en primera línea. Sabe que es un personaje incómodo para la 'Ndrangheta de Calabria; sabe que está en peligro diario, pero no se detiene. Su trabajo es más importante.

Para Sonia es un ejemplo. Como otros antes que él.

Le vienen a la mente las palabras de Paolo Borsellino, el magistrado asesinado en Palermo debajo de su casa con un coche bomba lleno de TNT.

"Si la juventud le negare su apoyo, incluso la omnipotente y misteriosa mafia se desvanecería como una pesadilla".

También recuerda las declaraciones de Peppino Impastato, un periodista muy joven, también asesinado en Palermo, quien dijo desde los micrófonos de su Radio Aut:

"¡La mafia mata, el silencio también!".

La directora de Our Voice no quiere quedarse callada, de lo contrario no habría llamado así a su libre asociación, a su Movimiento Cultural Internacional.

Nuestra "voz" debe hacerse oír, nuestra voz de jóvenes, tenaces y combativos. Por eso acepta la propuesta sin dudarlo.

-¡Sí, haremos este espectáculo!

Y la joven directora siente una gran alegría.

La elección no es pequeña. Ella es fuerte y valiente. Pero sobre todo sigue en la dirección que ha tomado Our Voice desde sus inicios: hacer resonar fuertemente la protesta y el deseo de cambio, cada vez más anhelado entre las últimas generaciones, a través de la expresión artística.

Música, teatro, danza, pintura, escritura, pensados ​​como formas de revolución civil.

Como deseo de ser libres, libres de ser besados ​​solo por amor.

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*Foto de portada y restante: antimafiaduemila.com