Jueves 25 Abril 2024
El disparo del funcionario comunal y ese racismo de fondo
 
Por Our Voice-23 de julio de 2021

Fue el 21 de julio cuando Yuns El Boussettaoui, un marroquí de 39 años, perdió la vida a manos de Massimo Adriatici, funcionario de seguridad de la comuna de Oltrepò, perteneciente a la Liga.

Fue un disparo repentino, en la Plaza Meardi, tras una riña entre los dos, que tuvo lugar frente a un bar. El herido fue trasladado en ambulancia a la sala de emergencias del hospital, pero no fue posible hacer nada.

La muerte del extranjero, conocido en la ciudad por los frecuentes disturbios que causaba, se produjo luego de una disputa en la cual Adriatici, también conocido en la ciudad por las actitudes que asumía hacia los extranjeros, le disparó con un arma que regularmente tiene en su poder.

Según su versión, fue empujado por El Boussettaoui y el arma se disparó accidentalmente. Fue puesto bajo arresto domiciliario por homicidio voluntario, hipótesis que fue luego modificada por el fiscal de Pavia y pasó a ser "exceso culposo en la legítima defensa".

Sin embargo, nada justifica un acto tan grave.

A causa de ello ayer se expresaron en Palermo sentimientos de disenso y oposición por parte de diversas asociaciones antirracistas, en una manifestación que tuvo lugar en Plaza Verdi.

Y nosotros también, como Our Voice, quisimos expresarnos.

El activista Thierno Mbengue (en la foto de portada), frente a una plaza vacía, expresó su consternación por un hecho que, a la espera de que finalicen definitivamente todas las investigaciones, nos deja atónitos.

"Los invito a todos ustedes, palermitanos o no, que están de vacaciones y que pasean por las calles, a que se detengan, a que presten atención a lo que pasó, porque le pudo pasar a su hermano, le pudo pasar a sus padres, le pudo pasar a sus hijos", reiteró con fuerza.

Extranjero asesinado en Voghera 2

Porque tal como había sucedido en otras ocasiones, como fue el caso de Willy (con las debidas diferencias), hay una Italia que muchas veces permanece indiferente y que no se indigna ante las actitudes racistas puestas en marcha por los exponentes políticos de su propio país.

Y al igual que Willy, muchos otros ciudadanos italianos, aunque de origen extranjero, han sido criminalizados o discriminados por su origen o por el color de su piel.

Y los hechos de Voghera se suman a la casuística.

Hay muchas preguntas que hacer y al funcionario de Voghera se le debe preguntar por qué anda por la ciudad con un arma cargada.

Y sobre todo por qué era necesario tenerla en la mano, como él mismo contó.

"Estaba caminando por la Piazza Meardi cuando noté que ese hombre molestaba a los clientes de un bar", dijo Adriatici, un expolicía, hablando con el magistrado. "Me acerqué a él, lo reprendí invitándolo a que se fuera y en ese momento llamé a la policía -agregó-. Al escuchar mi llamada telefónica, me empujó y me hizo caer. Fue en ese momento cuando se disparó la pistola que yo empuñaba".

Más allá de las intenciones que puedan haber movido al funcionario de seguridad, sea cierto o no que El Boussettaoui había empezado a molestar a los presentes en el bar, no es aceptable que se llegue a la muerte con tanta facilidad. E incluso es aún menos aceptable la indiferencia.

Entre las investigaciones que exigimos también están las dirigidas a esclarecer si ese disparo pudo haber sido el resultado de muchos prejuicios. Y no un simple accidente.

En Italia, el prejuicio ya ha matado en otras ocasiones y el racismo ya no se puede negar. Y varias declaraciones de políticos pertenecientes a la Liga o cercanos a esas franjas de extrema derecha, lejos de adormecerse en el tiempo, dan la alarma sobre un clima discriminatorio muy presente en Italia.

Extranjero asesinado en Voghera 3

No queremos que después de Voghera se empiecen a legitimar las intervenciones directas de los ciudadanos italianos en los casos en los que se sientan "molestados" por ciudadanos extranjeros.

Porque este es el peligro. Que se llegue a intervenciones directas sin antes llamar a la policía cuyo trabajo es precisamente restablecer el orden.

En Voghera ha muerto un hombre de 39 años.

Es cierto, hay un video que circula por la red, en el que Yuns parece haber atacado con un puñetazo al funcionario de la Liga. Evidentemente, ninguna violencia es justificable. Pero es igualmente injustificable que se use una pistola cuando la necesidad de una "legítima defensa" parece estar particularmente lejos.

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*Foto de portada: © Our Voice